Aunque no fue parte de la alineación original de Living Colour, aquella que sacudió los charts con explisivos sencillos como "Glamour Boys" o "Cult of personality", incluidas en el disco Vivid (1988), el bajista Doug Wimbish confiesa que siempre conectó con la banda. En ello pesaban su amistad de años con el guitarrista Vernon Reid y su trabajo como músico de sesión junto a Mick Jagger, lo que finalmente terminó por convertirlo en un candidato natural para incorporarse al conjunto cuando Muzz Skillings lo dejó en 1992.
"Conocí a Mick en 1986, después de haber trabajado con Jeff Beck. Con él grabé en su disco solista y luego le acompañé en un tour. En ese tiempo le dije a los chicos que deberían hacer algo con Living Colour [NdR: el vocalista de los Stones después fue productor del álbum debut del cuarteto]. Siempre conecté con la banda, incluso antes de estar en ella", cuenta al teléfono desde Nueva York a Culto, a propósito del show que ofrecerá con la agrupación el próximo 11 de junio en el Club Chocolate.
"Estaba en Londres cuando me llamaron diciendo que necesitaban un bajista para la banda y que si quería ir a audicionar. En ese tiempo recibí llamadas de dos personas distintas, pero la de Living Colour fue primero. Entonces dije que debían esperarme a que conteste la llamada los chicos. Ellos querían hacer un show en Río y me entusiasmé, así es como empezó esa conversación. Después en 1992 me pidieron que me quedara en la banda", detalla aún con cierta emoción al recordar esos días.
Wimbish partió tocando el bajo desde muy joven. "Era un adolescente, solo lo tomé, empecé a jugar con él. Tocaba un poco de guitarra, pero no sabía nada antes de eso, por lo que aprendí solo en ese tiempo siguiendo canciones que escuchaba en la radio, mirando a músicos locales que tocaban el bajo en distintas plataformas. Empecé por ahí en los 60'-70's tocando instrumentos, pero en 1972 me enfoqué en tocar el bajo un poco más. Para 1974 ya sabía que era a lo que quería dedicarme. Así empecé", cuenta.
El músico es un veterano del estudio, pues en sus inicios fue sesionista para Sugar Hill Records. Su currículum luce una larga lista de colaboraciones en la que destacan nombres como como Grandmaster Flash, Madonna, Seal, y el vocalista de los Stones. "Estar en un escenario con Mick parecía algo irreal", detalla. "Pero al final del día siempre hemos estado conectados y siempre ha sido bueno. Esos tipos son profesionales y aman la música, y aman el blues. Hay una razón por la que siguen sobre los escenarios y hacen entretenimiento: están en forma y se toman su trabajo muy en serio porque han estado en este juego un largo tiempo", analiza.
Consultado por sus bajistas favoritos, Wimbish nos menciona a destacados intérpretes como James Jameson, un hombre clave en el sonido de Motown, y Stanley Clarke, uno de los más reconocidos exponentes de jazz fusión. "Siempre escucho a muy buenos bajistas antiguos como esos y también bajistas contemporáneos. Estoy agradecido de haber nacido en una era en que el bajo brillaba como instrumento", detalla.
-Dentro de poco volverán a tocar en Chile -debutaron en 1993 en el Estadio Chile-, pero ¿cuánto han cambiado los shows de Living Colour desde los noventas hasta acá?
-Desde que yo llegué a la banda que está constantemente evolucionando. Desde que nos unimos con Vernon, la concepción del show ha ido mutando con las personas que han ido ingresando, y luego cuando me uní a ellos, seguía cambiando. Creo que mi contribución fue que yo he estado en muchos estudios y he tenido la oportunidad de tocar con muchos músicos en el espectro, por lo que puedo tocar muchos instrumentos y entender como contribuir al sonido del grupo desde la mesa. Es como el universo, continúa expandiéndose. Hoy estamos en 2019, Living Colour va a cumplir casi 40 años y es genial poder seguir creando discos que la gente admira.
-¿Qué es lo que más te gusta de tocar en Living Colour? ¿Cuáles son tus canciones favoritas a la hora de tocar?
