Arya y Sansa Stark no han tenido la mejor relación entre hermanas. Desde la primera temporada de Game of Thrones, se mostraron como mujeres con objetivos y personalidad opuestas, lo cual las hacía pelear continuamente.
Mientras Sansa estaba encandilada con la idea de convertirse en esposa del Príncipe Joffrey, Arya quería aprender esgrima y saber pelear como un guerrero más. Pero el desarrollo de la guerra por el trono de hierro, las convirtió a ambas en enemigas de los Lannister.
Tras siete temporadas, las hermanas Stark se reencontraron en Winterfell y, si bien hubo remanentes de desconfianza, ambas expresaron emoción al estar nuevamente reunidas en el castillo que fue su hogar. Sin embargo, la negociación entre Jon Snow y Daenerys Targaryen resultó en el juramento del norte como súbditos de la casa de dragones, lo que no será bien visto por la manada de lobos.
"No es común ver un personaje tomando partido por Sansa sin intentar manipularla", dijo Maisie Williams, la actriz que encarna a Arya Stark, en entrevista con Entertainment Weekly.
"La última temporada fue muy difícil para Sansa porque Jon se dejó llevar por las emociones e hizo que Sansa luciera un tanto amargada. Esta temporada Arya se asocia con Sansa y a veces cuestiona a Jon. Se sintió poderoso y agradable estar de lado de Sophie [Turner]. Sophie y yo somos grandes amigas, así que no se necesita mucha actuación", dijo Williams.
Los primeros episodios son cruciales
La actriz inglesa de 21 años confesó que tras leer el guión de la octava temporada, tuvo que ver nuevamente los episodios de la primera porque hay varias referencias: "Hay muchas escenas que son similares. Y también lo hice para recordarme a mí misma la evolución que ha tenido mi personaje. Quería que Arya completara el círculo y alcanzara algún estatus de normalidad, como cuando era una niña. Este año es como si tuviera una doble personalidad".
Con todos los sucesos que afectaron la vida de Arya y toda su familia, y la guerra inminente tanto contra los Caminantes Blancos como por el trono de hierro, es difícil confiar. "Hay muchas emociones y recuerdos que regresan cuando estás con tu familia, y las razones por las que luchas son diferentes. Además, Arya sigue firme en su meta de matar a Cersei, recordar su lista y estar cada vez más cerca de eso. Entonces está esa dualidad en Arya: ser la persona que intenta ser -volver a la inocencia con su familia- y saldar cuenta pendientes", explicó a EW.
La batalla final
La octava temporada y final de Game of Thrones será emitida por HBO el 14 de abril. En ella no solo se define quien se sentará en el trono de hierro, también tendrá la llegada del temido invierno comandada por el Rey de la noche, y para muchos significará experimentar su primera gran batalla.
Arya es uno de aquellos personajes que por primera vez estará en un campo abierto frente a sus enemigos, una oportunidad que esperó por años. "Siento que siempre he sido parte de esta gran serie, pero en cuanto a ser parte de los episodios es algo que nos define, esta es mi primera probada de ello".
Por razones obvias, Maisie Williams no puede decir si Arya sobrevive o no, pero sí da pistas del esperado final: "Da lo mismo cómo termine, la gente no quiere que llegue el final. Así que el cierre no está 'bien', porque 'el final' no está bien. ¿Sabes a lo que me refiero? Creo que la forma en que lo terminamos es el correcto y pienso que ya es tiempo".