La empresaria Sophia Amoruso (32) podría abrirse espacio sin inconvenientes en el listado de los personajes que mejor han aprovechado las bondades del siglo XXI, auténtico paradigma de la emprendedora que utiliza la tecnología para fabricar un imperio desde los escombros. Una joven inadaptada, sin destino claro, asidua a robar en tiendas y con trabajos corrientes que, de pronto, frota su propia lámpara mágica al descubrir MySpace, donde empieza a vender ropa de segunda mano hasta acumular un éxito que la lleva a crear su propio negocio online, Nasty Gal. Luego, el guión imaginable: una empresa con cientos de empleados, una autobiografía y un patrimonio de cerca de US$ 300 millones que la hizo integrar el listado de las 500 personas más ricas de EE.UU.

Pero la norteamericana parece no encajar en esa biografía vibrante, con su aspecto apacible, la calma con que describe su experiencia y una estampa que parece arrancada de una cinta de Tim Burton: así al menos se le vio en la reciente presentación a la prensa mundial de Girlboss, la serie que, como otro episodio más de su ascenso, intenta contar su historia y que llega mañana a Netflix, bajo una extensión de 13 capítulos. "No es fácil ver tu vida reflejada en la pantalla, aunque se hace más fluido cuando se muestra con un tono de comedia", precisa la aludida en torno al proyecto que cuenta con la producción de Charlize Theron.

En el rol principal, Britt Robertson (El espacio entre nosotros, Tomorrowland) encarna a una Amoruso de personalidad inflamable, en choque con todo lo que la rodea y dispuesta a conquistar el mundo convirtiendo en oro las chaquetas, los vestidos o las botas que el resto desprecia: en resumen, se aplica aquél cliché de "o la amas o la odias".

"Siempre quisimos mostrar la verdad y lo mejor de Sophia es que no es una persona perfecta", cuenta Robertson. Luego sigue: "Al contrario, tiene muchas fallas y me gustaría decirle eso a la gente, que está bien cometer errores. Todo se trata de tener una dirección clara, saber quién eres y que todas las lecciones de la vida finalmente te lleven a algún lado. Esperamos inspirar a la gente con eso".

Amoruso se suma: "La idea es mostrar a alguien que quiere vivir a su modo y que en algún momento encuentra la oportunidad exacta para dar el giro definitivo".

Y aunque en el mundo real Nasty Gal rozó la quiebra y debió venderse en un monto muchísimo menor a lo que cotizaba en su era de gloria, sus mentores creen incluso que la trama es el reflejo de los debates de género presentes en la actualidad. Su creadora, Kay Cannon, argumenta: "Fue un orgullo trabajar esta serie durante las últimas elecciones presidenciales. Fue increíble hacer algo sobre una chica que busca el control de su vida, ahora que estamos en una batalla tan fuerte. El ejemplo es haber tenido a una mujer tan cerca de ser presidente. Esto se trata de empoderar a la mujer y espero que quienes la vean se sientan de igual modo".

https://www.youtube.com/watch?v=g-U2G280kmI