Seis montajes destacados, veinte funciones gratuitas, once comunas capitalinas, la mayor parte de las cuales no acostumbran acoger la producción escénica chilena. He ahí los elementos constitutivos del Ciclo Teatro y Memoria, iniciativa de la Fundación Teatro a Mil que persigue "llevar espectáculos de calidad a distintos sectores de la población y, de esta manera, ayudar a acortar la brecha cultural que existe en nuestro país".

Así las cosas, a partir de este lunes y hasta el 7 de noviembre se presentará un atractivo ramillete de producciones locales, a saber: La amante fascista (dir.: Alejandro Moreno), Pinochet, la obra censurada en dictadura (dir.: Sebastián Squella), Esto (no) es un testamento (dir.: Pilar Ronderos e Italo Gallardo), No tenemos que sacrificarnos por los que vendrán (dir.: Colectivo Zoológico), Comisión Ortúzar (dir.: Ana Harcha) y Villa (dir.: Guillermo Calderón).

En tanto, los lugares escogidos para llevar a cabo las funciones son el Centro Cultural de San Joaquín, el Centro Cultural de La Granja, el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la U. de Chile (Independencia), el Centro Cultural Tío Lalo Parra (Cerrillos), la Casa de la Cultura Víctor Jara (La Cisterna), la Corporación Cultural de Recoleta, el Centro Cultural Violeta Parra (Cerro Navia), la Casa de la Cultura Concejal Eduardo Cáceres (Pedro Aguirre Cerda), el auditorio del Museo de La Memoria (Santiago) y dos escenarios que aún se deben confirmar en las comunas de Quilicura y Lo Prado.

A juicio de la fundación, se trata de "una potente selección de obras que, en el encuentro con el público, abren nuevas oportunidades para reflexionar acerca de la historia reciente desde innovadores formatos escénicos que ofrecen sus creadores". Añaden los organizadores, a través de un comunicado, que el ciclo se concibe como "una oportunidad para generar nuevas instancias de circulación de creaciones chilenas contemporáneas, provocativas y críticas sobre temas que aún ocupan y preocupan a nuestra sociedad".

El arranque del ciclo tiene hoy lugar en Cerro Navia, con La amante fascista, y en La Cisterna, con Pinochet…. En la primera, una mujer de 32 años vive en una villa militar esperando a su amante, jerarca que prometió visitarla aprovechando que el marido realiza un entrenamiento en Panamá. En la segunda, cuyo estreno original fue impedido por las autoridades en 1986, cuatro influyentes personajes del régimen cívico-militar piensan el futuro del país.

El cierre de la iniciativa, en tanto, tendrá lugar el 7 de noviembre en Recoleta, con una función de Esto (no) es un testamento: la obra pone en escena los más de 60 años del Teatro Ictus a través de las historias personales de sus protagonistas.

El Ciclo Teatro y Memoria cuenta con el apoyo del Departamento de Subvenciones Presidenciales y la colaboración de los municipios en que se presentarán las obras.