Aún califica de hito memorable en la cartelera nacional de conciertos. El Teatro Caupolicán, un recinto de dimensiones medias, habituado a los shows vibrantes pero pocas veces a los conjuntos capaces de llenar un estadio de fútbol, se remecía en 2008 con el debut de los británicos Muse en la capital, bajo un lleno absoluto, casi asfixiante, mientras sus rincones aguantaban la potencia de un trío arrollador sobre el escenario.

Una escena que se replicó otras dos veces -en 2011 telonearon a U2 en el Nacional y cuatro años después pasaron por el Movistar Arena- y que alista un nuevo capítulo local para esta temporada. La agrupación regresará a Sudamérica en el último trimestre, con una presentación ya anunciada para octubre en el festival brasilero Rock in Rio y desde donde se desprenderá un tour con escala en Santiago durante esas mismas semanas. Las coordenadas definitivas, que incluye un recinto de alta convocatoria, se informarán en los próximos días.

Además, los británicos aterrizarán con un nuevo trabajo editado en el epílogo de 2018. Se trata de Simulation theory, su octava entrega, la que mantiene no sólo su inclinación hacia el alto volumen en guitarras y baterías, sino que también el protagonismo abundante de sintetizadores, comunión que el conjunto ha timbrado en toda su carrera.

En sus letras, también hay una sincronía habitual: utilizar la ciencia ficción -la alienación, el imperio de la tecnología, un futuro donde todo se volverá menos amigable- como un modo de retratar los difíciles tiempos que corren.

Y en este último disco, ese espejo entre fantasía y actualidad es casi literal. Su título, Teoría de la simulación, apunta a aquella hipótesis difundida por algunas disciplinas en que toda nuestra vida es una simulación, manejada por computadores y de cuyo control jamás somos conscientes.

"La ficción se ha convertido en la realidad", postuló el cantante y guitarrista Matt Bellamy para definir la médula del álbum. En sus palabras, el futuro imaginado en la primera mitad del siglo XX, aquel donde los totalitarismos alcanzarían cada espacio de la vida cotidiana -gracias a los nacionalismos y los gobiernos con líderes tiranos- se está cumpliendo hoy, con coyunturas como el Brexit o personajes como Donald Trump.

Ese mismo espíritu esperan resaltar en su nuevo tour, el que comenzará el 22 de febrero en Houston, para después desplegarse por Norteamérica, Europa y finalmente el sur del mundo. De seguro replicarán la intensidad de siempre en Santiago, donde además acumulan una fanaticada leal desde aquel telúrico e inolvidable debut de hace once años en plena calle San Diego.