Durante este fin de semana, el festival Rock in Rio ha visto pasar a estrellas internacionales –de Nile Rodgers a Iron Maiden-, pero también a autoridades chilenas.
Una comitiva de gobierno llegó hasta uno de los mayores espectáculos del planeta para conversar y analizar con sus organizadores la posibilidad de que la cita aterrice en Santiago durante 2021.
Y según las primeras impresiones, el aterrizaje del festival en el sur del continente va bien aspectado. Así por ejemplo lo comentó Mónica Zalaquett, Subsecretaria de Turismo, luego de una visita a Riocentro, uno de los mayores centros de convenciones de Brasil. "El objetivo de la visita fue venir a conocer la dimensión y el impacto que tiene Rock in Rio en la ciudad de Río", comentó Zalaquett, quien ayer tuvo reuniones con autoridades locales y con el dueño y gran jefe de la franquicia, Roberto Medina, una de las leyendas de la industria de conciertos a nivel global.
Luego la autoridad chilena detalló: "Llevar un espectáculo como es Rock in Rio es una gran oportunidad para posicionar a Chile como una capital, en este caso Santiago, sede de los grandes eventos musicales. Ayer tuvimos la oportunidad de conversar con el señor Medina y él me contaba que este evento nace con el objetivo de posicionar a Río en el contexto mundial y a través de la música generar mejores personas, por lo que hay una filosofía tremendamente interesante. Rock in Rio es más que un festival, es un espectáculo que le va a permitir posicionar a Chile como una capital referente latinoamericana. Dada la conectividad aérea que tenemos, nos podemos hacer cargo de una demanda de turistas que Brasil no puede hacerse cargo".
Además, aseguró que Santiago es una ciudad totalmente preparada para tal hito y se comprometieron a que el gobierno apoye en un principio "con promoción y sobre todo con las condiciones necesarias para todos aquellos trámites que un evento como este va a requerir, compromiso en conectividad, seguridad y todo lo que vimos que sucede en Río".
Por otro lado, Zalaquett precisó que el festival, de llegar a Chile, tendría dimensiones más moderadas que su par carioca, el que se desarrolla en un gigantesco recinto llamado Ciudad del rock, con nueve escenarios y una suerte de parque de diversiones que incluye una montaña rusa y una rueda de la fortuna.
"Siempre se está pensando en hacer un Rock in Rio en una dimensión más pequeña de lo que vimos acá, pero siempre con miras a crecer. Desde lo público tenemos la convicción de que estamos listos para un evento de este nivel".
En tanto, la Intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar, también presente en la ciudad del carnaval, aseveró: "Lo que hay que transmitir es que existe toda la voluntad. Y cuando existe toda la voluntad, las cosas habitualmente funcionan. Nos sentimos privilegiados que Rock in Rio y Medina esté pensando en nosotros. Lo que le vinimos a transmitir a Roberto Medina hoy es que su sueño es nuestro sueño".
También adelantó que están trabajando en una propuesta para importar el espectáculo y que las ganancias para la ciudad en una instancia como ésta superarían los 100 millones de dólares".
Además, aprovechó de poner en contexto la industria: la intención de traer Rock in Rio justo se da cuando La Cumbre cancela su nueva edición la noche anterior a su inicio. ¿Una mala señal para la escena? "Entiendo que se tomó la decisión por materias de seguridad, pero tenemos que avanzar fuerte en ese tema. Pero cuando tenemos productores y tenemos la espalda de lo que es Rock in Rio, la experiencia internacional que ellos tienen, no tengo duda que en dos años vamos a sacar adelante este proyecto".