Una fotografía con el rostro en primer plano de Max Berrú aparece proyectada al fondo de la sala de la SCD en Plaza Egaña. Las luces bajan de intensidad y Los Insobornables, el grupo que el ex Inti-Illimani formó junto a sus hijos Cristóbal y Tocori en sus últimos años de vida para dar curso al cancionero latinoamericano, ese de zambas, vidalas, rancheras y chacareras, se instalan en el escenario con un doble objetivo: homenajear a su padre —fallecido el 1 de mayo de 2018 a los 76 años— y lanzar un álbum que lleva por título Max Berrú Carrión.
Antes de que comience la presentación se escucha una voz en off de Mercedes Sosa, que destaca la relevancia de los músicos latinoamericanos en un continente históricamente golpeado por las desigualdades. Precisamente ese fue el rol que tuvo en vida Berrú, que llegó en barco a Chile en 1962 desde Ecuador siguiendo a Pelé y para asistir al Mundial, aunque que pronto echó raíces en Santiago, para años más tarde fundar Inti-Illimani, transformarse en una voz activa en la Unidad Popular, forjar amistad con Víctor Jara y partir al exilio a Italia en 1973.
La sala de la SCD está repleta y pasadas las 19:00 del martes comienza un concierto íntimo, concepto que el propio Berrú acuñó en 2004 —siete años después de dejar a los Inti—, cuando lanzó su primer disco solista, cuyo título es Íntimo. "Vasija de barro" es el primer tema de la noche con un arreglo en piano de Camilo Salinas, que el propio músico interpreta junto a Los Insobornables, banda que además de Tocori Berrú (voz y guitarrón nicaragüense) y Cristóbal Berrú (voz y trompeta), completan Joaquín Figueroa (voz), Mauricio Barrueto (guitarra) y Christian Duarte (percusiones).
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El arranque con "Vasija de barro" no es casual. Esta canción, una de las más populares del cancionero ecuatoriano y que se habría gestado en una noche de borrachera en la casa del pintor Oswaldo Guayasamín, está incluida en el álbum homónimo de Inti-Illimani de 1969 y era una de las favoritas de Berrú. Con un sonido de alta fidelidad latinoamericano, Los Insobornables luego interpretan "Olvidarte jamás", que también forma parte del nuevo disco, del cual Max Berrú alcanzó a grabar tres de los 16 temas.
"Flor sin retorno" y "Junto al Jaguey" completan la primera parte, antes que irrumpa en el escenario uno de los invitados estelares de esta noche, el payador Manuel Sánchez, que con un guitarrón chileno de 12 cuerdas se lanza con "De Cariamanga a Santiago", una suerte de oda a la vida de Berrú que se transforma en uno de los momentos más emotivos de la noche: "Max Berrú, chileno y ecuatoriano/latinoamericanista/el músico futbolista; de nuestra gente morena/se escucha tu voz serena/desde la mitad del mundo".
Con imágenes de la América Latina más profunda, Los Insobornables dan rienda suelta a su tradicional humor, interacción permanente con el público y espontaneidad. "¿Dónde está Mauricio Redolés?", pregunta Tocori Berrú, invitando al escenario al poeta/músico. Pero Redolés, que participa en el disco con "Varias veces Max", no alcanzó a llegar. Quienes sí están son dos Inti: Horacio Durán, miembro de la facción histórica y Homero Altamirano, músico de los primeros días de la agrupación ya retirado. Ambos son ovacionados por la audiencia, en un gesto que es fiel reflejo del tipo de vida que cultivó Berrú, el único capaz de "reunir" a los Inti, ya que miembros de sus dos facciones (la histórica y la de los hermanos Coulon) participan en el álbum.
El otro gran momento de la noche llega con "Luchín", de Víctor Jara, con un coro de estudiantes de la basílica del Colegio Artístico Sol del Illimani, y con una interpretación de alto vuelo de Tocori Berrú, uno de los más talentosos músicos de la escena chilena. Al mismo tiempo, el registro de Cristóbal Berrú recuerda en varios pasajes el timbre de voz que tenía su padre en sus primeros años en el Inti, mientras que el sonido que logra sacar a su trompeta es fenomenal.
La presentación del álbum rápidamente se transforma en una fiesta. De gran factura, en el disco participan más de 30 músicos, como Joe Vasconcellos, Roberto Márquez, Elizabeth Morris, Jorge y Marcelo Coulon, Mauricio Redolés, Pedro Villagra, José Seves, Aldo "Macha" Asenjo, Pedro Foncea, Homero Altamirano, entre muchos otros. "Él estaba siempre con la alegría a flor de piel", rememora Márquez en un video donde tanto Los Insobornables como sus compañeros de ruta repasan parte de su vida.
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Tras "Luchín", transitan "Dolencias", "Mi cafetal" y "Nuestro México Febrero 23", uno de los grandes "caballitos de batalla" que tenía Max Berrú y que suena con un espíritu renovado, con un escenario repleto de músicos invitados e imágenes de un México profundo. El remate final, con cánticos del público sobre la contingencia actual, es con el bolero/son "Lágrimas negras", "Ella" —de José Alfredo Fernández y "Bella Ciao". Una noche memorable en tiempos complejos.
Los Insobornables se presentarán el viernes 6 de diciembre en Ortúzar 1205, Ñuñoa, en la casa de Max Berrú. Adhesión $ 17.000 (incluye el disco, copa de vino y picoteo). Para más información escribir a: cberrugermain@gmail.com