Quedan algunas horas antes que Cristián "Koko" Stambuk deje de hablar con otras personas. Poco después de terminada esta entrevista, su voz se apagará por varios días y su contacto con el mundo exterior será limitado.

"No es algo estricto sino astrológico", dice el músico desde París, donde está de paso. Son cerca de la 1 de la mañana en Francia y cuando amanezca, Stambuk, seguidor de la filosofía india hare krishna, iniciará uno de los retiros de silencio voluntario que suele realizar cada cierto tiempo para limpiarse y trabajar en su fuerza de voluntad, según explica.

Pero antes de desconectarse y entregarse al silencio, Stambuk tiene mucho de qué hablar. Ya son doce años desde que dejó Chile para instalarse en Norteamérica, donde continuó desarrollando su carrera solista y su trabajo como compositor y productor para artistas como Luis Fonsi, Reik y Julieta Venegas. Además, entró al mundo del cine y a fin de año estrenará su opera prima. Antes, en octubre, volverá a Chile para revivir a Glup!, el grupo que formó en 1996 y con los que mañana lanzará su primera canción en 16 años.

"Desde que dejamos de tocar, y lo digo muy humildemente, nos han ofrecido muchas veces volver a presentarnos en diferentes lugares. Pero siempre ha sido complicado porque no voy mucho a Chile y en los últimos años estuve muy concentrado en el cine, que es como mi segunda carrera", cuenta el músico -que no ha perdido el acento chileno- sobre el regreso de su banda, con la que estará en la próxima edición de La Cumbre y en una gira de varias fechas por el país (ver abajo la información del tour).

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Ya son dos décadas desde que Stambuk saltó a la fama en la escena musical. Antes de cumplir 23 años, su nombre quedó inscrito en el cancionero pop chileno con los primeros discos de Glup! y Supernova -ambos de 1999-, para las que compuso y produjo junto a Cristián Heyne. Una dinámica que luego repitieron con Stereo 3 y que entregó algunos de los primeros himnos juveniles del cambio de siglo, replicando con éxito y buena factura las fórmulas que dominaban la música anglo de esos días; desde los Backstreet Boys hasta el britpop.

La apuesta dividió al medio y convirtió al osornino en una figura controvertida. Pese a la amplia rotación radial de sus proyectos, su trabajo lidió con el desprecio "de algunos críticos y algunos músicos", recuerda. Las críticas apuntaban a la supuesta falta de espesor intelectual de su trabajo, a la actitud algo desfachatada de su banda -como en su célebre paso por un programa de La Red el 99- y a un par de melodías que tomó prestadas de éxitos ajenos, una práctica bastante extendida hoy por hoy. Por esos días, hacer pop comercial era una profesión de alto riesgo.

"Todo lo que hicimos con Heyne fue muy millennial. Es justo lo que hoy está pasando. Fue una manera de decir 'respeten lo que los demás quieren hacer'. Si queremos hacer música pop y a ti no te gusta, no la escuches, pero a muchos les gusta y de hecho a todos los proyectos les fue bien, tuvieron disco de platino, vendieron shows", recuerda.

El tiempo parece haberle dado la razón a sus canciones, que han trascendido generaciones y el mote "de culto". En el último Lollapalooza, Gianluca, uno de los más populares exponentes locales de la ascendente movida trap, sorprendió con una versión de "Cómplice eterno" de Glup! que fue coreada por un público veinteañero. La semana pasada, un repleto Teatro Nescafé que aguardaba por el debut del dúo Yorka -entre ellas, muchas parejas de mujeres-, amenizó la espera cantando "Tú y yo" de Supernova, mientras sonaba por los parlantes. La escena daba cuenta de un clásico.

"Cuando las cosas se recuerdan es porque algo de verdad había ahí, porque hicimos pop visceralmente, no es algo que puedas fingir", asegura Stambuk. "Lo hicimos conscientes de que era un momento en el que ese tipo de música era algo que en Chile no estaba bien. Eso nos inspiró. Fue un acto de rebeldía, no un acto de ambición, porque no sabíamos si iba a funcionar pero sí que a mucha gente del medio les iba a picar que existiera".

