"Porque traducir y escribir son actos de resurrección", anota Germán Carrasco (1971) al inicio de Metraje encontrado, su nuevo libro construido a partir de fotogramas anónimos, hallados en el Persa Biobío, y que dialogan con sus propios recuerdos.

"Otorgar una historia a estas intimidades abandonadas,/ un contexto para que puedan desplazarse", escribe el poeta, uno de los autores más reconocidos de la generación de los 90, traductor de Shakespeare y Robert Creeley, en el ejemplar editado por el sello Hueders.

La infancia y juventud del autor en un barrio de Independencia ("el bar la funeraria y la jarana"), el retrato social y político de los años 70 y 80 en Chile, la represión y los centros de detención y tortura como Pisagua, y sus ecos en el "trajín neoliberal" del presente, son parte del poemario que está dedicado a su actual pareja, la cineasta Tiziana Panizza (Tierra sola).

"Miro películas ajenas. Qué será de esa gente, de sus destinos que son los nuestros. El otro día recordamos con mi familia a un señor anónimo que salvó a mi hermano de morir enterrándole un lápiz bic en la tráquea para que respirara. Me pregunté qué será de ese héroe y de sus descendientes", comenta Carrasco, quien en 2016 se integró a la colección de poesía Lumen -en la que también están Raúl Zurita y Claudio Bertoni- con la antología Imagen y semejanza.

"Metraje encontrado: apropiarse de lo ajeno/ -de los recuerdos y la felicidad de otros-/ pero no de mala fe/ ya que se revive una toma o verso/ que la historia el mercado condenaron/ a cadena perpetua de olvido", escribe Carrasco al comienzo del poema Contra el naufragio.

"Todos tenemos imágenes hermosas en el disco duro, a veces aparecen en los sueños o conversando", cree el también autor de los libros La insidia del sol sobre las cosas (1998) y Ruda (2010).

"La gente desecha sus archivos y por lo tanto su origen y memoria, en parte porque no quieren recordar su pasado, las cagadas que se mandaron, las violaciones y abusos o simplemente no quieren recordar el barrio en que vivían, ya que ahora viven en otro dos cuadras más hacia la cordillera, es una especie de auto-odio", agrega Carrasco, quien hoy vive en la comuna de La Reina.

Su biografía también se cuela entre los poemas...

La biografía se rastrea insidiosamente porque buscamos la errata, el detallito delator, y porque se buscan las miserias del otro. Ese policía soplón está en la cabeza de varios lectores, hay que exponerles la errata, la solución distinta, el desvío, abrirles un senderito a ver si la ven. Hay que intentar pensar en plural y con más apertura o si no esto que ya es chico se pone cada vez más asfixiante.

Sobre la obra de las nuevas generaciones, el Premio Sor Juana Inés de la Cruz (2000), Pablo Neruda de Poesía Joven 2005, dice no ver las huellas de la antipoesía a poco más de un año de la muerte de su creador, Nicanor Parra. "No veo antipoesía pero veo poesía de la buena, hay varias y varios", dice y cree que faltan editoriales independientes que se arriesguen.

"Es triste que no haya editoriales subversivas, juguetonas, experimentales... No hay espacio para otras escrituras. Las mismas editoriales chicas queriendo hacer lo que las editoriales grandes: buscando hits, sandías caladas, institucionalizarse. Además los libros parecen autos de carreras: llenos de timbres de auspiciadores y por supuesto del Estado".

El lanzamiento del libro Metraje encontrado 

será el viernes 22 de marzo (19 h.), en la casa museo La Sebastiana, de Pablo Neruda, en Valparaíso. Presenta el libro el poeta Sergio Muñoz.