Cambio curricular en las clases de Historia: hablan los profesores
Cuatro docentes analizaron para Culto las implicancias educativas y laborales del anunciado cambio en el currículum que elimina a la asignatura como parte del plan obligatorio, para ofrecerlo como parte de un pool de ramos electivos. Entre sus inquietudes están la pérdida de espacios para formar el pensamiento crítico y las dudas frente a la propuesta del ramo de Educación ciudadana.
Rolando Zúñiga es un profesor de Historia con 43 años de carrera, de los cuales 37 los ha dedicado a enseñar en el Liceo de Aplicación, uno de los colegios emblemáticos de Santiago. Cuenta que cuando sus estudiantes se enteraron del cambio curricular que deja Historia como electivo en IIIº y IVº medio, sacándolo del plan de estudios obligatorio, se inquietaron. "Un chiquillo me decía que para él era importante la Historia y la Educación Física '¿Cómo privilegio uno sobre el otro?', me preguntó. Los noto muy desorientados", detalla el docente a Culto.
La modificación, aprobada por el Consejo Nacional de Educación (CNED), establece que todos los colegios chilenos, sean científico-humanistas o técnico-profesionales, tendrán seis ramos obligatorios: Matemática, Lengua y Literatura, Educación Ciudadana, Inglés, Filosofía y Ciencias para la Ciudadanía, en que se pasarán materias antes distribuidas en los programas de Biología, Química y Física.
Historia, según informó el organismo, será una más de las 27 opciones de profundización de distintas áreas del conocimiento, la que se suma a otras materias como Biología de los ecosistemas, Creación y composición musical, Expresión corporal, entre otros.
Al respecto, la ministra de educación, Marcela Cubillos, defendió la medida argumentando que ésta posibilita más tiempo para profundizar en los contenidos del ramo . "En materia de Historia, hoy un estudiante tiene las posibilidades de tener más Historia, y en ningún caso menos Historia. Lo mismo en el caso de Educación Física", dijo a La Tercera.
Pero los educadores manifiestan sus inquietudes frente a la decisión del CNED. "Yo lo encuentro aberrante", comenta Daniela Pardo, profesora del Colegio San Fernando de Buin, un establecimiento de la modalidad particular pagado. "Considero que con eso hay una asignatura menos en que se desarrolla el pensamiento crítico. Segundo, para que los chiquillos aprendan de cómo están inmersos en su mundo, tienen que saber lo que pasa antes. Darlo de electivo es una mala decisión", asegura.
Respecto a la electividad del ramo, Zúñiga, quien hace clases a cursos entre 7º básico y IIº medio, manifiesta que es una medida que en su opinión traería consecuencias lamentables. "Desde que la pones como electivo, la Historia se pierde, porque se pierden contenidos. Y estas asignaturas además quedan sujetas a ala competitividad, es decir, yo como profesor tendría que tratar que mi electivo sea tomado por los estudiantes y no el de los colegas. Es como nefasto".
¿Contenidos cubiertos?
Uno de los argumentos con que la ministra Cubillos ha defendido la medida, es que los contenidos de la asignatura están cubiertos desde la básica hasta IIº medio, por lo que desde su visión, es posible agregar en IIIº y IVº la materia de Educación ciudadana. Una medida que se enmarca en el proceso de modernización implementado con la Ley General de Educación, de 2009, a partir del ajuste de las bases curriculares que corre desde 2012 para el ciclo de formación general de 7º a IVº medio.
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Pero los profesores manifiestan sus reparos a esa afirmación. A juicio de Isaac Calvo, docente que imparte clases entre Iº y IV º medio en el Colegio Nueva Aurora de Chile -un particular subvencionado que pasará a fundación- la distribución actual tiene varios problemas.
"Comprimieron los contenidos. Los que antes se pasaba en Iº, IIº y IIIº medio, ahora se ve en Iº y IIº. Por ejemplo, en segundo, la materia de los totalitarismos, el nazismo alemán, fascismo italiano y el estalinismo soviético, el libro de texto les dedica dos páginas a cada uno. Entonces el nivel de simplismo de los contenidos fue brutal. Tiene una lógica racional el no tener historia en IIIº y IVº, porque los contenidos, en la nominalidad, ya están abordados. Pero la profundización de ciertos procesos es bastante pobre", asegura Calvo.
