Esta semana el Museo de Arte Moderno (MoMA) anunció que desde junio a octubre dejará de funcionar para el público al poner en marcha la última etapa de su remodelación que contempla $400 millones de dólares. Dentro de los ejes centrales están difundir y reconocer obras de mujeres, latinos, afroamericanos y asiáticos, además de entregar 40 mil pies cuadrados adicionales para nuevos proyectos.

La renovación del museo, que está próximo a cumplir 90 años desde su creación, estará dirigida por las firmas de arquitectura Diller Scofidio+Rentro y Gensler. Mientras que con la mirada y opinión de distintos curadores se espera que el espacio ubicado en Midtown (Manhattan) vaya más allá al rotar las obras artísticas de seis a nueve meses, con el fin de entregarle énfasis a obras y a artistas que son poco familiares para los visitantes.

Shigeru Onishi, fotógrafo experimental japonés, Hervé Telémaque, pintor haitiano de 81 años, Okwui Okpokwasili, coreógrafa y artista nigeriana-estadounidense son solo algunos de los artistas que formarán parte de la nueva etapa del museo. A la par con ellos, obras tradicionales y que han sido las más conocidas y visitadas, como es el caso de La noche estrellada, de Vincent Van Gogh y Les Demoiselles d'Avignon, de Pablo Piccaso seguirán siendo exhibidas.

A partir del 21 de octubre- fecha en la que el MoMA abrirá sus puertas para el público tras cuatro meses- se estima que el lugar esté acompañado por la modernidad al mezclar pinturas, esculturas, fotografías performances y películas. Mientras que la multiculturalidad se transformará en la principal protagonista, ya que se presentará un estudio del arte latinoamericano, además de exposiciones de Pole. L y Betye Saar, artistas afroamericanos.