En nuestro capítulo anterior: Cumpliendo con lo que había anunciado, el gobierno presentó ante el Tribunal Constitucional un recurso contra el proyecto que permite un tercer retiro del 10 % de los fondos previsionales, aun con parte importante de su propio sector pidiendo lo contrario. Así llegamos al domingo en la noche, cuando después de un fin de semana intenso, el presidente Sebastián Piñera, flanqueado por sus ministros y por precandidatos presidenciales de su sector, anuncia la presentación de su propio proyecto de tercer retiro al congreso. Es similar a lo que hizo con el segundo retiro, pero hay diferencias importantes. En concreto, el proyecto del ejecutivo considera una fórmula de reintegro, un bono especial para quienes no tengan saldo y el pago de impuesto para altas rentas. En total, Hacienda estima que el proyecto implicaría un desembolso de US$ 2 mil millones desde del estado. En la foto del domingo, una ausencia notoria: la del ex ministro de Hacienda Ignacio Briones, precandidato presidencial de Evópoli, partido que hizo una declaración pública rechazando la decisión presidencial. Y más allá del frente interno, una oposición que salió a criticar el proyecto del ejecutivo y dejó en claro que cualquier negociación será dura y costosa. Partiendo por el precio inicial: que el presidente retire su recurso ante el TC. ¿Cómo llegó el gobierno a este punto? ¿Qué cálculos hace el presidente Piñera, cuya aprobación esta semana bajó a un nivel inferior al 10%?
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Podemos pasar el tiempo que queramos comparando qué países están mejor o peor en el ránking de vacunación ante el Covid-19. Pero tratándose de una pandemia y de un virus al que poco le importan las fronteras a la hora de circular por el mundo, ese ejercicio es irrelevante. Dicho de otra manera: el mundo no va a estar seguro mientras haya regiones o países sin acceso a suficientes vacunas. Y en ese ítem estamos mal. Hay un problema claro con la distribución de las vacunas, y la desigualdad en el acceso a éstas ha estado en el centro de la preocupación de la Organización Mundial de la Salud desde el principio del proceso. La OMS se alió con otras dos organizaciones internacionales en Covax, un programa que apunta a reducir la brecha entre países ricos y pobres en cuanto al acceso a estas vacunas. Pero hay quienes han comenzado a plantear que se debe hacer más por llegar lo antes posible a la mayor cantidad de población. Así se ha planteado la idea de que las farmacéuticas renuncien temporalmente a sus derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas contra el Covid19. Formalmente, Sudáfrica e India ya hicieron esa petición. La Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos han rechazado ese planteamiento, argumentando que el efecto que se busca no sería el logrado. Hoy recurrimos a un experto en el mercado de los desarrollos científicos para entender cómo funciona el sistema de patentes, qué efectos tendría el aplicar medidas como la que se ha propuesto y qué pasos deberían seguirse en este campo para hacer frente a la pandemia.
A un lado, el gobierno nacional del presidente Alberto Fernández y el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Al otro, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. A un lado el Kirchnerismo; al otro, el macrismo. En el medio, los escolares y sus apoderados. El debate por la continuidad de las clases presenciales en la capital argentina en medio del recrudecimiento de la pandemia se ha alineado en gran medida con todo lo demás: determinados por lo que los argentinos llaman “la grieta”, aquella división binaria entre kirchneristas y antikirchneristas, extendida a prácticamente todo el espacio público. Y se juega no sólo en la negociación política y en la guerra de declaraciones públicas, sino también en los tribunales de justicia. Después que que el gobierno nacional decretara la suspensión de las clases presenciales en la ciudad tras el aumento de contagios, el gobierno local recurrió a un tribunal para disputar la validez de ese decreto. A su vez, el gobierno de Fernández recurrió a la Corte Suprema. Ahora, después de que ese tribunal se declarara competente, los escolares bonaerenses siguen asistiendo a clases en persona a la espera del fallo de la Suprema. Como telón de fondo, un país que ya supera los 60 mil muertos por covid y donde las cifras de contagios parecen lejos de ofrecer esperanzas en el corto plazo. ¿Cómo se ha politizado el debate sobre las clases presenciales en Buenos Aires? ¿Cómo se explican las posiciones en conflicto?
La urgencia está clara. La pregunta es si es posible y cómo. Contener el avance de la pandemia en muchas zonas del país, aún bajo cuarentena total, ha probado ser muy difícil. Por otro lado, es evidente que la vacunación ha jugado un rol clave en evitar que el panorama sea aún peor. Y, como publicó La Tercera el lunes, el impacto de las cuarentenas ha sido muy desigual en las comunas más ricas de Santiago versus las más pobres. Nuestro capítulo del martes estuvo dedicado a eso, y en él, la ex subsecretaria de salud Jeannette Vega planteó que era necesario alterar el calendario de vacunación en relación a su diseño original, que contempla un avance gradual en función de la edad de la población. Y el mismo martes en la tarde, la Comisión de Salud del Senado anunció que oficiaría al Ministerio de Salud pidiendo información sobre el stock total de vacunas disponibles. Haciendo una explícita referencia a la doctora Vega, el presidente de dicha comisión, Guido Girardi, insistió en la necesidad de ser más agresivos en la campaña de vacunación. Conversamos con el Senador Girardi y con el doctor Juan Carlos Said, especialista en salud pública, sobre las condiciones para una eventual nueva etapa en este proceso, y sobre la posibilidad de incorporar a otros grupos, como las mujeres embarazadas.
