<em>Y para comenzar, un sonido de juventud. Un sonido que comienza en los Estados Unidos, en el patio de atrás de un centro comercial. Allí, cinco jóvenes entre 18 y 26 años crean un fenómeno musical, comienzan a recorrer el mundo y hoy son súper ventas en América y en Europa. Esta noche todos están invitados, ¡EVERYBODY! Señoras y señores, amigos, en Viña del Mar cantan: ¡BACKSTREET BOYS!</em> (Antonio Vodanovic, 14 de febrero de 1998).
La versión de Viña 1998 comenzó estremeciendo las expectativas de todos. Pese a que Megavisión (actualmente Mega) competía con el primer recital de U2 en el país y la repetición del histórico partido de Chile frente a Inglaterra que emitía TVN, estos dos icónicos hechos en la historia televisiva no afectaron en el éxito del Festival.
Con invitados de la talla de Juan Gabriel, Eroz Ramazzotti o Chayanne, el espectáculo más recordado de ese año apareció el 14 de febrero, contando la cuarta noche del certamen, con un grupo juvenil que estaba de moda. Los Backstreet Boys, una boy band que disfrutaba de la fama mundial, llegó por primera vez hasta la Quinta Vergara.
Entre llantos y desmayos
Howie D, AJ, Kevin, Brian y Nick aterrizaron en el aeropuerto Arturo Merino Benítez el 13 de febrero, ocasionando desde un inicio un drama adolescente que se mantendría durante las 48 horas de su visita. A las 10 de la mañana pisaron tierra chilena en medio de un riguroso trabajo policial. Fueron 500 fanáticas, principalmente mujeres, las que esperaban dentro del terminal aéreo, provocando que el quinteto se camuflara para subir a un bus que los trasladó hasta la quinta región. Al mismo tiempo, el Hotel Miramar era el centro de operaciones de más de 5 mil jóvenes que gritaban en busca de ver por algunos segundos a sus ídolos.
El día en que el conjunto llegó a la ciudad jardín, María José Negrete estaba con sus padres viendo la televisión. Con su entrada en la mano gracias a un regalo de cumpleaños por parte de su padrino, esta joven buscaba con ansias convencer a sus progenitores que tenía que estar fuera del hotel para ver a su grupo favorito. Pese a la negativa de ellos, la desesperada adolescente pudo ir al Miramar, siendo una de las miles de fanáticas que gritaban ante cualquier aparición de un vehículo que pudiese tener dentro a los cantantes.
En ese entonces, María José tenía 16 años cuando asistió al encuentro y, a diferencia de muchas, no se desmayó, ya que su padre se lo había prohibido. Es más, según relató la actual integrante de Weird World Chile, el más antiguo y vigente fan club local de BSB, fue su padre quien tuvo que ayudar al equipo de carabineros para retirar a las fanáticas que sucumbieron ante la magia de los cinco norteamericanos, llevando a las chicas de las vallas papales a las ambulancias. La seguridad estaba desbordada y sólo con el paso de las horas pudieron controlar y recuperar la tranquilidad previo al concierto.
"No tenemos nada que ver con la droga"
Comparados con las bandas adolescente de antaño, como New Kids on The Block o Take That, los chicos detrás de "Get Down" fueron recibidos entre pifias por parte de los periodistas locales, quienes tuvieron que esperar por más de una hora para comenzar la protocolar rueda de prensa.
Las preguntas de ese entonces llevaron a los artistas tanto a demostrar su despliegue vocal como aclarar que su música "no tenía nada que ver con la droga". Al mismo tiempo, a dos kilómetros del lugar, cientos de fanáticas esperaban ansiosas en la Quinta Vergara desde las 16 horas el espectáculo que comenzaría seis horas más tarde.
Respecto al show, los Backstreet Boys inauguraron la jornada con la clásica introducción que presenta a los cinco protagonistas. En total fueron 12 temas, todos estos pertenecientes tanto a su álbum homónimo como a
Backstreet's Back
de 1997. Como parte de su presentación, declararon su amor a la juventud chilena el día de San Valentín: cantaron en español "Nunca Te haré llorar", para luego sorprender con sus voces a cappella con "Let's make a toast to our Love".
Si analizamos en números lo que provocó el huracán de la boy band, fueron más de 20 mil almas las que llegaron esa noche, de las cuales sólo 15 adolescentes entre 16 a 18 años sufrieron "lipotimias por histeria" -o como llaman en la Cruz Roja a los desmayos- junto a 40 ataques de histeria. Según informó La Tercera en esa época, habían chicas que aparentaban estar mejor, pero tras ver al rubio Nick nuevamente se desplomaban al suelo.
Si bien las fanáticas que llenaron el recinto gritaron hasta el cansancio, Antonio Vodanovic sólo entregó el reconocimiento protocolar, dejando con gusto amargo a quienes creían que este quinteto merecía aunque sea una Antorcha de Plata. Si algo ganaron esa noche fue una ola de peluches, siendo miles de osos los que eran lanzados desde la galería y que erróneamente llegaron hasta la platea.
Chile cambió
Tras la actuación de BSB, que por televisión logró un promedio de 27 puntos de rating -alcanzando un un peak de 37 tantos-, el público se retiró en masa. Kevin Richardson expresó que intentarían volver lo más rápido posible y sólo pasaron dos décadas.
Lo que vendría después de la vitrina latinoamericana que les dio el show en Viña cambió todo panorama. En 1999, los chicos lanzaron Millenium, considerado el disco más exitoso del grupo. Con cerca de 30 millones de copias vendidas, la placa cuenta con varios éxitos como "I want it that way", "The One" y otros más que podrán tocar por primera vez este 28 de febrero.
21 años y 14 días después de esa mítica presentación, el regreso de la boy band ocurre en un contexto distinto. Según María José, quien vuelve con sus amigas que siguen siendo devotas de los muchachos, "Chile cambió". Su visita viene a conmemorar su adolescencia, enmarcada en tiempos en que nuestro país estaba preocupado por la presencia de Pinochet en el Senado, el aumento de avistamientos de ovnis y la participación de la selección masculina de fútbol en el mundial de Francia.
"Los chicos han estado varias veces a Chile, pero el tema del festival es algo nostálgico. Ese año era chica y dependía absolutamente de mis papás. Estamos hablando que el sueldo mínimo era cerca de 80 mil pesos y gastar 25 lucas era mucha plata. Yo tuve la suerte de que un tío me regaló la entrada", enfatiza.
Los norteamericanos son parte de las exitosas bandas adolescentes que triunfaron en el festival, uniéndose a una lista conformada por los españoles Locomía, Jonas Brothers, CNCO, Amango y muchas más que lograron domar al monstruo de Viña. El quinteto, la máxima carta internacional de esta edición, regresa para devolver el recuerdo de ese fanatismo que alguna vez hizo perder la razón a cientos de chicas, las cuales gritarán con más fuerza que nunca para que esta vez la Gaviota vuele junto a una de las boy band más longevas del mundo.
https://www.youtube.com/watch?v=Ds1VCH5Nygg