Jared Padalecki sintetiza el fenómeno con una broma: "Si vas a cualquier estudio y dices 'voy a hacer una serie de dos hermanos que no pueden morir y vuelven a la vida porque tienen un amigo que es un ángel', es probable que cause risas. Pero aquí estamos, 14 años después".
Con esas palabras, el actor que interpreta al menor de los Winchester en Supernatural resume el sentir de todo el equipo de la serie, que sigue a dos hermanos que recorren Estados Unidos en su Chevrolet Impala combatiendo criaturas sobrenaturales. Una trama simple en el papel, pero que les ha permitido seguir al aire durante 14 temporadas -la última de ellas estrenada a fines de octubre en Chile por The Warner Channel- y convertirse en una de las producciones de ciencia ficción más populares y longevas de los últimos años.
Ante este escenario, cabe preguntarse cuál ha sido la fórmula del éxito de la apuesta de Warner Bros y The CW para seguir cautivando a sus fanáticos y sumando nueva audiencia en el mundo, desde la emisión de su primer ciclo en 2005. Y una vez dentro de las oficinas de la producción en Vancouver (Canadá), donde trabajan los departamentos de efectos especiales, guión y vestuario, queda claro que la relación del equipo de Supernatural va más allá de lo netamente laboral.
"Ha sido un largo tiempo. Ha habido matrimonios y divorcios, nacimientos y muertes, y todos compartimos eso", sostiene Padalecki, Sam Winchester en la trama. "Es una serie donde todos somos familia y no hay barreras entre quienes trabajan en el equipo, los actores y los extras. Todos somos un grupo y lo pasamos bien, algo que no se encuentra en muchos programas", complementa Mark Pellegrino, que encarna al despiadado villano Lucifer en la historia.
A estas alturas, los Winchester ya lo han visto todo. Han sido asesinados, han resucitado, visitado el infierno y luchado contra todo tipo de antagonistas. Sin embargo siempre puede haber algo más y la fórmula del éxito tiene que ver, precisamente, con una trama que se puede llevar hacia múltiples direcciones. Los guionistas, por su parte, tienen la posibilidad de crear enemigos cada vez más oscuros y complejos, lo que a la vez supone un desafío creativo tras 14 años.
"En Supernatural no hay reglas, todo puede pasar y eso da para muchas historias locas, con un número infinito para eso. Podría durar para siempre", asegura Pellegrino, quien cree que la creciente industria televisiva ha ido ampliando el terreno de lo posible para la ciencia ficción y posibilitado un mayor espacio para la creatividad.
Esto último está directamente relacionado con la evolución tecnológica. Las plataformas de streaming como Netflix o Amazon Prime han auspiciado en gran parte esta revolución creativa, lo que revela otro fenómeno tras Supernatural: la renovación de su audiencia. "Gracias a la manera en que el contenido puede ser visto, ha llegado un público completamente nuevo. Algunos ni habían nacido cuando empezó la serie", sostiene Jensen Ackles, quien interpreta al intrépido hermano mayor de los Winchester, Dean.
"Si esta serie se hubiera emitido hace 25 años no creo que hubiera tenido esta longevidad. Creo que llegamos justo a la ola cuando se inició el contenido por streaming", agrega el actor. Pellegrino coincide: "La audiencia crece y eso es inusual. Fans que son padres le pasan el legado de Supernatural a sus hijos y hay muchos adolescentes que están viendo la serie en el mundo".
Y aunque aún no se oficializa una temporada 15, la atención se concentra en el episodio número 300, que según los protagonistas será una muestra de agradecimiento para los fans e incluirá guiños a los primeros capítulos. "Estamos mucho más agradecidos de ustedes que ustedes de nosotros. Por eso seguimos aquí", dice Padalecki.