De la Austria de posguerra y los niños cantores de Viena a Valparaíso, luego de una travesía marítima de casi un mes. De la era dorada de la radiofonía y la Nueva Ola chilena a las giras por el mundo, para luego volver al país, reinventarse en la TV y pasar sus últimos días en el litoral central.
Peter Mociulski von Remenyk tuvo una vida tan agitada como representativa de la época que le tocó protagonizar. Por eso a sus 70 años, consciente de que su tiempo se agotaba, el pionero del rock nacional decidió que era tiempo de repasar los hitos de su carrera y dejarlos para la posteridad.
Así fue que el escritor coyhaiquino Oscar Aleuy llegó hasta el departamento del cantante en Concón, en 2015, con el fin de convertir tres semanas de conversación en sus primeras memorias. Las mismas que se lanzan este viernes con el título de Peter, cuando el rock vino a quedarse, la biografía póstuma del artista, quien falleció hace tres años a causa de una esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
"Yo que fui su fan de niño y adolescente, me impactó verlo tan deteriorado, tan triste y alicaído. Pero a veces las preguntas que le hacía lo vitalizaban un poco", cuenta Aleuy, quien tuvo acceso a la intimidad del cantante así como a los recuerdos de un anecdotario casi inabarcable. Partiendo por su infancia en el pequeño pueblo de Eisenstadt y la ausencia de un padre descendiente de un conde ruso ("se fue joven a la guerra y no regresó", contó), para continuar con su llegada a Santiago y el suceso que gatilló siendo un quinceañero.
Ese histórico single que grabó para el sello RCA -Nena, no me importa y Algo pasó en el lado B- hace medio siglo, considerado el primer rock and roll de la historia discográfica local, funciona como eje del libro, que profundiza en lo que vino antes y después del hito: por un lado, el recorrido de Mociulski guitarra en mano por radios y liceos capitalinos, imitando a Elvis Presley junto a amigos como Jorge Pedreros y Luis Dimas. Y luego, la fama, las fans y las giras por Chile y el extranjero.
Gracias al relato del artista, Aleuy consigue ahondar en capítulos conocidos de su vida y otros menos documentados: su teloneo a Paul Anka en 1961, los 14 años en que hizo carrera en Europa junto a su hermano Alex, el disco de oro que ambos consiguieron en Alemania y su matrimonio con la inglesa Frankie Leigh, asistente personal del mánager de los Beatles, Brian Epstein.
Párrafo aparte merece el vínculo entre Mociulski y su sobrino, el reputado músico chileno-estadounidense Alain Johannes, al igual que con aquellos que luego darían forma a los Red Hot Chili Peppers, Hillel Slovak y Flea, que obtuvieron sus primeros instrumentos de manos del austríaco. "Tantos recuerdos tío Peter... estás presente en mis ritmos y en mi creación, sobrevuelas todos mis matices y mis colores", dice Johannes en una carta inédita que incluye el libro.