Son cerca de las diez de la noche y el termómetro en el Aeródromo de Tobalaba marca dos grados, pero eso a Américo no le importa. "Hoy grabamos toda esta parte del video, aunque nos quedemos toda la noche". Con ese ímpetu, y en medio de una escena que parece, sacada de una cinta hollywoodense, entre aviones y helicópteros, el artista registró el videoclip de su nuevo single, Será, producción que se estrena hoy en distintas plataformas.

El nuevo sencillo, una cumbia romántica con arreglos modernos, relata la historia de un protagonista que lo tiene todo, excepto, claro, el amor. Las locaciones del clip incluyen un departamento capitalino y el aeródromo. "Aunque no voy a volar, imagínate las imágenes con estos juguetes al lado y nosotros al medio tocando en el hangar con una súper banda, no una orquesta. Lejos es una apuesta más internacional y súper ambiciosa", cuenta.

La emoción que muestra el ariqueño con la producción, en parte, tiene que ver con que es codirector del video. Un trabajo que lidera Robert Díaz, destacado realizador audiovisual, cuyo catálogo incluye el clip "Trenes", de Jorge González, y el DVD Corazones en vivo, del también ex Prisionero. Y si es por aumentar los nombres de relevancia, el track es parte del título homónimo lanzado este año bajo la multinacional Sony Music.

¿Se han cumplido las expectativas que tenía con el disco?

Los dos singles, "La duda" y "20 veces", se han metido fuerte en las radios. La gente asumió muy bien esta evolución musical que fue bastante jugada y puede que exista un poco de aprensiones de parte de los más puristas (de la cumbia), pero creo que no, a todos les gusta eso que La duda comenzara con una cosa más pop, más romántica, y de repente aparece la cumbia.

¿Siente que como artista ha adquirido un nuevo estatus?

Sí. He aprendido mucho, hoy tengo la claridad y la concentración para estar encima de mis proyectos, y también puedo mirar desde afuera mi trabajo. Además, hoy delego funciones: por ejemplo, antes era el productor de mis discos, ahora fue José Luis Pagan.

Y ese espaldarazo de una multinacional es el que hoy lo tiene preparando las maletas para el desembarco definitivo en la capital de la música latina, Miami. Una internacionalización con varias intentonas, incluida una gira de despedida en 2012, pero que finalmente no resultó: "Lo que no tenía considerado era qué tan fuerte era el tema para mi familia, mi esposa y mis hijas, sobre todo la más chiquitita. Porque yo sigo viajando y con shows, pero ellas son las que se quedan esperando", apunta.

Y sigue: "Nunca le hemos fallado a la idea de la internacionalización, llevamos mucho tiempo tocando en toda Latinoamérica, también fui coach de The voice en Ecuador (2016). Nuestro trabajo ha sido atípico a lo que es instalarse en el norte y que de allá chorree hasta el sur; lo nuestro fue al revés. Esto crea una base más solida y te demuestra como artista en el tiempo, no llegas como una moda o un boom".

Ahora la mudanza es concreta: "Ya está decidido y vamos a echar raíces. El proyecto como lo tenemos tan avanzado no pasa más allá de 2018", asegura. El plan fija a Miami como centro de operaciones para su proyección internacional: "Desde ahí puedo entrar al mercado mexicano, también al público latino de EE.UU. y Puerto Rico", finaliza.