Hace 12 días las autoridades y fuerzas de seguridad de Los Ángeles activaron sus alarmas. Una maleta sospechosa había sido abandonada en un carril del metro que atraviesa por debajo el complejo Hollywood & Highland, a pocos pasos del Teatro Dolby donde este domingo se celebrarán los Oscar. La respuesta de la policía fue inmediata, el área -altamente turística- fue evacuada, el tránsito cortado y en tres horas llegó la brigada investigadora de explosivos.
Resultó ser una falsa alarma. Pero lejos de tranquilizar a las autoridades, el hecho aumentó la preocupación por la seguridad de los cerca de 1.500 invitados que asistirán a la gala del Oscar. "Cuando algo así sucede uno siempre se pregunta si alguien está controlando el tiempo de respuesta [de la brigada de explosivos y la policía]", dijo a Deadline un alto mando de la policía de los Ángeles.
Esta alarma de bomba, sumada al clima de tensión política que prima en Estados Unidos por el veto musulmán del presidente Donald Trump, ha hecho que esta vez se ponga más énfasis en las medidas de seguridad que en los años anteriores.
A partir de ahora las calles que rodean al Dolby Theatre (Hollywood Boulevard y Highland Avenue) están cortadas y todos los autos estacionados han sido removidos. Las medidas implementadas el año pasado se volverán a utilizar este domingo: presencia en el lugar de equipo especializado del SWAT, perros detectores de bombas, equipos de vigilancia sofisticada y detectores de metales.
Los Oscar son un gran espectáculo televisado que se transmite en más de 225 países, por lo que es un gran escaparate para que los manifestantes se hagan ver. La Academia de las Artes y las Ciencias dijo que esperaban recibir alrededor de 750 personas en las gradas instaladas afuera del teatro, pero que probablemente otros cientos de personas se instalarán alrededor del perímetro autorizado. El mayor peligro en este sentido es que las manifestaciones se tornen violentas:
"Definitivamente habrá problemas en términos de protestas, dado todo lo que hemos visto últimamente. Los premios de la Academia son un gran escenario no sólo a nivel nacional sino a nivel internacional", dijo a Deadline Horacio Frank, oficial al mando de la policía de los Ángeles, Oficina de operaciones especiales. "Esperamos que las protestas sean pacíficas, pero la esperanza no es una estrategia. Así que si las cosas toman un giro en la dirección equivocada tendremos las medidas necesarias para abordarlo".
El mismo funcionario agregó que su mayor amenaza son los extremistas violentos locales. Aquellos que no necesariamente están dirigidos por terroristas extranjeros, pero que si están influenciados por estos grupos.
Al interior del recinto de los Oscar, la seguridad de las estrellas está a cargo de la policía de Los Ángeles, quienes monitorean el lugar a través de cámaras de seguridad de alta definición. Los guardaespaldas tienen que esperar afuera y al finalizar el evento, los invitados deben seguir un meticuloso protocolo para reunirse con sus equipos de protección en un lugar determinado.
Además de las personas, la Academia también se ha encargado de resguardar las preciadas estatuillas doradas, las que llegaron a Los Ángeles en un vuelo propio de United Airlines desde Chicago para evitar robos, como el ocurrido en 2000, cuando desaparecieron 55 estatuillas.