Rampage: habla el elenco de la gran apuesta del cine de acción

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El director y los actores de la nueva cinta de Dwayne Johnson (La Roca) cuentan a Culto las claves del filme que llega este jueves y que quiere romper la maldición que persigue a los videojuegos en el cine.


"Por supuesto que estoy al tanto de la 'maldición' de las películas de videojuegos", dice el director Brad Peyton, con una sonrisa nerviosa. "Gracias a Dios, dejé eso de lado mientras estaba filmando. Pero ahora, obviamente lo estoy volviendo a recordar ya que me lo preguntan en entrevistas, y estoy entrando en pánico", agrega riéndose. El cineasta no tiene poco peso sobre sus hombros.

Su próxima película, Rampage, que se estrena este jueves en Chile, es una de las grandes apuestas de los estudios Warner para este semestre. Por estos días en Hollywood, ninguna otra película tiene más afiches en las calles, haciendo imposible caminar más de una cuadra sin encontrarse con una gigantografía de la cinta. Ni la próxima Avengers tiene tanta promoción.

No es de extrañar: tras el éxito de Ready player one, Warner no tiene estrenos de un perfil tan alto hasta fin de año, cuando llegue la secuela de Animales fantásticos y la cinta en solitario de Aquaman. Las fichas están puestas en que Rampage ayude al estudio a sonreír durante el primer semestre.

Pero la película tiene un desafío mayor. Después de todo, está basada en un videojuego -de arcade, no muy conocido en Chile-, género que no ha tenido nunca un triunfo inapelable en la pantalla grande. Las críticas a todas las películas de este tipo en la historia han sido negativas, y su recaudación es, en el mejor de los casos, decepcionante, y en el peor, un desastre.

Pero Peyton, a pesar de su nerviosismo, confía en tener las herramientas para romper la tendencia: "Creo que la mayoría de las películas de videojuegos que fracasan, es porque no logran adaptar mitologías muy complejas del juego, y personajes que la gente ya vio y que el juego ya desarrolló muy bien. Es casi imposible hacer una película mejor que eso. Pero aquí no tenía ese problema". El realizador después agrega: "Rampage no es un videojuego con mucha historia, por no decir que no tiene. Entonces pensé qué era lo que le gustaría ver a un fanático de este juego, y era simplemente tres monstruos luchando. Todo lo demás fueron licencias creativas mías, y eso me pareció interesante".

Luchando con animales

Quizás el mejor argumento de Rampage para evitar ser víctima de la maldición del género es su protagonista: Dwayne Johnson, el actor más rentable del cine de acción moderno. Un rostro con el que Peyton ya ha entablado una relación profesional: antes colaboraron en las exitosas Viaje 2: La isla misteriosa (2012) y Terremoto: La falla de San Andrés (2015).

"La primera vez que conocí a Dwayne le ofrecí estar en Viaje 2, y me acuerdo que estaba filmando en esa época una de las Rápido y furioso, entonces cuando me pude reunir, estaba caracterizado como Hobbs (su personaje en la franquicia), con la barba de chivo y viéndose aún más grande lo que es normalmente. Era realmente una visión muy escalofriante, pero resultó ser un tipo muy dulce", dice el director riéndose.

En Rampage, Johnson es Davis Okoye, un poco sociable especialista en primates del zoológico de San Diego que tiene una relación especial con George, un gorila albino al que rescató hace años de un grupo de cazadores. Pero las cosas cambian cuando las consecuencias de un experimento genético ilegal de una inescrupulosa corporación transforman a George y a dos animales más (un lobo y un cocodrilo) en versiones gigantes, mutantes y agresivas de sí mismos, que destruyen todo a su paso. Así, Okoye debe buscar una forma de recuperar a su amigo y de paso evitar la destrucción de EE.UU.

"El desafío era hacer ver a Dwayne pequeño, cosa que no es lo más fácil del mundo", dice Peyton. "Pero él estaba más que dispuesto. Siempre me decía que quería verse más sucio, más herido, más asustado, porque las cosas que su personaje tenía que enfrentar eran gigantes. Dwayne no tiene problemas con no verse fuerte todo el tiempo. En esta película le pedí ser la versión más vulnerable de sí mismo, porque ya lo hemos visto ser el tipo gigante y duro que podría partir a alguien en la mitad si quisiera", agrega.

