Un día como hoy hace 30 años, Michael Jackson lanzó Bad, disco que se transformó en un suceso musical y que, además de los elogios de la crítica, consiguió un hito: ubicar en el primer lugar del famoso ránking Hot 100 de Billboard a cinco de sus singles: "I Can't Stop Loving You", "Bad", "The Way You Make Me Feel", "Man in the Mirror" y "Dirty Diana".
A tres décadas de ese hecho, importantes actores de la industria y colaboradores de Jackson conversaron con revista Rolling Stone sobre la hazaña conseguida por el material del fallecido "rey del pop".
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"Hubo mucha presión sobre Michael", recuerda el productor y compositor Bill Bottrell , quien trabajó codo a codo con Jackson y el tecladista John Barnes haciendo los demos del disco. Eso ya que el cantante tenía claro que era necesario superar a Thriller (1982), considerado uno de los mejores discos de todos los tiempos.
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Para crear un material a la altura, se reclutó a varios de los colaboradores que justamente participaron de Thriller, entre ellos el tecladista Greg Phillinganes, el ingeniero Bruce Swedien, el experto en sintetizador Michael Boddicker, el trompetista Jerry Hey, el percusionista Paulinho Da Costa, y los guitarristas David Williams y Paul Jackson Jr. Junto a eso, fue clave la participación del legendario productor Quincy Jones, quien trabajó con estrellas de la talla de Ray Charles, Ella Fitzgerald y Frank Sinatra.
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Junto a eso, recuerda Rolling Stone, Jackson supo ocupar la última tecnología disponible a mediados de los 80. "Fue como, 'Oh, Dios mío, podemos crear sonidos que nadie ha escuchado antes'", rememora Stephen Bray, quien trabajó como productor y escritor de temas como Like a Virgin y Like a Prayer de Madonna. "Fue esta convergencia de la tecnología más avanzada del universo conocido a su disposición, mezclada con la musicalidad de la vieja escuela", agregó.
Además de superarse a sí mismo, Jackson prepara su material en la misma época en que lo hacían estrellas como Madonna, Whitney Houston, Prince, y George Michael, por ejemplo. Así, la década del 80 estuvo numerosos discos que lograban varios Top Ten. El productor Narada Michael Walden, quien trabajó junto a la fallecida Whitney Houston en varios de sus éxitos ochenteros, había "una rivalidad saludable".
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En Bad, Jackson estuvo tras la composición de la mayoría de las canciones: escribió ocho de las 10 comprendidas en la versión original de Bad , incluyendo cuatro de los cinco N°1. "La visión vino de Michael", recuerda el productor Bill Bottrell. El cantante, recuerda también, creó estos hit en la comodidad de su casa, "un laboratorio creativo donde Michael podría resolver lo que quería hacer". Bottrell recuerda esas jornadas de trabajo: "Creo que Michael estaba bastante relajado todo el tiempo. Teníamos meses y meses conmigo sentado en la sala de control con él sólo almorzando, hablando, viendo películas en un día de lluvia cuando no tenía ganas de hacer algo. Fue realmente mágico".
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La única canción que ostentó el primer lugar de Billboard y que no hizo Jackson fue "Man in the Mirror", cuyos autores fueron Siedah Garrett y Glen Ballard. "Cada compositor en Los Angeles estaba enviando canciones de Quincy (Jones) para Patti (Austin) y Michael (Jackson)", recuerda Garrett. Una vez lograron llamar la atención del productor, conversaron incluso con el propio rey del pop. "Lo primero que me dijo fue 'me encanta esta canción'", agrega la compositora.
Chris Anokute, famoso empresario musical, recuerda lo que pensó al oír el resultado del disco: "Fue divino ver los videos de Michael Jackson y escuchar esas canciones. Nunca imaginé que un artista pudiera hacer ese tipo de magia". Anokute, vicepresidente senior de A & R para la compañía Epic Records, fue uno de los hombres detrás de la hazaña que consiguió Katy Perry en 2010: ser la única que logró igualar el récord de Jackson, con cinco N°1 en el ránking Billboard gracias a su álbum Teenage Dream. Para conseguir eso, reconoce, hay cosas clave: "El impulso, la claridad de visión y la química con sus colaboradores".