Aunque se vota este jueves en el Senado, la aprobación del proyecto que permite un tercer retiro de un 10 por ciento de fondos previsionales parece un hecho. Tanto, que ayer por la tarde el gobierno anunció que ya había ingresado un requerimiento para impugnar el proyecto ante el Tribunal Constitucional.La decisión, que el ejecutivo ya había adelantado, llega después de confirmarse que el proyecto contará con suficientes votos de parlamentarios de Chile Vamos. Es más, un grupo de personeros de la alianza, encabezados por el precandidato presidencial de RN Mario Desbordes, había pedido públicamente al gobierno que no llegara a esa instancia.Ayer por la mañana, el vocero de gobierno Jaime Bellolio había pedido a los parlamentarios de Chile Vamos que “repensaran” su apoyo al proyecto del tercer retiro, en vista del anuncio hecho por el presidente Piñera el lunes sobre la ampliación del beneficio del Ingreso Familiar de Emergencia. Por la tarde, ya estaba claro que, una vez más, la palabra del gobierno para muchos de sus parlamentarios ya no significa orden sino, con suerte, una sugerencia.
Aun para un país acostumbrado a este tipo de contrastes, el dato resulta impactante: un análisis hecho por La Tercera y publicado ayer, revela que el impacto de la cuarentena total en la Región Metropolitana es radicalmente diferente entre las comunas más acomodadas y las más vulnerables. Tras tres semanas de confinamiento obligatorio, seis comunas del sector oriente de Santiago -Providencia, Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea, Ñuñoa y La Reina- han reducido sus contagios activos. Por el contrario, otros 20 municipios han multiplicado sus casos en más de tres veces. Las explicaciones relacionadas con los factores socioeconómicos están a la mano, pero al mismo tiempo comienza a emerger una hipótesis incómoda que podría entregar al mismo tiempo un plan de acción: la vacunación también ha sido desigual. Y hay quienes ya plantean que por ahí debería pasar la solución.
Cuidados intensivos. Es una de las frases que más hemos repetido desde el inicio de la pandemia, hace más de un año. Todo esto ha significado también la visibilización de la importancia de la especialidad de la medicina intensiva, no sólo socialmente sino también dentro de la propia carrera médica. Y en Chile, para un hombre en particular, eso ha tenido un acento especial.Recorrimos con él la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital de la UC. Es el doctor Guillermo Bugedo, maestro de la generación Covid.
Introducida como proyecto de ley a mediados del año pasado, la iniciativa de establecer un impuesto sobre los altos patrimonios de los ciudadanos más acaudalados ha tomado un nuevo impulso en las últimas semanas. El miércoles, la Comisión de Constitución de la Cámara baja aprobó la propuesta que combina dos proyectos de parlamentarios de la oposición. La iniciativa, promovida con el eslogan de “impuesto a los super ricos”, va en línea con leyes similares aprobadas en varios países, partiendo por nuestros vecinos de Argentina y Bolivia, y con recomendaciones de organismos internacionales como la OCDE, el Fondo Monetario Internacional e incluso la ONU. La experiencia de otros países como Alemania y Francia, en todo caso, también entrega argumentos a quienes apuntan a la poca efectividad de este tipo de impuestos a la hora de cumplir con la recaudación esperada.Aunque el gobierno plantea que el proyecto es inconstitucional, ya ha movido sus fichas para tratar de contrarrestar esa ofensiva. Y lo ha hecho proponiendo el fin de una serie de exenciones tributarias que, argumenta, permitirían una mayor recaudación, y más permanente. ¿Cuáles son los argumentos y los cálculos de ambas propuestas?
Fue el nombre del escándalo. Bernard Madoff encarnó una historia que el mundo ha contado muchas veces: un hombre que lo tenía todo y quiso tener más. Un pillo que usó su posición de prestigio para atraer las fortunas de inversionistas particulares y fondos de inversión y logró hacerlos trabajar fraudulentamente para aumentar su propio caudal. Un clásico “esquema Ponzi”, como se conoce a esta figura en recuerdo de un notorio delincuente de 1920.En una época en que el mundo se escandalizaba con los grandes escándalos financieros, Bernie Madoff se instaló como “niño símbolo”. Su estafa, la más grande de este tipo en la historia, se calculó en 19 mil millones de dólares.Madoff murió ayer a los 82 años de edad, tras 11 años en una cárcel de Carolina del Norte donde cumplía una condena de 150 años de prisión. Su historia inspiró libros y películas.¿Pero qué aprendió el mundo y el sistema financiero de ella?
