Publican libro con 12 entrevistas a cineastas y actores chilenos

En una década, entre 2006 y 2016, el cine chileno cambió: experimentó un sostenido crecimiento en términos de producción, alcanzó reconocimiento en festivales como Berlín y Cannes, ganó un Oscar (Historia de un oso) y fue nominado a otro (No). En la colección de entrevistas reunidas en el libro ¿Por qué filmamos lo que filmamos? Diálogos en torno al cine chileno (2006-2016), una docena de cineastas locales comparten su metodología de trabajo, dialogan respecto a los desafíos de realizar cine en nuestro país, dan a conocer los temas que los conmueven y hablan de la manera en que escogen contar sus historias.

Las conversaciones fueron realizadas en el contexto del ciclo de cine chileno de la Universidad del Desarrollo, donde los estudiantes son invitados a ver una película y luego pueden conversar con el director y/o protagonista de ésta. La autora del volumen, Antonella Estévez, entrevistó a ocho de los doce entrevistados, y fue la encargada de la edición. "Creo que es muy valioso tomar la fotografía del momento y ver cómo las películas se van produciendo en relación al diálogo y la sociedad que la concibe", explica.

Las personalidades del mundo audiovisual chileno entrevistadas en el libro son Jaime Vadell (Padre Nuestro), Catalina Saavedra (La Nana y Gatos Viejos), Matías Bize (La vida de los peces), Alberto Fuguet y Pablo Cerda (Música campesina), Sebastián Lelio (El año del tigre), Andrés Wood y Eliseo Altunaga (Violeta se fue a los cielos), Dominga Sotomayor y Gregorio González (De Jueves a Domingo), Edison Cajas y Miguel Ángel Miranda (El vals de los inútiles), Maite Alberdi (La Once), Bettina Perut e Iván Osnovikoff (Surire), Sebastián Moreno (Habeas Corpus) y Antonia Zegers (El Club).

-¿Por qué eligió a estos directores?

La selección tenía que ver con que la película fuera significativa y que la conversación con el director o actor fuera también transcendente. Es decir, una conversación que pudiera significar más que ese momento en específico.

-¿Hay alguna entrevista que no esté en el libro y hubieras querido incluir?

La de Pablo Larraín, que fue sobre Neruda. Por alguna razón no quiso y es una lástima porque era una muy buena entrevista donde hablaba mucho del trabajo en equipo. Yo creo que habría sido muy bueno compartir el aprendizaje que él ha tenido a lo largo de su carrera. Pero al final fue la decisión de cada entrevistado decidir participar en el libro.

-¿Cuál fue la entrevista que más te marcó?

De las 12 entrevistas, hay cuatro que no hice. La de Jaime Vadell a mí me voló la cabeza: cuando me tocó editarla, de verdad me pareció muy emocionante. Tomar la mirada de este hombre que está haciendo cine hace 50 años y la perspectiva que tiene bajo todo este proceso es increíble. Dice una cosa que es fundamental: "nada se está inventando de la nada". El cine chileno tiene su historia, entonces, y los chilenos la tenemos que conocer. Esa es una razón por la que hacemos estos ciclos. Los chicos conocen películas gringas y/o europeas y son sus referentes. Pero son referentes ajenos. Entonces, es importante vincularse con la historia y creo que Jaime Vadell hace eso.

-¿Cuáles son las conclusiones de este libro?

Yo creo que estamos en un momento emocionante del cine chileno, donde hay más que nunca muchas voces hablando, y eso se está notando en la producción. Por sus características intrínsecas, el cine siempre ha sido tremendamente elitista: es muy caro hacer y estudiar cine. Pero ahora con los avances tecnológicos y el crecimiento de escuelas y talleres de cine hay más oportunidades para hacer películas. O sea, ahora hay mujeres dirigiendo, gente LGTB dirigiendo y gente de distintas clases sociales haciendo cine, y eso está expresando en la variedad de películas que hay en el cine chileno.