Buenos y malos

Ni si quiera La Roca puede enfrentar a tres monstruos gigante solo. Para acompañar a su estrella, Peyton reclutó a un elenco de distintos trasfondos, donde se encuentran desde nominados al Oscar hasta uno de los rostros más infames de la televisión moderna.

Una de las incorporaciones que más pone orgulloso al director es la de Naomie Harris, en su primer papel después de su nominación al Oscar por Luz de Luna (2016), sobre todo porque convenció a la actriz de sumarse a Rampage cuando estaba en pleno proceso de promoción de esa cinta.

"Estaba en un taxi camino a la función de prensa de Luz de Luna, y la verdad no estaba de muy buen humor, estaba muy cansada. Y todo el camino me fue contando por celular sobre este proyecto de una forma tan apasionada y energética que cuando ya salí del taxi, me sentía nuevamente entusiasmada. Entonces ahí pensé, '¿dónde firmo?'", explica Harris, quien en la cinta interpreta a Kate Caldwell, una científica que ayuda a Okoye en su búsqueda por frenar a George y los otro animales.

"Teníamos un plazo muy corto para filmar. Era una locura filmar una película tan grande en tan poco tiempo. Pero a pesar de la presión, Brad siempre se mantenía entusiasta. Siempre tenía presente en la audiencia y cómo podrían disfrutar más la película".

Del lado de los villanos están Malin Åkerman (Watchmen) como una fría ejecutiva de la corporación responsable por la transformación de los animales, y Joe Manganiello (Magic Mike) como un mercenario que trabaja para ella.

"Esta es una villana marcada por su posición de poder. Y si algo he aprendido de las personas que tienen poder y dinero, es que se sienten muy cómodas en su posición. Cuando se tiene poder, no hay que estresarse. Ella siempre está un paso adelante; así fue como consiguió este poder, entonces siempre está muy calmada. Y eso es lo que asusta de ella", explica la actriz. Manganiello por su lado protagoniza una de las principales secuencias de acción de la película, donde se enfrenta cara a cara con uno de los monstruos. Algo que, obviamente, le requirió rodeado de pantallas verdes y un enemigo al que no veía en la vida real. "No fue tan difícil cuando te dan algo que hacer. En este caso, tenía que estar corriendo y disparando en todo momento, en vez de mirar al vacío sin saber exactamente cómo sería el monstruo en la película", dice el actor. "Me pareció interesante la idea la experimentación genética, porque es algo que está pasando hoy. Hay doctores buscando la forma de reescribir nuestro ADN y eliminar problemas como las enfermedades autoinmunes o el cáncer. Eso podría cambiar el mundo", continúa.

Sin dudas, después de Johnson, la cara más reconocible del elenco es la de Jeffrey Dean Morgan, el infame villano Negan de The walking dead. En Rampage, Morgan interpreta a Harvey Russell, un agente de una organización gubernamental con motivaciones misteriosas, y que entabla una mezcla entre rivalidad y bromance con el personaje de Johnson. Russell es también un autodefinido cretino, algo que inevitablemente lleva a comparaciones con Negan. "Filmé esta película al mismo tiempo que The walking dead. Y cuando vi la cinta terminada, me di cuenta que incorporé algunas cosas de Negan al personaje, no puedo negarlo. Y de hecho, cuando Dwayne y Brad lo notaron, me pidieron que lo hiciera más. Querían más de Negan en este personaje. Yo la verdad, quería alejarme un poco de eso, pero debo reconocer que funcionó", cuenta Morgan, aunque reconoce, medio en broma medio en serio, que lo preocupa el encasillamiento: "no quiero que la gente lo vea y piense, 'no sabe hacer otro personaje'. Sé que la gente de ahora en adelante siempre verá algo de Negan en mí. Incluso si hago una comedia romántica".

Morgan tiene experiencia haciendo a los cretinos personajes tan amados como odiados por la audiencia. "Nadie es completamente agradable ni completamente odiable", asegura que es su filosofía. Su papel en Rampage tiene mucho de Negan (con la diferencia de que Russell es en el fondo un buen tipo), pero también mucho de un actor que se nota disfrutó de la locura de trama en la que se encontraba metido. "A pesar de no saber el 90% del tiempo lo que estaba haciendo, porque estábamos rodeados de pantallas verdes, Brad fue fundamental en orientarnos. En cada escena, nos hacía filmar los diálogos dos veces. Una vez como él te lo pedía, y otra en la que te dejaba en libertad de hacer lo que tú creyeras más entretenido", concluye.

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