Filarmónica de Viena debuta en Chile con la energía de Dudamel
El "sonido vienés" de una de las orquestas más prestigiosas del mundo llega hoy al Teatro Municipal con la batuta del director venezolano.
Una antigua fotografía del año 1923 lo atestigua. En ella aparecen el legendario Richard Strauss y los músicos de la Orquesta Filarmónica de Viena en el frontis del Teatro Municipal de Rio de Janeiro. Era la primera gira de esta agrupación fuera de Europa, y bastante antes que EEUU, se dejó caer primero en Sudamérica, donde también actuó en el Colón de Buenos Aires.
Tras esa visita, la que es considerada una de las mejores orquestas del mundo, vino en reiteradas ocasiones al continente. Hace tan solo dos años, el conjunto vienés estuvo en Brasil y Colombia, de la mano del maestro ruso Valery Gergiev, pero hoy, casi 100 años después de aquella histórica gira, debuta en Chile, en el Municipal de Santiago.
La Filarmónica de Viena es una de las más antiguas en continuo ejercicio del mundo, y desde su concierto inaugural en 1842, ha sido auto-regida por los propios músicos que la conforman. Y una de las mayores razones de su prestigio es la atribución de un sonido único, característico, el cual ha mantenido durante más de un siglo y medio. "Es un sonido vienés, que se ha transmitido de generación en generación, desde la fundación hasta el presente", explica a Culto el presidente de la orquesta, y violinista de la misma, Andreas Grossbauer. "Esa sonoridad viene de nuestros instrumentos, especialmente el corno, el oboe y los timbales, junto a la afinación".
Otra particularidad de la Filarmónica de Viena es que funciona sin director titular. En sus primeras décadas contaba con lo que ellos llaman "directores de suscripción", lo que duró hasta 1933, siendo Clemens Krauss el último. Desde entonces, sus temporadas se nutren de directores invitados, y dado el prestigio de la marca, estos son los nombres más cotizados de la escena mundial. Así, entre los directores que han dejado su huella en la capital austriaca estarán Wilhelm Furtwängler, Herbert von Karajan, Leonard Bernstein, Claudio Abbado y Pierre Boulez. "El no tener director titular nos ayuda a mantener nuestro específico sonido vienés", comenta Grossbauer. "Y además nos enriquece el poder escoger entre los mejores directores del mundo".
A veces polémica
Su apego a las tradiciones supone un cierto conservadurismo, y la orquesta no ha estado exenta de polémicas. Una de ellas es que hasta 1997 no aceptó mujeres en sus filas. "Ya no es un problema en estos días, tenemos 16 mujeres entre 146 músicos, y la orquesta escoge sus miembros por la calidad musical y como se adapta a la orquesta, y no por género", dice Grossbauer. Agrega que "el promedio de edad es joven, mayoritariamente bajo 40, así que no hay prejuicios".
Una polémica histórica que sigue pesándole de algún modo a la orquesta es su asociación al nazismo, en tiempos que Hitler anexó Austria en 1938. Se persiguió a sus integrantes judíos y la institución fue usada con fines partidistas. Hoy hay una política de transparencia. "Hemos abierto nuestros archivos, y publicamos investigaciones al respecto", apunta Grossbauer. "Es un proceso que tomará algunos años, pero estamos avanzando".
Para esta gira latinoamericana, la Filarmónica viene con Gustavo Dudamel como aliado, quien regresa a Chile luego de su presentación en 2011 junto a la Sinfónica Juvenil Simon Bolívar en el mismo Municipal de Santiago. Ahora retorna convertido en estrella mundial. En palabras de Grossbauer, "ha sido una relación refrescante, llena de energía, basada en un alto entendimiento musical".
El programa lo integran Johannes Brahms, con la Sinfonía No.1 Op.68, Variaciones sobre un tema de Haydn Op.56 y Obertura Festival Académico Op.80. Las dos primeras fueron precisamente estrenadas por la Filarmónica de Viena (en 1876 y 1873, respectivamente). "Brahms juega un rol esencial en la historia de la orquesta y la tradición musical europea", dice el presidente de la institución. "Encontramos un nexo entre la clásica escuela de Viena (Haydn, Mozart) y la moderna (Schoenberg, Berg, Webern)". Más allá del hito que significa el estreno de la Filarmónica de Viena en Chile, el interés también estará en el sonido que Dudamel le imprima a esta terna de reconocidas obras.
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