Hace poco más de un año, la banda electrónica Survive vivía una silenciosa carrera en el circuito indie estadounidense. La realidad hoy no ha cambiado radicalmente, ya que el nombre de la banda aún no es de reconocimiento internacional, pero sí, probablemente, el trabajo de sus compositores, Kyle Dixon y Michael Stein, es conocido para todo el público seriéfilo. Ambos son los hombres detrás de la música original de Stranger Things, parte fundamental del encanto retro de la serie de Netflix, que el viernes pasado estrenó su segunda temporada.

"Lo mejor de estar en esta serie es que ya no le hemos tenido que explicar a nadie qué tipo de música hace Survive", dice riéndose Michael Stein a Culto, en conversación telefónica. Su compañero asegura: "El estar en esta serie nos ha permitido explorar música que siempre nos interesó, pero que difícilmente hubiéramos incluido en uno de nuestros álbumes. En Stranger Things hemos podido explorar, entre otras cosas, melodías más dulces, mientras que en Survive todo está más inspirado por la ciencia ficción".

El obtener el trabajo que puso su música en los lugares de avanzada fue cosa casi del destino: entre los fans que seguían a la banda estaban los hermanos Matt y Ross Duffer, creadores de la serie. "Nos contactaron cuando recién estaban vendiendo el proyecto, a alguna productora que se interesara, porque querían utilizar una canción nuestra en un teaser. Entonces nos tenían en mente cuando el proyecto se hizo real", dice Stein.

La música de la serie, creada con sintetizadores análogos de los 70 y 80, varía entre melodías de alta tensión y catarsis emotivas, tomando una variedad de influencias: desde compositores del cine de terror, como John Carpenter, hasta músicos electrónicos como Giorgio Moroder. "He sido siempre un fanático de la música instrumental, y además soy fanático del cine, entonces crecí escuchando bandas sonoras. Y mis favoritas siempre fueron las que sonaban un poco extrañas y que estuvieran inspiradas en la electrónica experimental que me gustaba", explica Stein.

Pero acostumbrarse a componer para televisión -en una labor que los tuvo nominados al Grammy, y por la que ganaron un Emmy en septiembre- no fue una tarea inmediata. "Había que aprender un poco cómo funcionaban las cosas, desde algo tan básico como la canción principal, que tenía que construir suspenso y energía", culmina Dixon.