El ex ministro en los gobiernos de Lagos y Bachelet, político, panelista recurrente, anunció hace un par de días que lanzará su candidatura presidencial con la esperanza de convertirse en el abanderado de la centroizquierda. Aunque dijo que el lanzamiento lo concretará la próxima semana, el anuncio de facto desató las ansiedades de los otros PPD con aspiraciones, como el presidente del partido, Heraldo Muñoz, y el persistente ex diputado Jorge Tarud. Más importante, instaló una vez más el tema presidencial en la agenda a apenas días de la trascendental votación de este domingo: el plebiscito constitucional. Es la jugada más ambiciosa de un político que sólo ha competido una vez en las urnas, con mal resultado, pero que en el último tiempo parece envalentonado con la popularidad cimentada como dupla televisiva de su amigo y rival, Joaquín Lavín.
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En noviembre del año pasado, la era de Evo Morales en Bolivia pareció llegar a su fin. Las acusaciones de fraude en su elección de octubre, las movilizaciones y la presión de las fuerzas armadas lo llevó a presentar su renuncia, acusando un Golpe de Estado. Desde México primero y Argentina después, Morales vio cómo se instalaba un gobierno interino presidido por la senadora Jeanine Áñez y denunció que los procesos abiertos en su contra eran parte de una persecusión. Menos de un año después, tuvo su revancha. Este domingo, Luis Arce, ex ministro de Economía que corrió como el “heredero” de Evo Morales como candidato de su partido, el MAS, ganó las elecciones presidenciales.
Ayer, decenas de miles de personas concurrieron a la Plaza Baquedano para conmemorar el aniversario del inicio del estallido social. El 18 de octubre del año pasado se inició un movimiento en muchos sentidos excepcional en la historia del país, y también de una ola de masivas manifestaciones y del surgimiento de una violencia y destrucción con enormes consecuencias económicas, a las que más tarde se sumarían las derivadas de la crisis del coronavirus. Políticamente, la agenda del país, partiendo por la del gobierno, cambió radicalmente. Y la manera en que carabineros respondió a la violencia significó poner de vuelta en la conversación una frase que creíamos olvidada: violaciones a los derechos humanos. El Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó 2.340 querellas contra Carabineros, y diversos organismos internacionales coincidieron en denunciar y condenar sucesivas violaciones a los derechos de las personas.
Esta semana, la fallida acusación constitucional contra el ex ministro de Salud Jaime Mañalich fue la más reciente estocada contra la oposición. La izquierda ya venía enfrascada en recriminaciones desde el fracaso en la búsqueda de un pacto electoral para las elecciones municipales y de gobernadores de abril, y ahora iniciarán la semana previa a referendum constitucional con sus desencuentros a flor de piel. Si logran, y cómo logren, encontrarse en un proyecto común determinará el libreto de la oposición post plebiscito: enfrentar las elecciones de abril y comenzar a perfilar liderazgos presidenciales. En lo inmediato, el destino de la acusación constitucional contra el ministro del Interior, Víctor Pérez, asoma como otro evento que los pondrá a prueba.
En el inicio de la pandemia, tras detectar el primer caso el 3 de marzo, el gobierno argentino tomó medidas radicales inmediatas como decretar el confinamiento obligatorio. Y durante los primeros meses las bajas cifras de contagio ponían el caso argentino como un caso de admiración en América Latina. Pero en el último tiempo los números se han disparado, y con ello las críticas al manejo del gobierno. Ayer, Argentina registraba 13 mil casos nuevos, 917 mil casos acumulados y más de 24 mil 500 muertos. Paralelamente, tal como pasa en Chile y en todas partes, la discusión sobre cómo y cuándo reanudar las clases presenciales en las escuelas del país se ha instalado con fuerza. Este lunes, 862 estudiantes de 11 escuelas de Buenos Aires comenzaron un retorno gradual, con el objetivo de llegar, a fin de mes, al regreso de 190 escuelas porteñas con sus 14.000 alumnos.
Los cuestionamientos a Carabineros de Chile por su actuación tras el inicio del estallido social, en octubre pasado, han llegado desde varios flancos. A las quejas de organizaciones nacionales e internacionales y las críticas desde varios sectores políticos se sumó la Contraloría General de la República. La revelación de la existencia de un sumario contra siete generales del alto mando de Carabineros motivó reclamos en la policía uniformada y acusaciones de que el Contralor se estaría excediendo en sus funciones. En Contraloría han explicado que la investigación se abrió tras las más de 400 denuncias que han recibido contra Carabineros. Detrás de estos sumarios está el principio de responsabilidad del mando, algo que podría resultar determinante.
El caso Cascadas fue uno de los mayores escándalos bursátiles de la historia de Chile. Al concluir la investigación, Julio Ponce Lerou, controlador de SQM, fue sancionado con la multa más alta de la historia cursada a una persona natural: 1.700 UF, cerca de US$70 millones en ese momento. Pero el castigo a beneficio fiscal impuesto en 2014 por la Superintendencia de Valores y Seguros nunca se concretó. Hace unos días la Corte Suprema confirmó una rebaja sustancial: Ponce Lerou debe pagar ahora una multa de cerca de US$ 3 millones. La utilidad fraudulenta de la operación, según la SVS, fue de US$128 millones. Es solo el último episodio en la biografía controversial del empresario que dejó la presidencia de SQM tras el escándalo de las “platas políticas”. Aún en control de una de las empresas más valiosas de Chile, Julio Ponce Lerou, ex yerno de Augusto Pinochet Ugarte, ha sido un protagonista de bajo perfil pero mucho poder en la historia reciente de Chile.
