La hora más oscura de Plácido Domingo: cantantes y bailarinas lo acusan de acoso sexual

Plácido Domingo, con seguridad el tenor más importante del mundo, enfrenta su momento más controvertido. Nueve mujeres del mundo de la música clásica lo acusan de acoso y actitudes sexuales inapropiadas, de acuerdo con una investigación de la agencia de noticias AP. "¿Cómo le dices que no a Dios?", se pregunta una de ellas, la mezzosoprano Patricia Wulf, quien coincidió con el tenor en la ópera de Washington en 1998 y según su testimonio sufrió su persecución.

Según publica AP, durante décadas Plácido Domingo habría presionado a mujeres en el inicio de sus carreras para que mantuvieran relaciones sexuales con él, a cambio de trabajos y apoyo en sus carreras, y en ocasiones tomando represalias contra la trayectoria de aquellas que lo rechazaban.

En momentos de gran sensibilidad social contra los abusos y cuando se han conocido graves escándalos asociados a la música clásica, como el caso del director estadounidense James Levine, desafiliado de la ópera del MET, estas acusaciones amenazan con ensombrecer los 50 años de carrera de Plácido de Domingo, quien se ha presentado en los escenarios más importantes y más exigentes del mundo.

Ocho cantantes y una bailarina aseguran haber sufrido el acoso y la persecución sexual del tenor desde los años 80, a menudo en compañías de ópera en las que él ocupaba puestos de alta dirección. Una de ellas asegura que Domingo metió la mano dentro de su falda, y otras tres dijeron que forzó besos en un camerino, una habitación de hotel y una comida de trabajo.

"Una comida de trabajo no es rara", dijo una de las cantantes. "Que alguien intente agarrarte la mano durante una comida de trabajo es raro, o que te ponga la mano en la rodilla es un poco raro. Siempre te estaba tocando de alguna manera, y siempre besándote", agregó.

Además de las acusadoras, AP recoge el testimonio de otra media docena de mujeres que aseguran que las proposiciones sexuales del cantante les hicieron sentir incómodas. Una de ellas dijo que Domingo le habría pedido varias veces salir en una cita luego de contratarla para interpretar una serie de conciertos con él en la década de 1990.

"Las acusaciones de estas personas no identificadas, que se remontan hasta 30 años, son profundamente preocupantes, e inexactas tal como se describen", respondió Plácido Domingo a través de una declaración pública.

"Aun así, es doloroso saber que puedo haber molestado a alguien o haberles hecho sentir incómodas, sin importar cuánto tiempo haya pasado y pese a mis mejores intenciones. Yo creía que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consensuadas. La gente que me conoce o ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que dañe, ofenda o avergüence a nadie a propósito", añadió.

Pese a sus palabras, AP reporta que se contactó con casi tres docenas de otros cantantes, bailarines, músicos de orquesta, personal técnico, maestros de canto y administradores, que dijeron haber presenciado comportamiento inapropiado de índole sexual por parte del tenor de 78 años.

Las acusaciones contra Plácido Domingo han remecido al mundo de la música clásica. Rápidamente esta mañana la presidenta del Festival de Salzburgo, Helga Rabl-Stadler, salió a respaldar al cantante, quien se presentará el 25 y 31 de agosto en la ópera de Verdi Luisa Miller.

"Conozco a Plácido Domingo desde hace más de 25 años. Desde el principio me ha impresionado, junto a su capacidad artística, sus modos respetuosos con todos los trabajadores y trabajadoras del festival", señala Rabl-Stadler en un comunicado.

Sin embargo, las acusaciones son abrumadoras.

Entre los testimonios que recoge AP, dos de las acusadoras dijeron haber cedido brevemente a las proposiciones de Domingo al creer que no podían poner en peligro sus carreras rechazando al hombre más poderoso de su profesión.

Una de ellas dijo haber tenido relaciones sexuales con él dos veces, incluida una en el hotel de Los Ángeles. Al salir, Domingo le habría dejado 10 dólares en la mesita de noche: "No quiero que te sientas como una prostituta, pero tampoco quiero que tengas que pagar por estacionar", le habría dicho

De acuerdo con el reportaje, las denunciantes se atrevieron a hablar gracias al movimiento #MeToo, al sentir que hacer público el comportamiento de la figura más prominente de la ópera era la forma más efectiva de acabar con este tipo de conductas.

Patricia Wulf, la única denunciante que revela su identidad, dice que se sintió de cierto modo atrapada por el acoso de Domingo en 1998: "Estaba totalmente intimidada y sentía que decirle que no sería como decirle que no a Dios. ¿Cómo le dices que no a Dios?", describe. Comenzó a dejar de contestar el teléfono y en persona le daba excusas. Cuando le dijo que estaba casada, Domingo respondió "es una vergüenza que tu marido no entienda sobre tu carrera".

"Hay una tradición oral de advertir a las mujeres sobre Plácido Domingo", asegura una mezzosoprano que trabajó en la Ópera de Los Ángeles. El consejo era, según relataron muchas mujeres, "evitar la interacción con él a toda costa".