Avanzados los años 70, Herbie Hancock, el inquieto pianista de Chicago que parece nunca repetirse en su abultada discografía de casi medio centenar de álbumes, fue dejando a un costado el funk que lo hizo reconocible al frente de The Headhunters para abrirse paso entre una serie de trabajos más electrónicos.

Nada inusual si pensamos la senda experimental e innovadora del músico detrás de "Cantaloupe island", "Chameleon" y "Rock it"; pero tal vez Sunlight, su decimosexto trabajo, uno en donde el músico se rodea de una serie de sintetizadores y teclados para dar forma a cinco canciones y poco menos de cuarenta minutos de música, sea el pináculo de ese período.

Primero que todo, allí Hancock se hace acompañar de una banda de soporte distinta para cada tema, con bateristas de la talla de Tony Williams (Miles Davis), Harvey Mason (Chick Corea) y Leon "Ndugu" Chancler (Michael Jackson, Weather Report), a la par de bajistas como Byron Miller, Paul Jackson (The Headhunters) y el legendario músico Jaco Pastorius.

Luego, siempre sentado frente a un clavinet Hohner o al piano eléctrico Rhodes, el hombre de "Alone and I" despacha algunas de las más singulares piezas de su repertorio de jazz-funk. Allí están temas como "I thought it was you", donde su voz adquiere protagonismo acompañada del entonces innovador vocoder:

O "Sunlight", al ritmo trepidante de dos conocidos de la época de The Headhunters, los músicos Paul Jackson y James Levi:

Sunlight, por así decirlo, opera como una especie de bisagra en la discografía de Herbie Hancock. Se ubica entre medio de dos de los más conocidos álbumes de estudio firmados por el músico: por un lado, el influyente Head Hunters (1973), pieza angular del repertorio de jazz-funk del músico y su banda The Headhunters, caracterizada por su potente groove:

Y el seminal Future shock (1983), publicado una década después y considerado su más importante trabajo de electro-funk, un disco importante que sirvió como columna vertebral para movimientos posteriores —como el hip hop— gracias a la inclusión de scratches y una caja de ritmos:

Entonces, rodeado de distintos músicos y el ingeniero David Rubinson, mítico productor y fundador del estudio The Automatt —donde se hizo la música de Apocalypse Now y algunos discos de gente como Ron Carter y Santana—, el pianista grabó codo a codo las canciones de Sunlight junto con Rubinson, mientras que en Los Ángeles se registraron por separado todos los bronces del álbum.

Hancock ya se había hecho de un nombre frente al piano cuando participó activamente del Miles Davis Quintet, donde, en 1966, escribió la banda sonora de la película Blow-up de Michelangelo Antonioni. El dato no es gratuito: eran los años en que tocaba mancomunado con Ron Carter en el bajo, Wayne Shorter en el saxo y el portentoso Tony Williams en batería.

Tal vez el momento más alto —y extraño— de Sunlight aparece sobre el final, en los más de ocho minutos de "Good question", donde precisamente el baterista Tony Williams toma un protagonismo inusitado, a la altura de su leyenda y perfectamente atado al virtuosismo de otro músico legendario, nada menos que Jaco Pastorius en el bajo eléctrico:

Por estos días Sunlight cumple cuarenta años desde su lanzamiento y Herbie Hancock, su autor, anunció una presentación en el Teatro Caupolicán de Santiago para el próximo 12 de noviembre.