Para nadie era un misterio que este mes iba a ser complejo. Entre la crisis económica provocada por la pandemia, el desconfinamiento tras meses de encierro y el aniversario del inicio del estallido social, el escenario, particularmente para el gobierno, se anticipaba preocupante, sobre todo en preparación para el plebiscito del 25 de octubre. Los incidentes del viernes pasado, cuando un adolescente cayó al río Mapocho por la acción de un carabinero, agravaron el panorama. Ahora, esa preocupación comienza a manifestarse también en la centroizquierda, donde temen que la violencia y un eventual alza de contagios de coronavirus le reste participación al plebiscito. Otros en el sector, sin embargo, acusan un intento del gobierno por generar miedo para desalentar las manifestaciones en las calles.
Ayer, la Academia Real de Ciencias de Suecia anunció que concedía el Premio Nobel de química a dos mujeres. Eso ya es un hecho histórico. Pero más lo es la investigación por la cual estas dos científicas fueron premiadas. La estadounidense Jennifer Doudna y la francesa Emmanuelle Charpentier fueron galardonadas por su trabajo publicado en 2012 sobre un sistema inmune bacteriano que podía ser utilizado como herramienta de edición genética: CRISPR. Su potencial terapéutico conoce pocos límites en la imaginación, y los avances logrados a la fecha lo confirman. Pero también despertó los fantasmas de qué puede pasar cuando los seres humanos podemos tomar el control de nuestra propia evolución.
Crónica Estéreo La investigación sobre la actuación de carabineros en la caída en el puente Pio Nono
En medio de una estampida de manifestantes por el Puente Pio Nono, junto a la Plaza Baquedano, un carabinero intercepta a uno de ellos y provoca su caída al río Mapocho. La fotografía del joven de 16 años que yace inmóvil, boca abajo, en el lecho del río, se transformó en una postal instantánea del abuso policial, e inauguró de la peor manera el mes en que se cumple un año desde el estallido social. Desde la oposición y los movimientos sociales se empezó a exigir la salida del general director de Carabineros, Mario Rozas, y nuevamente se instaló la pregunta de qué tan sostenible es el general en su puesto y qué señales dará el gobierno.
A sólo semanas de la elección presidencial y parlamentaria del 3 de noviembre, el presidente y su equipo de comunicaciones han parecido empeñados en proyectar la imagen de confianza y fortaleza del “paciente en jefe”. Pero al mismo tiempo, las descripciones del tratamiento que ha recibido, con un procedimiento experimental y otros sólo prescritos para pacientes graves, ha sembrado la duda sobre su verdadero estado de salud. Por eso, anoche, el retorno del presidente a la Casa Blanca desde el hospital Walter Reed, donde estuvo internado desde el viernes, fue visto con desconcierto y desconfianza.
Si, tal como sucedió a principios de año, lo que suceda en Europa frente al coronavirus sirve como anticipo de lo que enfrentaremos en nuestro propio invierno, entonces todos deberíamos estar pendiente de lo que pasa con la segunda ola en el viejo continente. Particularmente en España, el país que ya se ubica como el país con más contagios de Europa Occidental. Allá, la pequeña euforia del desconfinamiento y el verano ha dado lugar a un inicio de otoño marcado por la preocupación del rebrote, que además está cruzada por la discusión política y marcada por las públicas discrepancias entre autoridades nacionales y locales sobre las medidas a tomar.
Desde hace unos días, casi la totalidad de la Región Metropolitana dejó el confinamiento total. Pero la realidad, en Chile y en la capital, está lejos de permitir cantar victoria. Mientras en regiones como Magallanes las cifras se han disparado, en todo el país la estrategia de control y trazabilidad ha generado críticas entre los especialistas. En medio de todo esto, las dudas en torno a los testeos y al registro estadístico implementado por el ex ministro de Salud Jaime Mañalich penan a la hora de comunicar con eficacia las medidas de control. ¿En qué pie estamos hoy frente al Covid 19 en Chile?
Un debate histórico, pero por lo malo. El “peor debate de la historia”, "un fiasco”, “una vergüenza”, “un caos”, “de ningún servicio a los votantes”. Aunque era difícil extraer mensajes y menos anuncios de políticas públicas, especialmente con un Donald Trump constantemente interrumpiendo a su adversario, y con un Joe Biden a ratos cayendo en el juego de la confrontación descalificadora, sí hubo cosas que sacar en limpio. Por ejemplo, la negativa de Trump a condenar directamente a un grupo de supremacistas blancos. O su advertencia de un posible fraude electoral que le impediría prometer respetar el resultado de las elecciones. Y, en lo inmediato, la pregunta de qué sentido tiene organizar eventos como estos, donde lo menos que hay es verdadero debate o si quiera exposición de ideas, discursos o por último promesas.
Hoy vence el plazo para la inscripción para las primarias de las próximas elecciones municipales y de gobernadores regionales. En la oposición, las negociaciones han estado marcadas en gran medida por las definiciones y movimientos del Frente Amplio. Este bloque político el domingo pasado descartó de plano participar en unas primarias con la ex Nueva Mayoría, pero al día siguiente revirtió su decisión, aunque declarando que para sentarse a negociar debían cumplirse una serie de condiciones.