Orson Welles tenía 16 años cuando trabajaba de lleno en las artes escénicas. La capital irlandesa le dio el primer escenario en el que comenzó a hacerse un nombre, pero el viaje a Nueva York en 1932 fue el punto de no retorno en su carrera.
Luego de trabajar en obras de renombre como Romeo y Julieta en Broadway, fundó su compañía Mercury Theatre, la cual le confirió la oportunidad de dar a conocer su nombre y su trabajo. La radio CBS se interesó en su obra y desempeño artístico, por lo que concertaron un programa semanal en el que dramatizarían obras reconocidas. Sin embargo, hubo uno en particular que lo lanzó a la fama por el efecto que causó.
La historia elegida fue La guerra de dos mundos, escrito original de H. G. Wells, que narra la invasión alienígena al planeta Tierra con consecuencia aterradoras. Tras varios días de ensayo por parte de la compañía Mercury, finalmente estuvieron listos para transmitir en vivo el domingo 30 de octubre de 1938 a las 20 horas.
En aquellos años, ese era el horario estelar para las radios que aún no tenían a la emergente televisión como competencia y el internet no era ni siquiera un sueño. Las familias se reunían en torno a este aparato que les permitía escuchar música, conocer historias y enterarse de lo que ocurre en su país y el resto del mundo, pero aquella noche, causó pánico y terror en aquellos que veían en la radio un medio confiable.
Durante los 59 minutos que duró el programa, Welles narró en formato noticioso los hechos descritos en la novela del autor británico. A pesar de que la CBS (Columbia Broadcasting System) realizó la introducción correspondiente que explicaba que Orson Welles y la compañía de teatro Mercury Theatre recrearían la novela La guerra de los mundos; un alto número de radioescuchas sintonizaron el programa tardíamente.
De hecho, el mismo Orson Welles dio una breve introducción en la que se refirió a la posibilidad de una inteligencia superior que "nos observaba" y mencionó el contexto post guerra que se vivía en ese entonces. Para dar inicio al programa, se anunció que transmitirían el concierto de una orquesta desde el Hotel Meridian Plaza en Nueva York.
"Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de último minuto procedente de la agencia Intercontinental Radio. El profesor Farrel del Observatorio de Mount Jennings de Chicago reporta que se ha observado en el planeta Marte algunas explosiones que se dirigen a la Tierra con enorme rapidez... Continuaremos informando".
El director adoptó un formato de 'noticiero' que fue recibido por la audiencia desatenta -o que llegó tarde- como hechos reales. De hecho, tras cada nueva información, tomaba una pausa para continuar la música de orquesta.
"Damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte".
A medida que transcurría el programa, el miedo entre el público aumentaba, sobretodo en Nueva Jersey, donde supuestamente llegaron los seres extraterrestres. Se estima que 12 millones de personas sintonizaron la emisión, desatando el caos en las calles y colapsando las líneas telefónicas por las miles de personas que no entendían qué estaba pasando.
Con interrupciones 'informativas' cada vez más frecuentes y una narración que denotaba urgencia y miedo, la interpretación errónea de esta ficción por parte de la población estaba lejos de ser aclarada.
"Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea...", dijo el personaje Carl Philips 'informando' en vivo desde Nueva Jersey. "Por lo menos 40 personas, seis de ellas patrulleros, murieron en un campo al este de Grovers Mill. Los cuerpos están quemados, deformados e irreconocibles".
Las carreteras colapsaron, los teléfonos de la radio y las instituciones de emergencia no dejaban de sonar y Welles continuaba con su obra. "Davidson Taylor apareció durante el programa y susurró: 'Por el amor de Dios, pare y diga que es mentira'. Pero Welles dijo: '¡Ni pensar! No estaba dispuesto a detenerse", dijo William Alland, asistente de Orson Welles como parte de su testimonio para el documental Battle over citizen Kane.
"Taylor insistió: 'Dios mío, están matando a las personas de miedo. ¡Pare! Diga que no es verdad'. A lo que Orson dijo: '¿Qué quiere decir? No! Me alegro que tengan miedo, esa es mi intención. Déjeme terminar'".
La historia emitida por CBS finalizó con la 'muerte' de Welles producto de los gases que emanaban los supuestos invasores. Tras salir del estudio y ver las consecuencias de su 'performance', debió dar explicaciones.
Al día siguiente, rodeado por la prensa, Orson Welles dijo: "Naturalmente estamos profundamente impactados y lamentamos mucho las consecuencias de la transmisión de ayer". Un periodista le preguntó si se dio cuenta del caos provocado durante la emisión, a lo que Welles respondió: "No, claro que no. Quedé muy impactado cuando supe lo que causó".
Este programa que comenzó como la inocente difusión de obras literarias en formato radio-teatro, se tomó las portadas de los diarios, pero lejos de significar el fin de la carrera de Welles, fue el impulsor del contrato de su vida. Su nombre adquirió fama internacional y desde los estudios RKO Pictures le pidieron que viajara a Hollywood para firmar un contrato donde tenía total libertad para dirigir, escribir, producir y actuar.
En 1942 estrenó su mayor éxito cinematográfico: Ciudadano Kane.