SEÑOR DIRECTOR:

Mario Vargas Llosa será recordado por su invaluable aporte a las letras hispanas y por haber sido un converso al liberalismo. Ambas cosas convergen en una sola idea, a saber, que la pluma es más poderosa que la espada. Su biografía como su obra reflejan un optimismo hacia el poder de la palabra y la cultura como alternativa a la violencia en todos los órdenes de la vida humana. El ideal de la tolerancia y del diálogo cívico fueron sus estandartes irrenunciables.

En el presente, la polarización que vive Chile y el mundo representa una amenaza contra estos ideales. En la izquierda hay quienes hasta el día de hoy validan la violencia octubrista y califican a Cuba como una democracia. Pero también hay quienes defienden las ideas de la libertad bajo una lógica adversarial, en donde quienes discrepan, o “no la ven” o son perversos. La violencia que se quiere erradicar colinda peligrosamente con esta actitud. El liberalismo latinoamericano hará bien en convertir el legado de Vargas Llosa en un antídoto contra la tentación de la intolerancia.

Lucas Miranda

Faro UDD