"La música que me gustaba era la que tenía la guitarra como centro", respondió el periodista John Seabrook a la pregunta de su acercamiento a la música pop. "Ni siquiera me gustaba mucho Madonna, no me parecía interesante". Su relación comenzó a través de su hijo, quien le introdujo en el terreno del pop contemporáneo al sintonizar las emisoras de la radio.

De a poco, el periodista comenzó a quedar atrapado por esas melodías, ritmos y ganchos. Entonces decidió que quería entenderlos en profundidad. Quién está detrás de esa música, se preguntó. Cómo se escribieron esos hits. El resultado de su investigación fue La fábrica de canciones (Reservoir Books), un ensayo que dota de seriedad a una parcela cultural que se toma injustamente como "poco seria".

https://www.youtube.com/watch?v=wq7ftOZBy0E

Tal vez el lado más maquinal de la industria musical es exhibido en el capítulo dedicado al K-pop (el pop surcoreano) y la figura de Lee Soo-man, creador de un sistema de ídolos que entrena con rigor a adolescentes para una carrera que puede acabar a la segunda canción o ni siquiera empezar.

Pero hay algo de creatividad en la industria. Según Seabrook, los compositores de los singles más exitosos son como "una misteriosa hermandad de magos musicales": usan seudónimos de manera de mantener la ilusión de que el cantante es el autor de la canción.

Como ejemplo pone al productor sueco Denniz PoP. Poca gente sabe quién es realmente Denniz PoP, pero muchos más recuerdan una canción llamada "All that she wants". PoP fue el principal artífice del éxito de Ace Of Base, banda seminal del pop entendido como ciencia de laboratorio, con el computador como primer instrumento.

https://www.youtube.com/watch?v=d73tiBBzvFM

Al contrario de los artistas del Brill Building, PoP no se preocupaba mucho por sus letras, ni siquiera por su corrección gramatical. Según su idea de la "matemática melódica", el pop perfecto se preocupa solo por encajar el sonido de las letras con la melodía.

Fue en Estocolmo donde PoP estableció sus ahora conocidos estudios Cheiron, una fábrica de hits formada por compositores y productores locales. Fue aquí donde Backstreet Boys grabó sus primeros éxitos y donde Britney Spears acabó, en solo diez días, más de la mitad de su disco debut.

https://www.youtube.com/watch?v=Q4VK9_CfOLQ

Denniz, enfermo de cáncer, no pudo grabar con la estadounidense. En cambio, la intérprete de "Crazy" debió trabajar con su discípulo Max Martin, convertido posteriormente en el mayor "hitmaker" de la historia.

Tan hermético es el círculo, que Seabrook no consiguió entrevistar a Martin.

Según el periodista, alrededor de los productores todavía impera el secretismo. "Realmente te quieren hacer creer que Rihanna compone sus canciones".