Para Rolando Zúñiga la distribución dificulta la comprensión cabal de los contenidos. "Los procesos históricos son tan complejos que como pedagogos debemos hacer una selección de contenidos y procesos históricos. Pensamos que la historia parcelada no existe, hay que tratarla a profundidad. Por ejemplo, si explicas la reforma agraria no puedes empezarla desde el gobierno de Salvador Allende, tienes que remitirte a Frei, e incluso al gobierno de [Jorge] Alessandri en que se dieron los primeros pasos a través de la Iglesia. Es complejo, es profundo".
En la actualidad, en los organizadores temáticos de las bases curriculares de IIº medio, se establece que se traten de forma simultánea contenidos de Historia de Chile y el Mundo. "Se ve desde el período de entreguerras [1918-1939] a la globalización. Ahí puedes hacerlo a través del pensamiento crítico y de la discusión de problemas socialmente relevantes", comenta Pardo. "El problema es que por la PSU tienes que pasarles materia 'dura' igual. Entonces es imposible. Yo les hago historia del mundo, con enlaces a Chile, después empiezo Chile y lo profundizo en IIIº medio, porque no me alcanza el tiempo. Pero lo hago porque puedo, estoy en un contexto de niños que escuchan, niños que estudian. El resto de los colegios no alcanzan", asegura la pedagoga.
Esa simultaneidad de los contenidos es algo que destaca Zúñiga, pero con un alcance. "Yo pienso que beneficia porque insertamos el proceso histórico nacional con e internacional, que están muy relacionados. En IIIº y IVº medio incluso se podría hacer mejor, pero como obligatorio, como electivo, no", afirma.
El profesor y jefe de UTP del Liceo Paula Jaraquemada de Recoleta, Carlos Quezada, hace hincapié en otro punto: el acotar la materia hasta IIº medio, no consideró la diferencia de madurez entre los estudiantes de Iº y IIº, con los de IIIº y IVº, lo que a su juicio es clave en el aprendizaje de algunos temas históricos.
"En términos lineales es correcto que se ven todos los contenidos, pero engañoso, porque desde la mirada historiográfica los abordajes de ciertos procesos más complejos siempre se lograban mejores niveles de comprensión y desarrollo con estudiantes más grandes y con más desarrollo cognitivo cuando tienen 17-18 años. Por ejemplo en los contenidos de Historia reciente, el nivel de compenetración que los estudiantes podían tener era mucho mejor logrado a esa edad, que en Iº y IIº, donde el nivel de desarrollo es menor, cuando tienen 14-15. Muchas veces los chicos grandes generaban posiciones, y eso tiende a perderse con este ajuste curricular", asegura Quezada.
Sin embargo, para él, hay un problema de fondo. En su visión, toda medida queda condicionada a lo que él llama los "incentivos perversos" del sistema.
"Todo esto potencialmente puede ser, potencialmente se puede profundizar, potencialmente pueden haber más horas, pero no hay mecanismos que lo garanticen. Pero la mayoría de los incentivos están orientados hacia el desarrollo de las actividades lectoras y de resolución de problemas. No están los incentivos en la formación de pensamiento crítico y reflexivo. En IIº medio está el SIMCE y en IVº la PSU entonces ahí hay un incentivo perverso", asegura.
Al momento de pensar en profundización, Rolando Zúñiga hace una comparación con el modelo que primó en Chile hasta la década de los 90'. "La profundidad se conseguía antes con el sistema concéntrico ¿qué significa eso? que en la básica y en la media se ven los mismos procesos históricos, pero en la media con un mayor grado de profundidad. Si tú extraes el carácter obligatorio de la historia en la media, hay procesos que se van a ver solo como una pincelada", asegura.
El misterio de la Educación ciudadana
Como parte de las materias obligatorias se introduce Educación Ciudadana, un ramo frente al cual, los docentes manifiestan una posición ambivalente: algunos reconocen que la asignatura puede ser un aporte, pero tienen muchas dudas. Eso sí, coinciden en un punto: la formación de competencias relacionadas a la vida cívica, no puede ser a costa de la Historia.
"Yo creo que está bien, es un aporte y sería genial. Pero no en desmedro de que no haya historia. Además creo que debiera tener que ver con el desarrollo de habilidades Porque sino, ¿qué van a hacer los profes si entienden que no deben desarrollar habilidades? simplemente pasar conceptos: qué es un derecho, qué es el voto, etc", afirma Daniela Pardo.
