La serie pone su acento en el surgimiento de la industria del porno en Nueva York, desde principios de los 70 hasta mediados de los 80. Pero el primer episodio, de extensos 85 minutos, no entra de lleno en la historia, sino más bien se encarga de introducir el contexto de Manhattan en 1971 que permitió a la pornografía transformarse en un imperio.

Como la mayoría de las historias de Simon, The Deuce es un relato coral, siguiendo a múltiples protagonistas. Vincent Martino (James Franco, quien también dirige dos episodios de la temporada) es un carismático pero financieramente inestable barman que abandona su trabajo en Brooklyn para dedicarse exclusivamente al restaurante que maneja en Manhattan. Su relación con su fiestera esposa y madre de su hijo, Andrea (Zoe Kazan), no es de las mejores, y su hermano gemelo Frankie (James Franco de nuevo) termina arrastrándolo hacia problemas con la mafia.

Eileen (Maggie Gyllenhaal) es una hábil prostituta con un hijo y que trabaja bajo el nombre Candy, rehusándose a tener un proxeneta, quedándose con todos sus ingresos, y Abby (Margarita Levieva) es una ambiciosa estudiante universitaria que sabe usar su sexualidad a su favor. A todos los rodea un entorno donde la línea entre criminales y policías es borrosa, los proxenetas y las drogas -más la violencia que conllevan- dominan la vida nocturna.

A todos los personajes los une además el conocimiento de una verdad fundamental: el sexo vende. Y la explotación de ese recurso es sinónimo de poder.

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