Dijeron que este año la carrera era especialmente incierta. Que los problemas con Netflix, que las películas en otros idiomas, que las "filtraciones" en Twitter. En fin, dijeron muchas cosas, y lo que pudo sacarse en limpio es que nadie tenía la suerte comprada. En ese contexto, Parasite se coronó como la reina de la noche.
Presentada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, la 92ª edición de los Oscar tuvo lugar en el Dolby Theatre de Los Angeles, con sus más de 3.300 butacas. Tras largos años en que la ceremonia tuvo lugar a fines de febrero, este año se adelantó. En lo demás, partiendo por las 24 categorías, la cosa siguió las pautas conocidas por millones de espectadores.
Todo comenzó con Janelle Monáe, la actriz de Moonlight, cantando la canción central de "Un buen día en el vecindario" (que no estaba entre las nominadas de la categoría), así como un ramillete de temas que celebraron la conjunción de talentos que la noche vino a reunir.
No hubo conductor oficial, como ya se había anunciado, pero sí un par de viejos rostros que dieron un aire de continuidad: Steve Martin y Chris Rock. Margen hubo, entonces, para las bromas sobre el bullado error en la ceremonia en los Oscar de hace tres años y su relación con las recientes primarias demócratas en Iowa, sobre los millones de Jeff Bezos (presente en la ceremonia), sobre la duración de El irlandés y sobre la participación de intérpretes negros.
No especialmente cómicos en esta pasada (más graciosas estuvieron Maya Rudolph y Kristen Wiig), dieron pie a una premiación que partió sin sorpresas. Brad Pitt, previsiblemente, se quedó con la estatuilla para Mejor actor secundario por Había una vez en Hollywood, y aprovechó sus 45 segundos para hacer una breve alusión al fallido impeachment a Donald Trump, seguida de los agradecimientos de rigor, partiendo por Quentin Tarantino.
Algo más sorpresivo, si cabe, fue el premio a Mejor película animada en una categoría de pronóstico particularmente incierto. Ganó Toy Story 4, tal como lo había hecho la entrega anterior de la saga.
El Mejor guión original, por su parte, ya daba alguna pista de lo que vendría: Parasite, coescrito por su celebrado director, Bong Joon-ho. Con el impulso que ha cobrado la película, el asombro se produjo, pero no fue tanto. Indisimuladamente, el cineasta comenzaba ya a sonreír. Un buen rato después, llegaría la anunciadísima estatuilla a Mejor película internacional, la primera con este nuevo nombre, cuestión que Bong no olvidó en su discurso.
Y si la idea era que cada quien tuviese lo suyo, a Jojo rabbit le tocó el Mejor guión adaptado. Para recibirlo estuvo Taika Waititi, su director, guionista y actor: el neozelandés/maorí/judío agradeció sin desmadres y con una sonrisa, instando a los niños indigenas del mundo a hacer arte.
En el caso de Mujercitas, con sus seis nominaciones y la omisión de su directora, Greta Gerwig, "lo suyo" fue el diseño de vestuario. Algo no tan distinto del premio a Laura Dern como Mejor actriz, lo que marcó el único y esperado reconocimiento de la noche para Historia de un matrimonio. Emocionada, la intérprete saludó a sus padres -y colegas-, Bruce Dern y Diane Ladd.
Siempre en consonancia con lo esperado, 1917 arrancó con los Oscar a Mejor mezcla sonora y efectos visuales, sin olvidar la Mejor fotografía para el multinominado Roger Deakins, que obnubiló a medio mundo con su plano secuencia que dura una película completa.
La compositora islandesa Hildur Guðnadóttir, en tanto, abrió la puerta para los premios a Guasón.
Y si alguien tuvo una noche consagratoria fue Bong Joon-ho: el premio a Mejor director por Parasite fue un golpe a la cátedra, y su agradecimiento/homenaje a un Martin Scorsese que se fue, nuevamente, con las manos vacías, califica entre las ironías de la noche.
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Joaquin Phoenix, previsiblemente, se quedó con el premio Oscar a Mejor actor.[/caption]
Por el lado de los premios cantados, en tanto, estuvieron los roles protagónicos: Joaquin Phoenix (Guasón) y Renée Zellweger (Judy). Mientras el primero discurseó sobre las virtudes y defectos de la especie humana, la estrella de Bridget Jones agradeció a sus pares nominadas y al equipo de la película, según la vieja usanza.
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Renée Zellweger obtuvo el Oscar a Mejor actriz, por su personificación de Judy Garland en Judy.[/caption]
Pero el momento estelar llegó cuando Parasite se convirtió en la primera cinta no hablada en inglés que gana el premio principal. En una noche sin grandes sobresaltos, una película surcoreana llegó a cambiar la historia.