En 1995 se estrenó Ghost In The Shell, animación japonesa adelantada a su época y que se transformó en una cinta de culto. Planteando temas profundos acerca de la identidad, era cuestión de tiempo que Hollywood lanzara su remake.

La historia es básicamente la misma. En el futuro la tecnología se ha fusionado con el ser humano. Entre las entidades que controlan la ciudad, está la Sección 9 y uno de sus mejores agentes es Mayor (Scarlett Johansson), la más adelantada fusión de humano y tecnología. Su cuerpo ha sido reemplazado y solo su cerebro ha permanecido intacto, pero sin pasado. En su cerebro reside su "espíritu" o "ghost", pero muy en lo profundo Mayor siente que hay una verdad oculta.

Culturalmente hablando, los japoneses y sus historias nos llevan años de ventaja y se atreven a plantear temas complicados y filosóficos. En el caso del original ahondaban en el misterio de qué nos hace quienes somos, dónde radica ese espíritu que nos hace actuar de la forma en que lo hacemos, además de preguntarse si podía existir la individualidad en un mundo sobre tecnologizado. En pleno siglo 21 estas preguntas parecen más urgentes, pero esta nueva versión, titulada La Vigilante del Futuro, poco y nada profundiza en estas preguntas y se limita a recrear secuencias del original, sin nunca ahondar, menos expandir, el planteamiento. Entrega atisbos de dudas existenciales, pero termina convirtiéndose en un híbrido que bebe demasiado de su fuente original, así como de Blade Runner, pero que jamás logra constituirse como un ente independiente y con su propio y necesario espíritu.

https://www.youtube.com/watch?v=Q8S7_ZY8Y0k

Dirigida por Rupert Sanders. Con Scarlett Johansson, Takeshi Kitano, Pilou Asbek. Acción, Ciencia Ficción. 107 minutos. Estados Unidos, 2017. Mayores de 14 años. Nota 4