El recital de la banda británica se transformó en un hito para la "nueva Cuba".
"Hemos tocado en muchos lugares especiales durante nuestra larga carrera, pero este espectáculo en La Habana será un hito para nosotros y, esperamos, para todos nuestros amigos en Cuba también", dijo la banda, en la previa, a través de un comunicado.
La escritora cubana Wendy Guerra, por su parte, enarboló una tesis sobre el concierto. "Supone dos cosas: el fin de la política musical y una ruptura con la estética oficial. Es una apertura ideoestética, en ese estadio solo se habían celebrado conciertos oficiales, se habían hecho discursos y partidos de béisbol. Durante décadas, los setenta, los ochenta, los noventa… mucha música ha estado prohibida. Ellos eran uno de los nombres que no se podían sintonizar en las radios. Ni imitar su estética, te detenían. Yo iré por mi madre, que trabajaba en una emisora, no soy demasiado roquera pero es una actitud política. De triunfo. Mis padres los escuchaban en casa, muy bajito, llegaban de contrabando desde Miami".
Claudio Vergara y Alejandro Tapia, dos periodistas de La Tercera, estuvieron ahí para presenciar y narrar el estallido habanero del grupo de Mick Jagger y Keith Richards. Lo siguiente es el especial que preparamos para Culto, #RSenCuba:
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Por Alejandro Tapia
Por Claudio Vergara
Por Alejandro Tapia
Por Claudio Vergara
Por Alejandro Tapia y Claudio Vergara