Más de alguien dirá que a diferencia de los científicos, quienes deben lidiar con el rigor de hechos y datos empíricos  para llegar a conclusiones confiables, los artistas navegan con total libertad en las aguas de la subjetividad, los sentimientos y la imaginación. Ahora, científicos y artistas se están encargando de derribar esa distancia para encontrar más de un punto en común en sus quehaceres. La punta de lanza la tiene CERN, el mayor laboratorio de investigación en física de partículas del mundo, ubicado en Ginebra, Suiza, que desde 2010 comenzó un programa de residencias para promover el diálogo entre arte y ciencia y que desde 2018 se unió a observatorios astronómicos en Chile para llevar esa experiencia interdisciplinaria más allá. 
Así nació Simetría, un programa de residencias donde los artistas primero visitan CERN y luego el observatorio Alma en San Pedro de Atacama. Algo similar está haciendo también el observatorio La Silla, perteneciente a la European Southern Observatory (ESO), pero ubicado en Coquimbo que en 2017 inició también Qyllur, residencias artísticas desarrolladas con el Centro Cultural España, donde hace una semana se inauguró la exhibición Minga del Cielo Oscuro, resultado de la primera invitada: Cecilia Vicuña.
La muestra que reúne videos, instalaciones sonoras, fotografías y cerámicas de Vicuña y otros artistas, expone su visión sobre el cosmos y la relación con lo indígena, a partir del hecho que La Silla se emplaza desde su fundación en 1970, en un milenario sitio de observación astronómica precolombina. "Es un sitio arqueológico de la astronomía, un lugar sagrado de pueblos anteriores a los diaguitas con pinturas rupestres que brillan en la noche como las estrellas del cielo. Constatar eso al tiempo que observaba el trabajo actual de los científicos, fue fascinante", dice Vicuña. 
"Para mí existe un cambio paradigmático de muchos científicos que se han dado cuenta de que necesitan de la poesía y el arte no como un mero instrumento de difusión de la ciencia, sino para encontrar nuevas formas de pensar, otras perspectivas inspiradoras", agrega.

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Cecilia Vicuña posa junto al Gran Colisionador de Hadrones en su visita a CERN, en Ginebra, en marzo de este año.[/caption]

El astrónomo Claudio Melo, director de La Silla concuerda con esa visión. "La motivación es explorar otras dimensiones del ser humano. La ciencia al igual que el arte es un proceso creativo que va en busca de respuestas. En el mundo en que vivimos, atrapados en el materialismo cotidiano, el arte y la ciencia nos ayudan a abrir el espíritu", afirma y adelanta que el próximo observatorio en sumarse a las residencias será Paranal, en el desierto de Atacama. "Será una experiencia totalmente nueva porque a diferencia de La Silla, en Paranal trabajan muchas más personas y veremos si eso les acomodará a los artistas".
Este año, el Ministerio de las Culturas creó una nueva línea de financiamiento Fondart de Arte y Ciencia, para producciones artísticas que hagan ese cruce de disciplinas. Algo de eso se discutirá el 26 de agosto, en un encuentro que reunirá a artistas, científicos y a los ministros de las Culturas (Consuelo Valdés) y de Ciencia (Andrés Couve) para profundizar en el tema, en la sede de Alma en Santiago. (ver ficha al final)

"Un vacío lleno de preguntas"

Radicado en Francia, el chileno Enrique Ramírez fue otro de los artistas invitados a residencias en los observatorios Alma y La Silla. Conocido por sus videos poéticos donde cruza imagen y sonido anclados en la historia reciente de Chile, el exilio y la memoria; Ramírez se enfrentó a un mundo totalmente desconocido. 
"Mi referente siempre ha sido el mar y allí encontré la conexión de mi experiencia porque tanto el fondo del mar como el espacio son mundos desconocidos para el ser humano y ese paralelo es el que quiero trabajar en una futura obra", cuenta. "De hecho, estar en los observatorios fue como estar en un barco, completamente aislado y donde el tiempo funciona de otra forma: los astrónomos trabajan de noche y duermen de día, la rutina cambia por completo. Creo que tanto el arte como la astronomía consiste de enfrentarte a un vacío lleno de preguntas".
Nicole L'Huillier, quien cursa un doctorado en el MIT en arte y ciencia, es otra de las artistas que por estos días reside en Alma. Ella trabaja captando datos astronómicos que convierte en sonidos para crear melodías nuevas que le sirven como base de sus instalaciones. Algo del resultado se verá a partir del 17 de octubre en el Museo de Bellas Artes, en el marco de la Bienal de Artes Mediales que se inaugura en septiembre. 

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Experimento sonoro de Nicole L'Huillier desarrollado hace unos días en observatorio Alma.[/caption]

"Estar en el CERN y luego en Alma te da la visión de lo micro y lo macro del universo y es tan potente que logra desestabilizar cualquier visión previa. La experiencia me hizo valorar el trabajo colaborativo entre tantas personas de distintas disciplinas enfocadas en un objetivo en común y preguntarme cuál es el rol del arte en ese contexto",dice L'Huillier, quien ha creado sus propias máquinas para captar sonidos en el desierto de Alma.
Además, la relación entre arte y astronomía a partir del sonido tiene una veta particular. En 2015, los productores del Festival Sonar, Paloma Chicharro y Enrique Rivera (quien también dirige la Bienal de Artes Mediales), se acercaron al astrónomo Antonio Hales, del observatorio Alma, para proponerle colaborar en un proyecto donde músicos hicieran composiciones a partir de la traducción en sonidos de las ondas de vibración y luz que se capturan del espacio. 
Así nació www.sonidosdealma.org, un sitio web que reúne esas experimentaciones y donde ya han trabajado músicos como Carlos Cabezas, AtomTM, Dj Raff y Diego Errázuriz quienes provienen de la electrónica, la música clásica, el rock y el hip hop. "La relación entre arte sonoro y astronomía es muy rica. Lo bonito es que no es que estemos escuchando directamente lo que ocurre en el espacio, porque allí no hay sonido, sino que lo que hacemos es tomar los astrodatos captados por las antenas y los traducimos en sonidos audibles. Hay una fuente inagotable de nuevos conocimientos y nuevas creaciones a partir del diálogo que se puede dar entre arte y ciencia", dice Rivera.

FICHA

Simetría, diálogos entre arte y ciencia

26 de agosto, a las 9.15 horas, en la sede del observatorio Alma  (Alonso de Córdova 3107, Vitacura). Conversan artistas, científicos y políticos. Cupos limitados, reservas en inscripciones@cchv.cl.