Antes de Bad Bunny, J Balvin, Luis Fonsi y Mon Laferte, allí estuvo Juanes. Antes que el pop latino comenzara a apoderarse de los ránkings, de los festivales y del streaming planetario, allí estuvo el colombiano para pavimentar el camino, inaugurando mundiales de fútbol ante millones de televidentes, colándose en listas de éxitos de países como Japón y Marruecos, y paseando su música guasca y el fraseo campesino del eje cafetero por late shows estadounidenses y el Madison Square Garden de Nueva York.
"Es fundamental no perder la raíz, porque a través de lo local pasas a ser universal", sentencia desde Miami a La Tercera Juan Esteban Aristizábal, el músico que a los 25 años dejó su grupo de thrash metal para perseguir una carrera solista y convertirse, junto a su compatriota Shakira, en las primeras superestrellas latinas del siglo XXI. "Si no nos conectamos con lo que somos, con la esencia, es más probable que nos desvirtuemos en el camino. Darle ese valor a lo que somos y a lo que fuimos, a los ancestros, es la única forma de hacer algo realmente exclusivo y único en vez de ser la copia de otra cosa", añade el cantautor de 46 años sobre esa fórmula artística que, pese al paso del tiempo y los vaivenes en su carrera, nunca ha abandonado del todo.
Para reafirmar lo anterior está La plata, su más reciente sencillo, liberado hace 24 horas en las plataformas digitales. Según Juanes, se trata de su aproximación más cercana al vallenato, el tradicional género folclórico del caribe colombiano, aunque sobre una base machacante propia de la música urbana y con el reggaetonero Lalo Ebratt como invitado especial.
Si bien aclara que este acercamiento al reggaetón no es su salto definitivo al ritmo que hoy domina el continente, sí reconoce que su próximo álbum, con fecha de lanzamiento para mediados de este año, "viene muy animado y enfiestado, con baladas pero sobre todo muy de parranda". Con ese ánimo, el músico se prepara para otro hito en su carrera: su debut en el festival Lollapalooza Chile, como parte de una jornada de cierre que lo tiene entre los nombres más comentados, junto a la española Rosalía y los estadounidenses St. Vincent y Arctic Monkeys.
"Estoy muy contento de poder ir al Lollapalooza por primera vez, y obviamente por volver a Chile, que es un país que quiero mucho. Ya hemos estado en bastantes festivales en distintas partes del mundo, pero llegar a este es súper importante y estamos preparados para romperla ese día, para dar lo mejor de nosotros y que la gente la pase muy bien", señala.
-La versión de Lollapalooza a la que llegará destaca por el amplio y variado contingente de grupos y solistas latinos, algo que se repite en otros eventos como Coachella y Primavera Sound. ¿Qué le parece esta apertura?
-Me parece importante que esto suceda, porque no podemos darle la espalda a lo que somos. Tener sólo artistas angloparlantes, y a ninguno de la región, sería raro, porque aquí hay mucho que ofrecer y propuestas muy variadas, mas allá del pop y el rock.
-Esta inclusión del pop latino en lugares usualmente dominados por la música en inglés, ¿le parece que es un fenómeno real o responde a una moda pasajera?
-Para mí, lo que está sucediendo es muy cool y muy real. Y creo que va a seguir creciendo. Las plataformas digitales han ido también acercándonos de alguna manera y han hecho que todo se democratice un poco más, que el interés de los americanos por la música latina y viceversa se haya incrementado. Antes era prácticamente imposible conectar, pero ahora puedes mandar un mensaje directo por redes sociales y te pueden contestar.
-¿Como definiría su relación actual con el reggaetón? En estas páginas declaró que nunca haría esa música, pero sus últimos lanzamientos parecen acercarlo a esos ritmos.
-Pues mira, hermano, tengo tres hijos de 15, 13 y 9 años que escuchan todo el día reggaetón. Es pan de cada día para mí, así que estoy familiarizado con el género y la verdad, me gusta. Lo que digo es que no haría eso como tal, porque tienes que estar muy metido en ese mundo para poder vivirlo. Creo que puedo tomar elementos de ahí pero no creo poder hacer un reggaetón literal, porque para eso tienes que ser reggaetonero.
-Entonces sus hijos no han heredado su colección de discos de Slayer y Metallica.
-No, hermano (ríe). O sea, conocen las bandas, escuchan a los Beatles y los Rolling Stones, pero ellos están con su Ozuna, Travis Scott y Kanye West, los artistas que les gustan y a mí también. Pero el otro día fuimos a ver la película de Queen y fue súper emocionante que la vieran conmigo. Así que ahí estamos dándole, yo de a poco les voy inculcando cosas más clásicas pero con total libertad para que escuchen lo que quieran.