Viste un elegante traje de tres piezas y fanfarronea ante cualquiera que se le cruce. Hades, el guardián de los infiernos y rey de los muertos de la mitología griega, reencarna en un guapo y carismático magnate acerero que habita en Nueva Orleans, cuna del jazz en EEUU. Su inframundo no luce precisamente como el averno de las caricaturas, pero en el musical Hadestown, uno de los últimos éxitos de Broadway, se le retrata como un amurallado pueblo en el que sus empleados hacen labores mecánicas y venden su alma al diablo a cambio de seguridad económica. Uno de ellos es el desventurado Orfeo.

Corría como favorito, y no se quedó atrás. Escrito por la cantautora estadounidense Anaïs Mitchell (1981), una absoluta desconocida en Broadway, Hadestown fue el gran triunfador de la 73° edición de los premios Tony, que tuvo lugar la noche de este domingo en el Radio City Music Hall de Nueva York. No pudo con las 11 estatuillas que en 2016 ganó Hamilton, de Lin-Manuel Miranda, pero le anduvo cerca: la pieza dirigida por Rachel Chavkin se quedó con ocho galardones, incluidos el de Mejor musical y Mejor dirección.

El inesperado ascenso del mismo espectáculo podría empalmarse con la meteórica hazaña de un equipo de fútbol de tercera división: en 2006 Mitchell presentó por primera vez su obra, que tomaba el antiguo mito griego de Orfeo y el rescate de su esposa, Eurídice, del inframundo gobernado por Hades. Presentada en pequeños teatros de Vermont, al noroeste de EEUU, la pieza no solo desplazó el mito a tiempos actuales -e incluso posteriores-, sino que además hizo del mismo una "ópera popular".

En 2010, Hadestown se convirtió en un álbum conceptual, y tres años después su compositora convocó a Chavkin para llevarlo al escenario. Lo estrenaron en el New York Theatre Workshop, en 2016, y luego en el Citadel Theatre de Edmonton, Canadá. Su presencia en el circuito OFF no pasó desapercibida: el año pasado el National Theatre de Londres apostó por él y lo tuvo en sus tablas. Recién a su regreso el musical recaló en Broadway, donde debutó el 22 de marzo pasado en el Walter Kerr Theatre. Desde entonces ha sido visto por más de 250 mil personas.

Nuevos himnos del presente

"¿Por qué construimos el muro, mis niños?", canta Hades en uno de los momentos más memorables del musical. "Construimos el muro para mantenernos libres", le responden sus seguidores en el inframundo, convertido aquí en un gran galpón industrial que contrasta con el onírico exterior, en una clara alusión al cambio climático. "¿Cómo nos mantiene el muro seguros?", insiste él. "El muro mantiene fuera al enemigo", vuelve a pronunciar el coro, mayoritariamente compuesto por actores negros.

Aunque fue compuesta en 2006, la canción Why We Build the Wall ("Por qué construimos el muro") dio pronto que hablar en EEUU: la crítica vio en ella un mensaje en contra del gobierno de Trump y el muro que busca separar a EEUU de México. "Mitchell compuso un nuevo himno contra la injusticia, con sonidos de folk y blues", publicó The New York Times a días del estreno. Pero la propia autora ha negado dichos cruces: más bien quería que fuera una canción "mítica, metafórica, arquetípica", y al escribirla pensó más en el muro de Berlín, en la Gran Muralla de China e incluso, dijo, "en las comunidades cercadas".

Otro de los temas musicales de Hadestown, Hey Little Songbird -interpretada por Hades (Patrick Page), en su intento por atraer a Eurídice (Eva Noblezada) al infierno-, tuvo también resonancias a la luz del movimiento #MeToo y las denuncias de violencia sexual en la industria del entretenimiento americana.

Durante la ceremonia de anoche, la directora Rachel Chavkin, única mujer nominada en su categoría y cuarta en recibir el galardón a la Mejor dirección, aprovechó la tribuna para denunciar la falta de diversidad en los premios: "Hay tantas mujeres preparadas, tantos artistas de color preparados. Tenemos que ver esa diversidad racial y de género reflejada también por nuestros críticos", dijo tras recibir uno de los máximos galardones de la noche. Hadestown se quedó además con los trofeos a la Mejor música original y al Mejor actor de reparto, que recayó en André De Shields y su interpretación de Hermes.

Otra de las escenas claves del montaje, que permanecerá en cartelera sin fecha de cierre, muestra a Orfeo (Reeve Carney) pidiéndole a Eurídice que se case con él. De fondo suena Come Home With Me ("Ven conmigo a casa"). Ella parece dudosa ante la petición de su amado, pues ambos viven en la pobreza. Como en el mito, Orfeo es un músico solitario y sin nada que ofrecerle, pero logra persuadirla: le dice que está escribiendo una canción que hará que la primavera llegue nuevamente, y que ya no tendrán que luchar (Wedding Song).

"Si Hadestown significa algo -dijo la productora Mara Isaacs la noche del domingo, al recibir el gran premio de la jornada-, es que el cambio es posible. Que en tiempos oscuros, la primavera volverá".

Revisa algunas escenas y canciones del musical Hadestown:

https://www.youtube.com/watch?v=NfNHgSsammc