Depresión de hielo y fuego
Con 13 años, Sophie Turner participó en el casting en el que fue seleccionada para el papel de la mayor de las hijas de la casa Stark en Game of Thrones. Es decir, prácticamente creció en la pantalla, lo que no fue un proceso fácil, según ella misma ha reconocido, pues a los 17 años comenzó a sufrir síntomas de depresión.
Todo se gatilló tras la partida de sus amigos y hermanos a la Universidad, momento en que ella comenzó a vivir los cambios físicos y mentales asociados a la pubertad, mientras se encontraba sometida a la exigente rutina que le imponían sus compromisos profesionales. "Todo comenzó a ir cuesta abajo cuando comencé a llegar a la pubertad y estaba aumentando de peso y hubo un escrutinio de las redes sociales y todo eso", relató a Vulture.
"Ves diez comentarios geniales y los ignoras, pero un comentario negativo, te echa fuera", señaló al dicho medio. "La gente solía escribir 'Sansa ganó diez libras' o 'Sansa necesita perder diez libras'", agregó. Según ella, esa exposición comenzó a afectar su desempeño y su estabilidad emocional. Pero, en ese momento complejo la actriz identifica dos apoyos clave: su compañera de reparto Maisie William (Arya Stark en la serie), y su entonces novio y luego marido, el cantante Joe Jonas. "No seré juzgado por él; ha visto lo peor", señaló.
[caption id="attachment_83752" align="aligncenter" width="700"]
Joe Jonas y Sophie Turner[/caption]
Una amistad de hierro
En las redes sociales, abundan las fotografías en que se ve a Turner junto a la actriz Maisie Williams. Su cercanía en la serie les permitió forjar una sólida amistad. Ambas se conocieron mientras audicionaban para sus respectivos roles, y la química que mostraron juntas encantó a la producción. Desde entonces no han ocultado su cercanía.
"Muchos tienen esa idea equivocada de que dos mujeres no pueden ser amigas, porque van a competir entre ellas o son, de serie, unas zorras con otras chicas", detalló a Vulture. "Se equivocan: las mujeres apoyan a otras mujeres. Creo que, además del apoyo incondicional de los fans más hardcore de la serie, es algo reconfortante ver a dos chicas de la misma edad, que están juntas en esta industria y que se ayudan, que se alegran por sus logros y que no tienen celos la una de la otra".
https://www.instagram.com/p/81YjpIjUWZ/
Con solo un año de diferencia (Williams es menor), las actrices eran su respectiva única compañía tras las largas jornadas de grabación. "En las últimas temporadas, Maisie y yo dormimos cada noche cuando filmamos", detalló Turner a Vulture. "Solíamos sentarnos, comer, ver videos estúpidos y fumar marihuana. No sé si mi agente me matará por decir esto. Nos drogábamos, nos sentábamos en la bañera y nos frotábamos los pinceles de maquillaje. Era divertido".
Activista
De forma parecida a otras actrices como Emma Watson, en sus redes, Turner difunde a menudo mensajes llamando a tomar conciencia sobre ciertos asuntos. En su caso, se trata de las enfermedades mentales. Justamente, en su cuenta de Twitter ha publicado mensajes, por ejemplo, a propósito del día mundial de la prevención del suicidio.
"Eres más fuerte de lo que crees. Vas a salir de esto. Eres muy querida. Tú no eres una carga. #WorldSuicidePreventationDay", posteó en su cuenta.
https://twitter.com/SophieT/status/1039261059041906690
"Debemos luchar contra el estigma que rodea a cualquier tipo de enfermedad mental", contó la intérprete a El País, a propósito de sus publicaciones. "Ya sea solo por ver los esfuerzos hacia la cura o para mostrar apoyo a otras personas que están lidiando con ello: un primer paso para que busquen ayuda, que entiendan que no es un tabú y que la gente pueda hablar abiertamente sobre ello, con confianza".
Además su reciente participación en X-Men: Fénix Oscura, la ha llevado a investigar sobre la esquizofrenia y otras formas de desequilibrio. "Simon [Kinberg, director de la cinta] y yo investigamos no solo cómo el trastorno afecta a la persona, sino cómo interfiere con su núcleo cercano como la familia o amigos", detalló al periódico español ya citado.
Es que como una joven de la nueva era, no es indiferente a los planteamientos respecto a la igualdad de género, que otras de sus colegas suelen levantar. "Las mujeres en general han cambiado de actitud en este mundo. Están dispuestas a luchar por sus derechos, como la igualdad salarial. Ha sido un movimiento lento, pero está mejorando y tenemos mucho camino por recorrer: seguimos con mucha desigualdad en muchas áreas y a nivel laboral. Por ejemplo, la equiparación de salarios costará muchísimo. Es importante que sigamos luchando y que reabramos continuamente el debate. No hay que dejar de hablar de él".