En las últimas semanas, en varias partes del mundo, algunas de las vacunas desarrolladas en tiempo récord para hacer frente a la catástrofe del covid 19 han hecho noticia por motivos no tan felices. Más allá de la hazaña científica y del desafío de los gobiernos por vacunar a la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible, el reconocimiento de algunos eventuales efectos adversos en un grupo de personas han llevado a las autoridades a tomar medidas radicales. En algunos países de Europa, la administración de la vacuna desarrollada por AstraZéneca fue suspendida momentáneamente tras reportes de una treintena de casos de trombosis, algunos de ellos fatales, entre las más de cinco millones de personas que la recibieron. Y ayer, en Estados Unidos, la FDA recomendó una pausa en el uso de la vacuna de Johnson y Johnson, que ha sido inoculada a 6.8 millones de personas en ese país, tras reportes de seis casos de trombosis en mujeres de 18 a 48 años, una de las cuales resultó muerta. Tal como lo hizo la Agencia Europea de medicamentos en el caso anterior, ahora las autoridades de Estados Unidos deberán determinar si existe una causalidad con la mencionada vacuna y en qué circunstancias.Todo esto ocurre en momentos en que la ciudadanía en todo el mundo está siguiendo al detalle cualquier información relativa al uso de las vacunas y donde la comunicación está jugando un rol clave. El pasado domingo, una noticia preocupó a buena parte del mundo, incluidos los millones de vacunados en Chile: decía que el director de la agencia China de Control de Enfermedades, Gao Fu, admitía una efectividad baja de las vacunas chinas. Horas más tarde, el propio científico salió a aclarar y contextualizar sus dichos, pero la tormenta comunicacional ya se había desatado. ¿Cómo tenemos que leer y entender estas noticias? ¿Qué rol han tenido las agencias regulatorias en el mundo? ¿Qué sabemos y qué debemos tener en claro respecto de las vacunas que estamos usando hoy?
Alberto Fujimori y Rafael Correa demostraron el domingo pasado, cada uno a su manera, que su larga sombra sigue proyectándose en el electorado de Perú y Ecuador, respectivamente. En las elecciones presidenciales de ambos países es tentador leer “giros” del electorado, hacia la izquierda y hacia la derecha, pero la realidad no es tan simple. En Ecuador, la segunda vuelta presidencial consagró como ganador a un hombre de derecha, el ex banquero Guillermo Lasso, en un voto que, como explica nuestro entrevistado de hoy, tiene mucho de rechazo al candidato rival, que representaba al correísmo. En Perú, la primera vuelta presidencial del domingo pasado dejó como finalistas a un relativamente desconocido candidato de izquierda y a una muy conocida heredera política, Keiko Fujimori.
A fines del año pasado, quienes han enfrentado cara a cara la monstruosidad del covid 19 vieron cómo poco a poco las cosas parecían volver a la normalidad.Fue una ilusión, y duró poco. El recrudecimiento de la pandemia ha significado el regreso a los escenarios más exigidos y dramáticos en los hospitales y clínicas. El personal médico, aún extenuado tras meses de sobreexigencia, se vio volviendo al modo de combate. Y quienes quizás han pagado el costo más alto entre ellos son las enfermeras. Soporte profesional y muy a menudo emocional de pacientes en situaciones extremas, las enfermeras se han visto expuestas a lo más crudo y dramático de un virus al que hoy parte de la ciudadanía no parece estar tomando suficientemente en serio. En este episodio de Crónica Estéreo, dos enfermeras nos llevan a recorrer las trincheras de la guerra contra el Covid 19.
Desde el principio de la pandemia, Brasil se hizo notar: la postura, las declaraciones y la reacción del presidente Jair Bolsonaro causaron polémica y preocuparon a los expertos. No pasó mucho tiempo antes de que los temores se demostraran justificados.Hoy, Brasil es el segundo país con mayor número absoluto de muertes por covid, detrás de Estados Unidos, y el primero en el promedio móvil de siete días. Esta semana ha contabilizado cerca de cuatro mil muertes diarias. Y, tratándose de una pandemia, el problema de Brasil no es sólo de Brasil. Todo el continente y el mundo está pendiente de lo que pasa en ese país, y de las medidas que el gobierno está tomando o dejando tomar. El director de la Organización Mundial de la Salud advirtió: “Si Brasil no se lo toma en serio, afectará a todos los vecinos y más allá”.¿Cómo se está viviendo esta ola en un país que ha sido definido como “un ejemplo de todo lo que puede salir mal”?
El Tribunal Constitucional ha tenido un rol controversial en los años recientes, con varios actores políticos discutiendo su poder como “tercera cámara” legislativa y con esta propia institución poniendo la palabra final en algunas de las más encendidas discusiones de la agenda pública. Pero desde hace dos años el principal conflicto está en el interior del tribunal, animado por amargas disputas, acusaciones cruzadas y confusos incidentes. Desde la instalación en la presidencia de María Luisa Brahm, en una operación que fue vista como un “golpe blanco” contra el ala más conservadora del tribunal, la guerra interna parece desatada. Ahora, cuando el gobierno ha anunciado que recurrirá al TC en caso de aprobarse en el congreso un tercer retiro de fondos previsionales, el escalamiento del conflicto al interior de ese órgano amenaza con tener consecuencias políticas mayores. ¿Cómo explicar por qué llegamos a este punto?