El 1 de enero de 1966, Simon & Garfunkel llevaron "The Sounds of Silence" al puesto número uno de la lista Billboard Hot 100, un sencillo que fue incluido en su versión acústica en Wednesday Morning, 3AM (1964), pero que no logró llamar la atención de la audiencia. Ante esto, el productor Tom Wilson —conocido por trabajar con artistas como Bob Dylan, Pete Seeger, John Coltrane, Paul Chambers, Sun Ra y The Mothers of Invention— añadió guitarra eléctrica, bajo y batería a la interpretación original, para así dar origen al primer gran éxito del dúo integrado por Paul Simon y Art Garfunkel. Dieciséis días después —y con la firma de Columbia Records—, se publicó Sounds of Silence (1966), su segundo álbum de estudio que marcó la consolidación del grupo de manera definitiva.
Pero a pesar de obtener una carrera exitosa con títulos como "Mrs. Robinson" y "The Boxer", el aporte de los músicos no se vio únicamente reducido a su trabajo colaborativo. Art Garfunkel publicó más de diez álbumes en solitario y es considerado como uno de los mejores cantantes de todos los tiempos por la revista Rolling Stone. De la misma manera, exploró una carrera actoral en el mundo cinematográfico, en donde consiguió papeles en filmes como Catch-22 (1970), Carnal Knowledge (1971) y Bad Timing (1980), una película policial en donde asumió un rol protagónico como Alex Linden, un psiquiatra obsesivo que se ve enfrentado a la muerte de su esposa, quien comete una serie de infidelidades en su relación.
Por su parte, Simon publicó su primer disco solista The Paul Simon Songbook en 1965, es decir, después del lanzamiento Wednesday Morning, 3AM y meses antes de la publicación de Sounds of Silence de Simon & Garfunkel. Así, luego de una nueva ruptura en 1970 —al menos en el estudio, ya que después se presentaron juntos en varias oportunidades—, el compositor se dedicó a desarrollar una carrera en solitario que se mantuvo vigente hasta In the Blue Light (2018), su más reciente lanzamiento que fue calificado por The Guardian con 4 de 5 estrellas.
Paul Simon ha recibido un total de 16 premios Grammy, entre los que se encuentran los galardones "Mejor álbum del año" y "Mejor grabación del año" en reconocimiento de Graceland (1986), séptima entrega discográfica que reivindicó su éxito tras las escasas ventas de Heart and Bones (1983) y que significó un cambio radical en la manera en que se producía la música pop hasta ese minuto.
Desde Sudáfrica hacia el resto del mundo
El álbum más exitoso en la carrera de Paul Simon, el cual le permitió ser reconocido de manera autónoma y no sólo por su trabajo junto a Art Garfunkel, recibió influencias notorias de la música sudafricana. En una entrevista con National Geographic en octubre de 2012, el músico sinceró que la primera intención de incluir elementos culturales del otro continente nació durante un viaje en su auto, en el que escuchó un cassette de Boyoyo Boys que le había prestado la cantautora Heidi Berg, con quien trabajaba en ese momento.
Aquel uso del acordeón como instrumento protagónico llamó la atención del norteamericano, quien replicó aquella esencia en títulos como "The Boy In The Bubble", "That Was Your Mother" y "Gumboots", el cual contó con la colaboración de los mismísimos Boyoyo Boys.
Según un artículo publicado por The New York Times en su edición física del 24 de agosto de 1986 —un día antes de la publicación de Graceland—, Paul Simon viajó a Johannesburgo, capital de Sudáfrica, con el objetivo de empaparse con la cultura africana y así inspirarse en la creación de lo que sería su regreso al reconocimiento internacional.
A raíz de esto, parte del disco se grabó con músicos nativos —como Ladysmith Black Mambazo y The Gaza Sisters, entre otros— en el estudio Ovation, espacio en donde también se produjeron álbumes como Street Sounds (1983) de Harari y Musa Ukungilandela (1984) de Juluka, una de las agrupaciones pioneras de pop africano que influyó en el sonido de Graceland e incluso fue reconocida especialmente en la lista de agradecimientos del mismo título.
Asimismo, desarrolló algunos temas en Estados Unidos con las colaboraciones de artistas como Lisa Ronstadt en "Under African Skies" y Los Lobos en "All Around the World or The Myth of Fingerprints". Esta última no pasó desapercibida en los medios de comunicación, debido a que los integrantes de la banda lo acusaron de adjudicarse la autoría del tema, cuando supuestamente, ellos llegaron con la idea al estudio.
La producción estuvo a cargo de Paul Simon, mientras que Roy Halee —quien lo apoyó tanto en su proyectos solistas como con el dúo que lo llevó a la fama—, se desempeñó como ingeniero en sonido.
La historia en blanco y negro
El ascenso del Partido Nacional en las elecciones generales de Sudáfrica en 1948, generó que las autoridades gubernamentales iniciaran un proceso de separación racial o apartheid (en afrikáans), el cual fue impulsado por políticos con ideologías supremacistas y se mantuvo vigente hasta 1993. Un año más tarde, Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente con aquel color de piel en la historia de Sudáfrica, pero antes de aquella votación el escenario era deprimente.
Las personas de piel morena no podían compartir los mismos espacios geográficos que el resto, mientras que también eran privadas de la libertad de elección de contraer matrimonio con otras de tez distinta. A esto se le sumó la promulgación de la Ley de Registro de la Población de 1950, la cual separó oficialmente a la ciudadanía según sus características físicas y, por consiguiente, según sus derechos que se verían respetados o quebrantados.
Aquel escenario motivó a que diversas organizaciones internacionales acordaran un boicot cultural —similar al que hoy lidera Roger Waters contra Israel—, en el cual se evitó el establecimiento de relaciones con el país africano. Paul Simon rompió con la medida entre 1985 y 1986 —años en que se grabó Graceland—, por lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Congreso Nacional Africano (partido político que representó Mandela en las elecciones presidenciales de 1994) y músicos como Paul Weller de The Jam y Billy Bragg, se manifestaron en contra de las acciones del ex integrante de Simon & Garfunkel, quien estaba convencido de que produciría uno de los álbumes más importantes de la historia.
En contraposición a las críticas, artistas como Miriam Makeba, Ladysmith Black Mambazo y Hugh Masekela —reconocido como el padre del jazz sudafricano y opositor activo a las políticas del apartheid— apoyaron su estadía para las grabaciones de Graceland, debido a que lejos de apoyar las medidas racistas del gobierno, Simon abrió un espacio para que sus voces reprimidas pudiesen expresarse hacia el resto del mundo.
Cada da uno de los músicos lo acompañó en los conciertos agotados en el Royal Albert Hall de Londres, una serie de seis visitas que quedaron enmarcadas como la representación del encuentro entre dos mundos distintos, pero compatibles y con un mismo objetivo. Más tarde, las mismas organizaciones que criticaron a Paul Simon en 1986 se retractaron de sus afirmaciones e incluso le quitaron la clasificación de persona "non grata", según confirmó él mismo en una conferencia en Reino Unido, a sólo un año del incidente.
En rememoración de la polémica en torno a Graceland, Simon sinceró a National Geographic en 2012 que, si bien su intención original estaba lejos de tener un trasfondo político, el álbum logró consolidarse como una de las obras más representativas para los movimientos sudafricanos opositores al apartheid. “Era una colaboración entre ‘blancos’ y ‘negros’ para hacer música que la gente disfrutara en todas partes. Era lo contrario a lo que decía el régimen. Fue una declaración poderosa”, precisó en la instancia.