Baby one more time: la pista sueca del primer éxito de Britney Spears
El álbum debut de la cantante se forjó con un equipo de trabajo en su mayoría originario del país escandinavo, el que ya contaba con experiencia en trabajos de Backstreet Boys y otros artistas del pop.
Solo tres notas en la tesitura baja del piano bastan para enganchar al oyente con "Baby one more time". El tema que da nombre al primer album de Britney Spears, -el que hoy cumple dos décadas desde su salida al mercado- la posicionó como una fulgurante estrella juvenil del pop, justo en días en que las Spice Girls se sumergían en un espiral de tensiones que les cobró la salida de Geri Halliwell en mayo de 1998.
A la usanza del pop manufacturado, el álbum nació bajo la inspiración de un equipo de producción. Lo lideró Max Martin, por entonces un joven productor y compositor sueco. Inicialmente probó suerte en el "glam-metal", pero su talento para la melodía y la canción easy listening, le llevó a incursionar como compositor de vocación masiva. Antes de trabajar con la cantante de Mississippi, su currículum se anotaba éxitos como "Everybody (Backstreet's back)" o "I want it that way", de los Backstreet Boys.
Originalmente Martin ofreció la canción a la banda TLC, quienes la rechazaron. Al poco tiempo, los ejecutivos del sello Jive le contactaron para trabajar el debut de Britney, por esos días una ex estrella del programa The All New Mickey Club. Con una cuadrilla que incluía a los también suecos Per Magnusson, Jörgen Elofsson, David Kreuger y Kristian Lundin, el productor dio forma a las once canciones de la placa. También fue clave Eric Foster White, quien grabó las pistas vocales.
El disco se trabajó entre agosto de 1997 a junio de 1998, en Battery Studios de Nueva York y Cheiron Studios de Estocolmo. El proceso se orientó a potenciar los ganchos ("hooks", en inglés) de las canciones, es decir, las frases melódicas y arreglos que atrapan la atención del público, como los célebres "oh Bay-bay bay-bay" o los "mow-wowww", ya presentes en la maqueta grabada con la voz del propio Martin. Además se decidió que el disco debía tener más temas bailables, por lo que el equipo escandinavo lució todo su background en el pop a-la-Ace of Base; así nacieron temas como "(You drive me) Crazy" o "Born to make you happy".
En un primer momento el álbum se iba a llamar como la cantante, incluso se diseñó una sobria portada la que posteriormente se usó en la promoción. Pero a fin de aprovechar el éxito del single -salió en octubre de 1998-, se unificó todo con el mismo nombre a modo de impulsar al disco, el que debutó como número uno en enero de 1999. Su rotundo éxito comercial le hizo acreedor de cuádruple multi platino por superar el millón de copias vendidas en Inglaterra. En México vendió más de 300.00 mil, por lo que obtuvo el doble multiplatino. Se estima que a nivel global las ventas superaron las 25 millones de unidades. La popularidad se consolidó con el estreno del video, filmado en la Venice High School de Los Ángeles,
En octubre de 2018, a veinte años de la salida el single, se editó la versión vinilo del álbum, la que contó con una edición limitada de 2500 ejemplares prensados en colores rosa y blanco.
https://youtu.be/C-u5WLJ9Yk4
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