Maldito amor

Probablemente, buena parte de ese público que hoy abraza sin complejos la música creada por Stambuk asista a las próximas fechas en vivo de Glup!, que este viernes reaparecen con "Chíngale", el sencillo que sella el retorno del grupo, cargado al slang mexicano y de estructura poco convencional, distinta a la de sus temas más recordados.

"Cuando nos ofrecieron ir a La Cumbre dije 'hagámoslo, pero saquemos una canción nueva'. No me interesa hacerlo como un recuerdo, aunque lo sea, porque siento que Glup! tiene al mismo tiempo cierta vigencia", explica el cantante, para quien la reunión de la banda implica también juntar a la familia: sus hermanos Rodrigo y Vid Stambuk -este último, monje hare krishna- y el guitarrista Gustavo "Chavín" Labrín (Tronic), con quienes estuvo en el Festival de Viña de 1999 y publicó éxitos como Freebola, Grado 3 y Puta Jefe, hasta su disolución en 2003.

"Venía un poco agotado porque de alguna forma, injustamente para el resto de la banda, estaba con un montón de responsabilidades a mis 23 años y necesitaba parar un rato", cuenta Stambuk, que luego de dar forma a la segunda generación de Supernova y al grupo de punk-pop Gufi, partió a México para producir el tercer álbum de Kudai, uno de los más exitosos proyectos de pop juvenil nacidos en Chile. Ya instalado en la capital mexicana, el osornino editó su hasta ahora único LP solista -Valiente, nominado al Grammy Latino- y continuó con éxito su trabajo autoral y de producción con artistas como Augusto Schuster, Denise Rosenthal y el trío mexicano Reik, con los que ganó dos veces el premio ASCAP a mejor canción pop.

Pero ya en ese entonces sus prioridades eran otras. "Yo me fui de Chile para dedicarme al cine. De hecho, los últimos siete años he estado enfocado en eso", cuenta el músico, que en este tiempo alternó residencia entre Los Angeles y Nueva York para terminar de dar forma a su primera película, Doblemente embarazada. Una comedia inspirada en el caso real de una mujer noruega embarazada de mellizos de padres distintos. Protagonizada por su pareja, la actriz y ex integrante del grupo mexicano RBD, Maite Perroni, la cinta debutará a fin de año en cines de México y Estados Unidos, al tiempo que planea remakes en Perú y Chile.

"No es tan comercial pero sí es comercializable. No tiene ninguna canción pop, está musicalizada con puro jazz de los años 40", adelanta Stambuk, quien mira con cierta distancia profesional la música para las masas. Es más: asegura que nunca ha sido seguidor de ésta. "Me cagaba de la risa cuando me criticaban, cuando me decían que era súper pop, porque en realidad yo nunca escuché música pop. Nunca. Ni hoy día", revela.

"Fue algo que estudié, escuché discos, lo investigué bien, pero sólo eso. Porque hacer un tema pop que funcione es más difícil de lo que la gente cree, más difícil que hacer una canción rockera o jazz. Yo desafío hasta el día de hoy a cualquiera que trate de hacer una canción como esa, y que le vaya bien", dice Stambuk, antes de retirarse al silencio.

Chingale Tour 2019

  • 5 de octubre: La Cumbre, Rancagua
  • 6 de octubre: La Serena
  • 11 de octubre: San Felipe
  • 12 y 13 de octubre: Quilpué
  • 19 de octubre: Centro de Eventos Blondie en Santiago
  • 24 de octubre: Puerto Montt
  • 25 de octubre: Temuco
  • 26 de octubre: Concepción
  • 31 de octubre: Club Amanda, Santiago
  • 2 de noviembre: Open Blondie, Club Hípico, Santiago