Cinco millones de dólares se invirtieron para restaurar la histórica sala de control de la misión Apolo 11. Ahora se acaba de abrir al público.
Marcelo Córdova
12 jul 2019 06:16 PM
Cinco millones de dólares se invirtieron para restaurar la histórica sala de control de la misión Apolo 11. Ahora se acaba de abrir al público.
Al entrar en la órbita de la Luna, ese julio de 1969, los astronautas del Apolo 11 no estaban solos. En las inmediaciones rondaba una nave no tripulada enviada por Moscú con un objetivo claro: opacar la gloria de la misión estadounidense. Su nombre era Luna 15.
Doce hombres han pisado la Luna en estos 50 años. Sólo cuatro están vivos. Uno de ellos es Charlie Duke. En 1972, con 36 años, se convirtió en el astronauta más joven que ha caminado en el satélite. Allá dejó una foto de su familia y dio un salto que casi le cuesta la vida. De regreso, trajo 96 kilos de rocas. En total, participó en cinco misiones Apolo y es su voz la que se escucha en las transmisiones de la NASA cuando Neil Armstrong pisó por primera vez la Luna en 1969.
El 20 de julio de 1969, la misión Apolo 11 cumplió su objetivo: por primera vez el ser humano llegó a la Luna. La noticia fue seguida con emoción desde Chile, donde la gente se reunió en las casas o salió a las calles para instalarse frente a un televisor y ver, en blanco y negro, este hecho histórico. Así fue ese día, según los recuerdos de quienes lo vivieron.
"El 25 de septiembre de 1954, quince años antes de que el hombre llegara a la Luna, mi tío Jenaro Gajardo Vera la inscribió a su nombre en el Conservador de Bienes Raíces de Talca. Antes de morir, se la cedió a la Humanidad".
Las placas de Nazca y de Sudamérica están bastante bloqueadas en el centro de Chile, en particular frente a Valparaíso. Esto tiene la posibilidad de generar un megaterremoto. ¿Qué sabemos, y qué podemos hacer? Lo analizamos acá.
"Si no fuera por este periodista y activo hombre público, el Parque Metropolitano y sus más de 700 hectáreas podrían ser hoy una urbanización de casas con linda vista a Santiago".
Actriz chilena que integra hace 25 años el Teatro Imagen. Como directora, a fines de junio estrenó El deseo de toda ciudadana.
Bañada por el mar Adriático y vecina de Eslovenia, esta es una ciudad de contrastes, intensa y poco visitada, que esconde grandes atractivos y no deja de sorprender.
Eduardo Fernández León -el empresario inmobiliario que ha incursionado con éxito en ámbitos como la salud y las finanzas- abrió hace cuatro meses al público el parque Tricao, en Santo Domingo. Lleva una década preparando estas 120 hectáreas donde hoy conviven árboles nativos, senderos, puentes, jardines y el aviario más grande de Sudamérica. ¿Qué lo motivó a dejar un legado ecológico? Cercanos coinciden: tiene una sensibilidad especial con la naturaleza.
Jamás imaginé que la fuerza emocional de este eclipse pudiese remover con tal intensidad la sensación de arraigo cósmico. Son tantas las historias pasadas en las que hombres y mujeres corrieron a buscar eclipses o los encontraron accidentalmente. A veces con propósito científico; a veces sólo para perseguir la belleza. Cuando el espectáculo de este martes aún resuena, recuerdo a Janssen, a Lockyer, a Lorenz.
Los chilenos nos aferramos al eclipse con una felicidad inusitada. Es una promesa a la que abrazar. Llega en medio de cierta sensación de contracción, de miedo y de ausencia de fiesta; de una cotidianidad pesada y demoledora. Por lo mismo, todo parece fugarse hacia él. No importa tener lentes. El eclipse es otra cosa, una metáfora, un símbolo que reinventa el paisaje.
Durante siglos, doctores y pacientes han intentado descifrar uno de los padecimientos más persistentes de la humanidad: la migraña. En su nuevo libro, la historiadora Katherine Foxhall cuenta los infructuosos e insólitos intentos por hallar una terapia que erradique una patología que afecta a un 12% de los chilenos y a casi mil millones de personas en el mundo. Hoy se prueba una nueva generación de medicamentos.
"Estaba bailando cuando empecé a escuchar la música lejos y a ver todo en cámara lenta. Esto no es normal, pensé. Era un infarto cerebral. Estuve 45 días hospitalizada en Río de Janeiro. Me decían que yo era un milagro".