SEÑOR DIRECTOR:

En un país donde la movilidad y el transporte son motores clave de nuestra economía, es fundamental que tomemos decisiones informadas y pensando en el bien común. A partir del 6 de enero de 2026, comenzará a regir una nueva norma de emisiones para vehículos pesados, que exigirá motorizaciones Euro 6 para los camiones que se inscriban por primera vez.

Esto implica que los nuevos camiones que transiten por Chile serán una opción mucho más amigable con el medio ambiente en comparación con los que utilizan motores Euro 5.

Equipados con tecnologías avanzadas, estos camiones pueden reducir desde 77% menos de Óxido de Nitrógeno (NOx) y 66% menos de partículas finas que sus predecesores. Incluso hay marcas presentes en Chile con una reducción de 93% menos de NOx y 95,3% menos de partículas finas, contribuyendo a un aire más limpio y a un entorno más saludable.

Sin embargo, a pesar de estos beneficios, los camiones con motorizaciones diésel, que representan más del 98% del mercado, pagan un impuesto específico de 1,5 UTM por m3 de combustible, independiente de su tecnología. En contraste, los camiones que utilizan otros combustibles -entre ellos el Gas Natural Líquido (GNL) Euro 6 - y que pueden generar más emisiones locales y de efecto invernadero en un periodo de 20 años que uno Diésel Euro 6, no están gravados con este impuesto por un resquicio legal.

En el entendido que el foco de trabajo es fomentar prácticas más sostenibles, ¿no sería más lógico aplicar un criterio justo y equitativo, igualando la eliminación del impuesto específico también al diésel para motores Euro 6? Así, incentivamos el cambio de tecnología a camiones con menor impacto ambiental y que representan la mayor proporción del mercado mundial. Es momento no solo de abogar por la igualdad de condiciones en el sector del transporte, sino también centrarnos realmente en avanzar hacia la movilidad sostenible.

Gonzalo Labbé Jaramillo

Gerente General DAF