Cualquier fan de Santaferia -o cualquiera que alguna vez haya oído al grupo, el más escuchado de Chile en Spotify desde que la plataforma llegó al país en 2013- lo sabe: Alonso "Pollo" González, su cantante, exhibe un timbre nasal, una voz aguda y afilada, ideal para narrar letras de alta sensibilidad popular que van desde el amor y la juerga, hasta la crítica social.

Pero Joe Blaney, legendario productor estadounidense, la mano tras obras cumbres de los Ramones, Charly García o Los Tres, no lo sabe. No los conoce. Recién se los presentaron en julio, cuando los recibió en los estudios neoyorquinos Sear Sound para oficiar de ingeniero de sonido en sus dos nuevos singles.

Por eso, cuando "Pollo" se encierra en el lugar para cantar, Blaney, junto al productor argentino Guido Nisenson, también parte del proceso, advierte que tiene una voz demasiado "brillante": pide que mejor le cambien el micrófono. Un asistente desconecta el aparato de la clásica marca alemana Telefunken para instalar otro, de la firma Neumann, también germana, también histórica, y que permitirá que su timbre fluya menos estridente. Y así sucede: a apretar Rec y que la sesión continúe.

Santaferia está en uno de los estudios más relevantes de Manhattan, el mismo que ha lucido como clientes a Bowie, Dylan o McCartney, y donde arribaron para grabar los temas Manso bacayo y El día que las vacas vuelen, este último con estreno para este viernes en plataformas digitales. Pero más allá de sus antecedentes, el lugar parece escapado de un antiguo documental rockero: se trata de un estudio análogo, de fachada vintage, con equipos que acumulan varias décadas de faena, incluyendo amplificadores a tubo, mesas de sonido con bordes de madera y sintetizadores monstruosos con un entramado de cables que rasguña el techo. Aquí late la Gran Manzana en su rostro más descascarado y pendenciero; incluso sobre una mesa hay un libro firmado por Patti Smith, ícono de los años menos santos de la ciudad.

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"Hablando con Joe Blaney me dijo que un estudio debe ser viejo, sucio y bueno", enumera el bajista Rodrigo González, aunque tiene bastante más qué decir: es el autor de El día que las vacas vuelen, el track que marca una inflexión en el retorno de Santaferia. Se trata de un tema que -manteniendo la rítmica tropical y bailable- los devuelve hacia el costado más contingente de la agrupación, aquel ya abordado en Don Satán o Conace; eso sí, aquí las letras buscan sacudir a la propia gente.

"Estábamos en deuda con esas temáticas, nos gusta tocar lo que pasa a nivel social", cuenta el cantante, mientras el bajista acota: "Es una crítica directa a la falta de conciencia, a la falta de movimiento por parte de la gente, un tirón de orejas a que las personas reaccionen. El tema de las AFP me llevó a pensar en eso: al final la gente deja todo en mano de los políticos. Bota toda su rabia a través de un computador y ahí queda todo. Por eso se llama 'El día que las vacas vuelen': es pensar que la gente va a reaccionar un día que no va a llegar nunca".

En el corazón de su letra la canción reza "ya se sabe que tenemos aguante/ para aguantar la mierda como ignorantes", mientras su estribillo repite "y llegamos lejos a ni una parte". Esa pizca de desencanto fue precisamente lo que fascinó a Blaney, un hombre crecido en el punk neoyorquino: "Conozco la música tropical desde siempre y me encanta trabajar con bandas jóvenes como ellos. Se notan con mucha frescura y entusiasmo. Me mostraron la letra y es muy interesante, tienen mucha sensibilidad ahí".

Nisenson, de largo recorrido en la escena chilena y que ha trabajado con Joe Vasconcellos y Manuel García, también aplaude el discurso urgente del tema, aunque aporta otra mirada: "Lo importante de grabar en Nueva York fue lograr que ellos tuvieran una experiencia fructífera, de aprendizaje profesional, pero también algo agradable, que lo disfrutaran desde lo psicológico".

Santaferia es hoy el conjunto más popular de la cumbia chilena y uno de los que más lejos ha llegado. Este sábado inician su tradicional recorrido de las Fiestas Patrias, mientras que el 28 de diciembre tienen agendado un show estelar en la Quinta Vergara. A todo ello llegarán con un sencillo que exhibe sus dos almas -la fiestera y la crítica- y con un 2019 anotado en letras mayúsculas en su bitácora.