El hombre en cámara llega hasta una zona boscosa, tan propia de la geografía de Manaos en el Amazonas de Brasil, donde hay un cadáver ennegrecido. "Huele a churrasco. Ahí está el cuerpo. Miren, todavía sale humo", detalla a la cámara mientras se tapa la nariz con la camisa.
La escena corresponde a un show televisivo tan llamativo como terrible: cadáveres con signos de violencia, entrevistas con supuestos sicarios y sus víctimas, persecuciones y toma de rehenes. Todo eso tenía el programa de Wallace Souza, el hombre en cámara de la escena anterior, el periodista brasileño que llegaba primero al lugar de los crímenes que cubría, incluso antes que la policía.
Las historias ocurrían en Manaos, plena selva amazónica, donde Souza lideraba la sintonía como un hábil orador que proponía "bala y tumba" para los traficantes.
"Las familias honestas de nuestra ciudad necesitan paz", proclamaba en el espacio. Tanta audiencia alcanzó que Wallace Souza aprovechó la plataforma para iniciar una carrera política, mezclando la pantalla con sus funciones en el escaño.
Su arresto en 2009 llamó la atención de Manaos al conocerse la acusación: el periodista ordenaba crímenes para cubrirlos luego en su programa y así aumentar la audiencia. Una historia de tintes surrealistas narrada por la docuserie Killer ratings (La muerte vende), disponible en Netflix.
Una banda criminal
El caso llamó la atención del director Daniel Bogado, quien viajó a Brasil cuando se enteró de la muerte de Wallace Souza en 2010. Ese año el periodista que mataba criminales para conseguir audiencia para su show murió en un hospital sin haber enfrentado a la justicia de su país. Tenía 51 años.
En conversación con El País, el director de Killer ratings cuenta que hace dos años estuvo un mes en Manaos entrevistando a los sobrevivientes para recrear la historia. La docuserie incluye fragmentos del programa Canal Livre con detalles escabrosos sobre cadáveres todavía humeantes, pistas que llamaron la atención de la policía.
Mientras buscaban pruebas luego que una llamada anónima los llevara a la detención del principal testigo de una acusación, un traficante conocido como Moa aseguró haber cometido varios asesinatos por encargo de Wallace.
Para sorpresa del director de Killer ratings, los investigadores estaban seguros de que matar a criminales para generar contenido para sus programas era solo una parte de la trama de Wallace Souza.
Lo acusaron de liderar una banda criminal que, como los equipos de su programa llegaban antes que la policía, robaba el dinero de los narcos asesinados. Luego empezaron a quedarse con droga. El siguiente paso fue matar a los dealer. Y luego, nada menos que encargar el asesinato de narcos de la competencia.
Wallace Souza se defendió acusando ser víctima de una maniobra de sus enemigos y rivales políticos.
Con siete capítulos que repasan la surrealista historia del periodista, la docuserie Killer ratings (ver en Netflix) pretende entregar luces y sombras de un caso único.