- ¡Oh, me gustan todas! Para mi, todo es parte del setlist miro la música del show de ese día y es parte de una sola canción para mi, porque todas se conectan. Me gusta como las cosas se conectan desde Vivid hasta Shade o Biscuits o cualquiera. Me gusta cómo interactúan y cómo la música se conecta. Todas las canciones me provocan un sentimiento, una sensación sobre esta secuencia que disfruto tocando y lo que pasa en un espacio donde la música suena mejor. Eso es lo bueno del "acto", yo veo los shows como una obra o un "acto". Todo es parte de la misma frecuencia, hasta el momento que empiezas y el momento en que terminas. No hay una canción que sea más valorada por su frecuencia que otra, podemos no haberla tocado en un tiempo y cuando lo hacemos, se vuelve fresca y estimula la ocasión. Pasa con las grandes bandas, cuando tocamos no necesariamente lo hacemos para hacerlo perfecto, sino por ese momento dorado que nos da la garantía de por qué estamos haciendo esto juntos. Me despierto todos los días sintiéndome orgulloso de ser parte de esta banda.
-Living Colour se mantiene activo, hace dos años lanzaron el disco Shade ¿cómo es el proceso de composición de canciones?
-Solo nos juntamos en una sala y ensayamos. Recientemente hemos estado haciéndolo al revés, el momento en que todos entramos a la sala, nadie trae una canción para tocar, y solo tocaremos desde el corazón, lo que nos salga. De ahí empezamos a ordenar las cosas. Todo es distinto a los primeros discos, donde llegábamos y juntábamos todo a partir de los ensayos de canciones específicas. Ahora llegamos, tocamos y ponemos las cosas juntas pero cada uno contribuye con lo suyo al final del día. En cada disco que hacemos es diferente, en el último, Shade, es donde decidimos hacer blues, pero actualizándolo, para que no sea el blues que siempre escuchamos, sino que trayendo a distintas personas para que cantaran sobre lo que hacíamos y alteraran el proyecto. Living Colour lo llevó al estudio y resultó. Es divertido, porque toma tiempo hacer discos pero todos son distintos. Así que ahí lo tienes.
-¿Has escuchado reggaetón? Es la nueva música que encabeza los rankings hoy en día, incluso hay artistas que están haciendo duetos con gente consagrada, como Maluma con Madonna, o J Balvin cuando fue invitado por Beyoncé a Coachella ¿tienes alguna opinión sobre esta música?¿cuál es tu apreciación?
-Sí, conozco el reggaetón y para mi, las raíces de todo eso viene de unos amigos con los que trabajé en Londres en Show Wood, en los '80. En mi opinión, si voy hacia atrás y escucho este sonido ahora, eso tiene raíces en Londres. Todo partió con el bajo, que después se convirtió en dubstep, que después se convirtió en reggaetón. Puedo verlo desde mis inicios en Sugar Hill Records. Escuchar la música que viví en esos tiempos hoy, me hace reconocer un tipo de ADN en el reggaetón, desde las melodías hasta los beats. Si quieres reconocerlo, puedes ir a las obras anteriores de Sugar Hill y ahí lo verás. Cuando escuchas estos elementos y beats en el dubstep o el reggaetón, están influídos por las cosas que hicimos en esos tiempos. No es para levantar mi bandera y mostrarme, pero es la verdad. Cuando empiezas a escuchar, de verdad reconoces los sonidos, puedes seguir el cambio y la influencia que tuvo. Una de las raíces claves es el hip hop también, la diversidad del reggae, la electrónica. Yo sería feliz analizando todo esto.
-Finalmente ¿qué puede esperar la gente del concierto y el sonido de Living Colour en vivo?
-Bueno pueden esperar algunas canciones de Vivid, no vamos a tocar el repertorio entero, vamos a tocar algunas de ese album y algunas de todos los discos que hemos hecho. Todo depende en cómo vamos a montar el show, siempre es entretenido hacerlo en el momento. Nos juntamos y decimos "Ok, toquemos algunas canciones de Vivid, hagamos tal y tal y listo, ¡Vamos!". Ese es el tipo de banda que somos, lo montamos en el momento, nos divertimos e incluso podemos escoger las canciones en el momento.
Living Colour se presentará el 11 de junio a las 21.00 horas en Club Chocolate. Las entradas estarán disponibles en sistema Ticketek, puntos de la ticketera en tiendas Hites, como también en las tiendas The Knife (Eurocentro) y Kmuzzik (Edificio InterProvidencia).