El equipaje es musical, la brújula apunta a Colombia y los propósitos son claros: extender los límites de la prolífica escena chilena, trazar puentes internacionales, estrechar vínculos con mercados más robustos. Esas son las coordenadas que mueven a la feria Circulart de Medellín, el encuentro de música más relevante de Latinoamérica y donde anualmente se reúnen artistas, mánagers, emprendedores, y representantes de la industria y de los medios para abordar el presente y el futuro de la escena continental.

En su octava edición, que se hará del 2 al 5 de noviembre, la delegación chilena está integrada por variados representantes del circuito, quienes viajan con financiamiento del Fondo de fomento para la música nacional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Entre ellos aparecen los grupos Miss Garrison, trío inclinado hacia las guitarras y con una activa agenda en vivo; y Negros de Harvar, cultores de una intensa fusión de música latinoamericana. Ambos estarán en los showcases fijados por el evento.

"Son instancias que dan paso a otras cosas, se puede mostrar lo que hacemos a la gran cantidad de promotores latinos que asiste. Nuestra idea es poder internacionalizar nuestros shows", dice Rodrigo de la Rivera, de Miss Garrison. Juan Carlos Vukasovic, de Negros de Harvar, acota: "Nos permite estrechar lazos de confianza con músicos locales, pero especialmente con los gestores culturales, que son un pilar fundamental".

Por parte de los sellos y las plataformas de difusión, los representantes chilenos serán Mescalina, Balmarock, Radionauta, Remolino Discos, VibraPo, Quemasucabeza, Mustach, Fanear e Interdimensional. "Esta será nuestra tercera participación y siempre ha sido muy provechoso, porque hemos logrado agendar giras y hacer nexos con otros sellos, lo que nos ha permitido trabajar grupos tanto de ida como de vuelta", dice Rubén Verdugo, de Mescalina.