30 años de la lambada: una historia de engaño, globalización y muerte

1989 fue grandioso para el pop. El mayor single del año, Like a prayer de Madonna, incomodó al catolicismo. Roxette irrumpió con The Look, The Bangles tuvo la mejor balada con Eternal flame y Fine young cannibals anotó dos número uno con She drives me crazy y Good thing. Debutaron The Stone roses y Technotronic, Metallica perturbó con el video de One, Prince cerró impecable la década con Batdance y en las fiestas se bailaba la coreografía de You got it (the right stuff) de New kids on the block. Hubo otros hits como If you don't know me by now de Simply red, Toy soldiers de Martika, Dr. Feelgood de Mötley Crüe y Love shack de The B-52's, mientras en Chile apareció La Ley con Desiertos. Todo lo anterior palidece ante la fiebre desatada por la lambada. Desde los tiempos del twist que una canción no se convertía en sinónimo de un baile y viceversa. Aquel ritmo del norte de Brasil originado en los 70 con raíces en la cumbia y el merengue, se tomó el mundo el mismo año de la caída del muro de Berlín y el fin de la dictadura de Ceausescu en Rumania.

La historia del single más vendido de la década en Europa está llena de engaños y líos. La canción no se llamaba Lambada sino Chorando se foi y el grupo a cargo, Kaoma, tenía la vocación de un aviso de Benetton con franceses nacidos en colonias caribeñas, brasileños y un senegaleses, como un eco de la world music que en la segunda mitad de los 80 habían popularizado estrellas como Paul Simon, Sting y Peter Gabriel.

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La operación tras la lambada fue la banda sonora de un importante cambio mediático en Francia. En 1987 el canal público TF1 pasó a manos privadas después de 12 años como parte de una promesa del gobierno de derecha de Jacques Chirac. La señal fue adquirida por el grupo industrial Bouygues dando un giro eminentemente comercial. En los 90 alcanzó el liderazgo introduciendo la telerrealidad acarreando críticas de intelectuales. Entre medio, en el verano boreal de 1989, convierten el sencillo Lambada publicado por CBS en la canción del verano no solo al repetir incesantemente su video, sino porque la melodía se incluye (como pasó en Chile en 1970 con Un verano naranja) en el comercial de la gaseosa Orangina.

Los artífices del single fueron el productor Jean Karakos y el director de cine Olivier Lorsac, ambos franceses. El primero era un veterano de la industria musical de respetable currículo con colaboraciones para Soft cell, Afrika Bambaataa y Cabaret voltaire. El aporte de Olivier fue ejecutivo. De visita en Brasil compró una partida de canciones, entre ellas Chorando se foi, oficialmente un éxito de 1986 en rankings locales. Arman a Kaoma con ex miembros de la banda senegalesa Touré kunda y el single se convierte en un éxito planetario tras estallar en Francia durante el verano del 89 (en agosto sumaba más de 1.3 millones de copias vendidas). Lorsac lo inscribe sigilosamente bajo el seudónimo Chico de Oliveira. Kaoma aprovecha la ola y lanza el álbum World beat, disco de oro en EE.UU. y platino en Brasil. Hasta los niños del video, Chico (hoy pastor de una iglesia evangélica) y Roberta (veterinaria), sacan tajada grabando por su cuenta el sencillo Frente a frente. No solo la canción se convierte en un suceso sino también el insinuante baile homónimo que implica un cortejo de piernas arqueadas y meneos de caderas con faldas cortísimas y diminuta ropa interior.

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El éxito de la lambada es tal que llega a Estados Unidos donde los productores Menahem Golan y Yoram Globus, famosos por cintas violentas de bajo presupuesto como El Vengador anónimo con Charles Bronson, hacen dos películas aprovechando la moda, Lambada y El Baile prohibido estrenadas el 16 de marzo de 1990.

La canción vende cinco millones de unidades en el mundo pero Kaoma y sus productores son demandados por Los Kjarkas, una institución del folklor boliviano, los verdaderos autores del tema grabado en 1981. "Estamos hartos de la lambada", declaró Ulises Hermosa, uno de los compositores (junto a su hermano Gonzalo) al diario El País de España en mayo de 1990, "aunque hay que reconocer que el escándalo ha tenido aspectos negativos y positivos". Entre la buena cosecha del grupo boliviano formado en 1971 y aún activo, fueron las giras por Europa y una invitación a grabar en Japón junto a un compositor de tecno pop. En 1991 Los Kjarkas lograron recaudar las regalías de Kaoma por seis millones de francos. Sin embargo no sentían gran aprecio por el tema. "Queremos que se olvide la lambada porque es un dolor", dijo Hermosa en la misma entrevista.

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En Chile la canción replicó el éxito en particular en las radios AM y provocó curiosidades. El 21 de febrero de 1990 en la primera noche del festival de Viña, Antonio Vodanovic dijo que las discotecas se habían transformado en "lambanderías". Luego introdujo al ballet Abraxas con música envasada de Kaoma, "estas siete voces mixtas que representan un poco a las Naciones Unidas".

En La noche del Mundial de TVN por Italia 90, conducido por Jaime Celedón y Pilar Cox, hubo parejas bailando ante la atónita mirada de un panel propio de la Transición con Sergio Livingstone, Schlomit Baytelman, el futbolista Fabián Estay y Otto Dörr, el psiquiatra que en 2018 iba a recibir el premio nacional de medicina, galardón suspendido por sus lazos con Colonia Dignidad.

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El último capítulo de la lambada resultó macabro. El 19 de enero de 2017 fue encontrado el cadáver carbonizado de Loalwa Braz, la cantante de Kaoma, en Saquarema, Rio de Janeiro. La artista padecía cáncer y fue atacada por tres jóvenes asaltantes en un establecimiento de su propiedad. Al oponer resistencia fue golpeada, herida con arma blanca y arrastrada hasta un vehículo que fue incendiado, lo mismo su casa. Tenía 63 años.