Por su lado, Rolando Zúñiga pondera este ramo dentro de la decisión de sacar la obligatoriedad de la Historia. "Tener formación ciudadana, con la ciencia histórica limitada, es una contradicción tremenda. No es transmitir conceptos y definiciones, hay que insertarlo en un contexto histórico", asegura. "Una de nuestras demandas como profesores de historia es la restitución de la educación cívica y la formación ciudadana. Antes existía y fue sacada. En una democracia es fundamental la formación de los ciudadanos, pero no a costa de suplir otras asignaturas de vital importancia", asegura.
El pedagogo Isaac Calvo advierte un potencial del nuevo curso pero también manifiesta sus inquietudes. "Pienso que [Educación ciudadana] puede ser una oportunidad para trabajar con proyectos, el aprendizaje basado en proyectos, que es muy interesante respecto a la ciudadanía. Pero si se va a basar en una lógica simplista de solo enseñar derechos y deberes, perdimos", afirma.
Desde Recoleta, Carlos Quezada relata que en el establecimiento en que trabaja ya están implementando el ramo, pero entiende que no en todos los casos puede ser tomado de la misma forma. "Reconozco que las actuales bases entregan flexibilidad, los colegios tenemos horas de libre disposición. Nosotros en nuestro Liceo ya teníamos la asignatura de Formación ciudadana, porque es una convicción del alcalde Jadue. Pero qué pasa si en un proyecto educativo van a preferir introducir más horas de lenguaje y matemática.
Pero antes de que este cambio se implemente -se espera su aplicación para 2020- Rolando Zúñiga aún tiene muchas dudas por resolver. "No teníamos mayor conocimiento de esa situación. No fue analizado ni informado No tenemos idea que pasará con eso. Estuvimos haciendo Formación ciudadana hace dos años, pero fue eliminada de los programas, ahora se reintegra, entonces no sabemos. Provoca una inestabilidad en el tratamiento de los contenidos", afirma.
¿Qué pasa con el trabajo?
Los docentes también advierten en esta medida ciertas implicancias en su situación laboral. "¿Qué pasa si todos eligen deporte? ¿qué va a pasar con el resto de los profes que hacen humanidades y ciencias? hay algo que tiene que ver con la logística. Cada comunidad educativa decidirá", analiza Isaac Calvo.
"Yo creo que podría producirse una disminución de horas, y con eso disminución de trabajo", conjetura Rolando Zúñiga. "Nos tienen en incertidumbre. Cuando se habla de educación de calidad, es educación integral, y el ser humano es todo: es pasado, presente, Filosofía, Arte, Educación Física, Ciudadanía, etc".
La profesora Daniela Pardo apunta también a la situación de otras asignaturas. "Yo creo que no está mal que los chicos puedan elegir lo que les gusta, pero siento que hay ramos que no deben dejar de ser obligatorios. No está mal que puedan elegir Expresión corporal, por ejemplo, pero no por eso van a dejar de tener Educación Física. El caso de Religión, que no se evalúa con nota… ahora quizás menos lo van a pescar".
¿Qué pierde un/a estudiante de IIIº y IVº medio sin Historia como ramo obligatorio?
"Yo siento que lo que se puede perder es desarrollar su conciencia histórica. Formarse como un ciudadano informado. Porque hay muchas cosas, en IIIº y IVº de participación política q son fundamentales para que un chico lo entienda a esa edad. Para entender que la participación política no es solo a través del voto, sino que en Consejo de curso, Centros de alumnos, ONG's, Juntas de vecinos, movimientos sociales. Pierde el sentirse parte de algo", asegura Pardo.
"Se pierde el generar Historia para el estudiante integral", sentencia Isaac Calvo. "Cuando un estudiante elige un electivo en general pasa que se encuadra en esa área del conocimiento. Por ejemplo, un chico eligió ser matemático y de ahí no lo sacas. Entonces la asignatura de Historia permite entregar una reflexión desde la realidad actual. Yo diría que incluso los matemáticos y los científicos, desde su propia área, piensan la sociedad desde el presente. Y para eso, tengo que saber Historia".
"La educación pública en Chile fue un ejemplo para América Latina durante décadas, incluso hasta la Universidad", asegura Rolando Zúñiga. "Entonces los chicos pierden entender por qué de pronto ya no es así. Se pierden el saber por qué su presente es así. Absolutamente. Por qué, por ejemplo, tienen que pagar una Universidad, tienen que entender por qué se da eso, no es porque sí. Los chicos, sobre todo en estos Liceos, el Aplicación, el Instituto Nacional, el Darío Salas, se preocupan mucho de eso".
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