Desde el comienzo el proyecto tuvo voces contrarias. Había consenso en la necesidad de tener un centro que velara por el arte contemporáneo a nivel nacional, pero muchos discutieron su ubicación, lejos de los polos culturales. También se ha discutido la real necesidad de crear un espacio de la nada, considerando que podría apoyarse más y mejor a otros ya existentes.

Como sea, en mayo del 2016, la ex Presidenta Michelle Bachelet anunció con bombos y platillos la apertura de un nuevo Centro Nacional de Arte Contemporáneo que se ubicaría en los 4 mil metros cuadrados del ex aeropuerto de Cerrillos. En septiembre de ese año se inició la marcha blanca y tras ocho meses acéfalo se anunció que la dirección quedaría a cargo de la curadora Beatriz Salinas. Sin embargo, ayer, un año y ocho meses después, el Ministerio de las Culturas anunció que la también magíster en gestión y políticas públicas del Goldsmiths College de Londres, entregó su renuncia al centro que hará efectiva en abril. En marzo se hará concurso público para elegir al sucesor/a.

Varinia Brodsky, coordinadora de Artes Visuales del Ministerio de las Culturas y quien estuvo en el inicio del proyecto en Cerrillos, admite que la renuncia de Salinas fue sorpresiva. "Ella había sido ratificada a inicios de año. Seguimos convencidos de que el proyecto es una ganancia para el área de las artes visuales y hay mucho trabajo por hacer. Hay que profundizar en la vocación nacional del centro y en fortalecer áreas como el Centro de Documentación. Este es un proyecto complejo y los resultados no son inmediatos, pero lo vamos a defender", dice Brodsky.

Entre los logros de la gestión de Salinas, está justamente el traslado del Centro de Documentación de las Artes Visuales (Cedoc) desde el Centro Cultural La Moneda a Cerrillos; el término de la construcción de los depósitos para la conservación de colecciones nacionales; la participación de 23 mil personas en el programa educativo y de mediación en 2018, y el alza de los visitantes desde 17 mil personas en 2017 a 68 mil en 2018. En ese cálculo se debe tener en cuenta la exitosa muestra del artista holandés Theo Jansen, Algoritmos del viento que atrajo 48 mil visitas.

Para el crítico Sebastián Vidal, miembro del comité curatorial del centro, la salida de Salinas es síntoma de una crisis general. "Refleja la fragilidad en qué operan las artes visuales. El año pasado se pudo ver en la crisis interna del Museo de Bellas Artes, hay problemas de sindicalismo en el MAC y el GAM, tres ministros de Cultura en un año donde también cambió todo el sistema", plantea.

Y agrega: "Cerrillos debe plantearse muchas cosas ¿Se va a apostar por exposiciones blockbuster o por su corazón que son su departamento de Mediación y el Centro de Documentación?".

Vocación nacional

Uno de los artistas que apoyó desde el comienzo el proyecto de Cerrillos fue el Premio Nacional de Arte, Gonzalo Díaz, quien es parte del comité asesor del centro, pero que hoy anuncia su retiro.

"Este centro partió con un entusiasmo muy grande, hay una necesidad de jerarquizas y ordenar las artes visuales a nivel nacional, pero la verdad es que no ha logrado superar su estado inicial de fundación y tampoco ha logrado irradiar su presencia a nivel nacional. Sólo lo ha hecho en ciertas comunas como Cerrillos y Maipú, pero tampoco de manera contundente. Ellos me pidieron la obra Quadrivium para que se expusiera permanentemente en el espacio, pero no fueron capaces de conservarla y preferí retirarla", cuenta Díaz. El historiador del arte Pablo Chiuminatto también es tajante: "Cerrillos es la demostración de un lugar sin proyecto cultural. Hay un voluntarismo de creer que basta con tener una buena idea para que un lugar funcione y la realidad demuestra lo contrario".

Hay, claro, otras voces que aseguran que es muy pronto para juzgar la labor del centro. "Es un proyecto ambicioso que requiere tiempo, energía y voluntad política. Me parece que hoy no existe el equipo suficiente para llevar este buque", opina el arquitecto Rodrigo Tisi, quien en octubre participó del primer seminario sobre arte contemporáneo en el espacio.

Mientras Alejandra Serrano, ex directora del Centro Cultural La Moneda valora el desempeño de Salinas en el traslado del Cedoc a Cerrillos. "Fue un proceso riguroso y me pareció que ella estaba comprometida con el proyecto, me parece rara su renuncia. Creo que es absurdo y prematuro evaluar el centro. Hay tareas que tienen que ver con educar a la población en el arte contemporáneo que no son a corto plazo. Yo estuve en un lugar muy privilegiado, muy bien ubicado y no es justo medir Cerrillos con la misma vara que a otros espacios", resume.