Entre los primeros diez capítulos situados en los Siete Reinos y los últimos seis, hay un mundo de distancia en términos de presupuesto, popularidad y aclamación crítica. La relación asimétrica entre la temporada debut y el ciclo final de Game of thrones también evidencia un abismo en la atención que cada uno despertó en los Emmy. De 2011 a 2019, su arrastre aumentó brutalmente: 13 fueron las nominaciones hace ocho años, versus 32 candidaturas en la actual versión, la cifra más alta que los premios han entregado a cualquier título en una sola edición.
Subrayando ese favoritismo, a la fecha la serie encabezada por David Benioff y D. B. Weiss ostenta el récord absoluto de 57 galardones de la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión, marca de la que es dueña desde 2016. ¿Qué busca GOT en la ceremonia de hoy, entonces? Hacer más inalcanzable su marca, además de sellar su despedida como el título más monumental que haya tenido la TV y sus premiaciones. Y hacerlo pese a su octava y última temporada.
Criticados con dureza por parte de seguidores y especialistas, los seis episodios de cierre estuvieron lejos de generar la misma fascinación de sus años previos. Los Emmy, a contramano del ambiente tibio que dejó su final, la alzaron en julio como la producción con más nominaciones de su historia, destrozando una marca de hace un cuarto de siglo (26 candidaturas logró NYPD Blue en 1994).
Por esto, las predicciones dan por seguro que hoy (20 horas por TNT) la serie de HBO será nuevamente galardonada como Mejor drama, reconocimiento que ha obtenido desde 2015 –salvo en 2017, cuando no era elegible– y que esta vez no disputa ante una competencia particularmente dura (como alguna vez fueron Mad men o Breaking bad). Si hoy se impone a Westworld, Succession y Better call Saul, se uniría con cuatro premios al grupo de las máximas ganadoras de la categoría, a la par de títulos como The west wing y la ficción protagonizada por Jon Hamm.
Por su parte, Benioff y Weiss también podrían tener su gran noche por sí solos. Por el capítulo final de GOT ("The Iron Throne"), los creadores están nominados en Mejor guión y Mejor dirección. El primer galardón ya lo obtuvieron dos veces (por "Mother's mercy", el último del quinto ciclo, y La batalla de los bastardos) y en la disputa por el segundo se miden ante otros directores de la misma serie: Miguel Sapochnik (The long night) y David Nutter (The last of the Starks). Más allá de las críticas mixtas, no sería descabellado que salieran victoriosos de ambas.
Pero quizás el mayor espaldarazo de los Emmy 2019 a una producción que siempre descolló en los apartados técnicos es que a la ceremonia de hoy llega con nueve de sus actores nominados, dos de ellos compitiendo por primera vez en las categorías principales. Emilia Clarke (Daenerys Targaryen) y Kit Harington (Jon Snow), la pareja que alcanzó un trágico epílogo, se enfrentan a figuras experimentadas como Sterling K. Brown (This is us) y Bob Odenkirk (Better call Saul), además del dúo estrella de Killing Eve, Sandra Oh y Jodie Comer.
[caption id="attachment_100066" align="aligncenter" width="900"]
Foto: HBO[/caption]
El mejor escenario para la dupla es que los Emmy, contagiados de emoción por el adiós de la serie, le den un premio al que hasta ahora ni siquiera había aspirado. Eso sí, los pronósticos por el galardón a Mejor actor están divididos y apuntan a Brown, Bill Porter (Pose) o incluso Jason Bateman (Ozark), mientras que en el apartado femenino aparece fuerte Oh, distinguida por el Sindicato de Actores y los Globos de Oro.
Más posibilidades tiene la megaproducción con sus otros siete intérpretes, repartidos en las categorías de secundarios. Liderados por Peter Dinklage, nominado en cada edición desde el inicio de la serie y el único que ha sido galardonado (en 2011, 2015 y 2018), las figuras del reparto suman tres nombres que alcanzan su primera candidatura (Sophie Turner, Gwendoline Christie y Alfie Allen).
Hoy GOT puede aspirar a recoger un total de siete estatuillas -con 14 nominaciones y múltiples menciones en varios apartados- y debiera superar su marca de hace cuatro años, cuando consiguió cuatro de siete en el evento. Lo logrará si sigue con el impulso de hace una semana, en que conquistó diez premios en la primera tanda de los Emmy, gracias a sus efectos visuales o dobles de acción. Sería la despedida redonda para una serie cuyo final, a ojos de especialistas como Emily Nussbaum, la crítica de TV de The New Yorker, no fue nada más ni nada menos que "cálido, acogedor y aburrido".
Drama en breve y comedia
A partir de cuán histórica sea la jornada para Game of thrones, hoy se podría gatillar un nuevo triunfo de HBO, que en las nominaciones volvió a su tradición de superar a Netflix (luego que este por primera vez se impusiera en 2018 y ambos gigantes terminaran empatando en cantidad de premios) y llegó a un total de 137, frente a las 117 candidaturas de la plataforma.
Un duelo interesante se vivirá en Mejor miniserie, que enfrenta a When they see us (Netflix) y Chernobyl (HBO), dos dramas potentes con ligera ventaja para el primero, que relata una brutal historia de discriminación racial que resuena en los tiempos actuales. Títulos como Fosse/Verdon (Fox Premium) y Sharp objects (HBO) pueden tener algo que decir en las categorías actorales.
[caption id="attachment_100067" align="aligncenter" width="874"]
Fleabag.[/caption]
En Mejor comedia se anticipa un escenario en que aplique la misma regla de Drama: un premio al final de una serie que marcó una época. Veep (HBO) y su protagonista, Julia Louis-Dreyfus, debieran imponerse, aunque también llega sólida The marvelous Mrs. Maisel (Amazon), la ganadora de la categoría en 2018, cuando la ficción de HBO no fue elegible. Si hay margen para sorpresas allí estarán Barry (HBO) o Fleabag (Amazon), la gran sensación de la temporada, creada y protagonizada por Phoebe Waller-Bridge, y como confesó esta semana el CEO de Netflix, Reed Hastings, la única serie que lamenta no haberse adjudicado en su momento.