Carlos Peña tiene algo de razón: hubo bastante de performance y carnaval el viernes en la tarde, disfraces y demandas que comenzaban con "yo", chistes y tragedias, humor y contención silenciosa. Y sin embargo no era solo eso. ¿Cómo puede serlo?
Alfredo Sepúlveda*
26 oct 2019 11:08 PM