Rumania, Marruecos, Vietnam, España. Los últimos destinos del Love+Dance World Tour, la ambiciosa y extensa gira que desde el año pasado tiene a Luis Fonsi recorriendo prácticamente todos los rincones del planeta, dan cuenta del alcance que la música del puertorriqueño goza desde enero de 2017, cuando lanzó el mayor éxito global de la historia de la música latina y su carrera, inevitablemente, tuvo un antes y un después. De eso ha pasado un año y medio y hoy todo parece distinto; no solo para el solista sino que para el pop latino.
"Para mí es emocionante poder llegar a Túnez o a Vietnam, lugares a los que voy por primera vez y culturalmente muy lejanos, cantando música en español a un público nuevo, justo cuando estoy cumpliendo 20 años de carrera", comenta el artista sobre su tour, que ya pasó en dos ocasiones por Chile, la última de ellas en el pasado Festival de Viña.
Y si para algunos Despacito ya es un tema algo trillado, Fonsi, que la ocupa para cerrar todos sus espectáculos, no se cansa de responder preguntas y volver a analizar el himno que, indiscutidamente, puso de moda los ritmos latinoamericanos en el resto del planeta, batió casi todos los récords posibles y hace solo algunas semanas salió del ranking Billboard Hot 100, 18 meses después de su aparición. Ahora, ad portas de su primer disco en cuatro años y con un nuevo éxito bajo el brazo, la pegajosa y caribeña Calypso -con la inglesa Stefflon Don-, el boricua se consolida como el nuevo fabricante de himnos para la audiencia global.
"Mi género es el género pop, que viene de la palabra popular, y eso es lo que quiero hacer: música melódica que la gente quiera cantar y bailar. Tengo algunas canciones más complejas que otras, pero a veces uno quiere hacer temas para que la gente la pase bien, como Calypso. Creo que el mundo necesita un poco de eso hoy día".
-Hay quienes postulan que hacer una canción simple es mucho más difícil que hacer una compleja.
-Es algo que siempre he dicho. Yo estudié música clásica en la universidad, tomé clases de jazz y escucho de todo: salsa, dance, pop, reggaetón, rock. Me causa gracia la gente que escucha un éxito de tres o cuatro acordes y automáticamente cree que es fácil escribirla. Si lo fuese, pues háganlo (ríe). Lo cierto es que todo tiene su arte, y es bonito poder hacer una canción especial con simpleza, siempre con buen gusto, respeto y hablando de cosas positivas. Por suerte he podido hacer ambas cosas. La música latina en general está viviendo un buen momento y hay que aprovecharlo.
-2017 fue el año más exitoso en cifras para el pop latino. ¿Cuán responsable se siente de eso?
-Me parece que ya era hora que el público que no es latino se tome el tiempo de escuchar una canción latina y contagiarse con nuestro buen rollo. Creo, en ese sentido, que el mundo está listo para escucharnos, y me siento orgulloso de haber sido parte del movimiento, de haber tenido una canción que se convirtió en un fenómeno y que introdujo una palabra que ahora mucha gente sabe qué significa.
-¿Cree que se pueda repetir un fenómeno como ese? ¿Es algo que busca?
-Ese momento ya lo vivimos, estoy en búsqueda de otras cosas. Uno como cantante quiere ser exitoso, no te puedo decir que no lo busco, porque uno quiere que a la gente le guste lo que uno hace. Despacito siempre va a ser mi canción y siempre la voy a celebrar, no tengo que luchar por llegar allí otra vez. Es un fenómeno que no había pasado en años. Pero pretender repetirlo... nada es imposible y yo no soy pesimista, pero soy realista. Ahora creo que es importante el próximo paso y no aferrarme al pasado.
-¿Qué se puede esperar de su nuevo disco? ¿Mantendrá la mezcla de baladas y baile de su gira?
-El disco por supuesto que va a tener canciones como Despacito, Échame la culpa y Calypso, además de otros medios tiempos, baladas románticas, de todos sabores y colores. Hay otras con cuerdas, con la Sinfónica de Londres, con coro góspel, y también baladas con solo una guitarra acústica. Me gusta ser versátil, sorprender a la gente, nunca me he considerado un baladista tipo crooner, de corbata y chaqueta.
-¿Cuán importante ha sido en esta gira su director artístico, el músico chileno Roberto Trujillo?
-Con Roberto trabajo día a día, ha sido el líder de mi banda desde el comienzo de 2017 y hemos recorrido el mundo juntos. Ha sido mi partner. Es un gran músico, un gran director de banda y un gran amigo. Y definitivamente le ha dado un sonido muy moderno e innovador a mi show, logrando juntar los éxitos actuales con los de 20 años de carrera.
-Recientemente lanzó su primer disco Camila Gallardo, que incluye un tema de su autoría. ¿Podría ser con ella su próximo dueto?
-De Camila estoy orgullosísimo, porque fue la primera vez que fui coach en The voice, y aunque no quedó en primer lugar siempre fue mi ganadora y prometí involucrarme en su carrera. Ahora verla volar solita gracias a su esfuerzo me enorgullece, y pienso que el mundo de la música necesita una voz y un talento como el de ella. Me encantaría que hiciéramos un dueto, hemos cantado juntos muchas veces y estoy seguro que saldría muy bien.