Hace rato que las series de animación dejaron de ser exclusivas para niños. Mientras que algunas destacan por explotar la sexualidad o el drama interno de los personajes (Big Mouth, BoJack Horseman) otras series destacan por su lenguaje mordaz (South Park). Rick and Morty tiene ambas: lo grotesco (tanto en el lenguaje como en el constante vómito de Rick) se contrasta con afirmaciones filosóficas sobre el sentido de la vida.

Viéndola una vez más, no puedo evitar mencionar otro tema importante en esta serie: el caos y el control, representado en sus protagonistas.

Rick Sánchez representa el control. Convengamos que este control no se trata de tener una casa limpia y una familia feliz. Rick controla todo porque puede controlarlo. Es el ser humano más inteligente del universo, y esta misma cualidad le permite encontrar la solución a todos los problemas que se le presenten (y que muchas veces ocasiona). Desde su racionalidad puede entender la escuela, el capitalismo, la sociedad e incluso el amor en términos científicos que decepcionarían a cualquiera. Nuevamente, sus convicciones son otra muestra de control sobre la realidad en la que vive.

Por otro lado, Morty representa el caos (lo cual no es tan extraño para un adolescente). Este personaje sin cuello tiende a sufrir, angustiarse y ser pesimista en extremo sobre las consecuencias de sus actos (y los de su abuelo, evidentemente). Más que actuar por sí mismo, Morty reacciona a lo que sucede a su alrededor.

Aparentemente estos extremos de caos y control están en una constante lucha en la serie. Sin embargo, no es una lucha para obtener un ganador. Rick y Morty chocan como las placas tectónicas, provocan terremotos (o apocalipsis) a los que logran adaptarse (o cambian de universo) para poder ser felices. Ni Rick ni Morty pueden ser felices separados.

Son el ying y el yang.

Sin Rick, Morty viviría sumido en la inestabilidad de un mundo lleno de problemas sin solución.

Sin Morty, Rick no entendería el universo como un caos, por lo que no tendría nada que controlar y su super inteligencia sería inútil.

El don máximo de Rick es su inteligencia y al mismo tiempo es su mayor demonio. El meme dice "el conocimiento es poder", y Rick no sólo tiene poder, también tiene la voluntad de controlarlo todo: incluso sus emociones.

Es por ello que Rick necesita a un Morty. Para recordar que no importa cuánto racionalicemos el universo. Tampoco importa cuanto lo intentemos: no podemos controlarlo todo. O en palabras del propio Morty: "Nadie existe a propósito. Nadie pertenece a ningún lado. Todo el mundo va a morir. Ven a ver tv".