Elena Favilli: “Esta pandemia ha demostrado que necesitamos más mujeres líderes”
Nacida en Italia y radicada en California, una de las creadoras de la serie Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes destaca el liderazgo femenino en la actual crisis sanitaria. Fundadora del sello Rebel Girls, habla del impacto de la saga que cuenta más de cinco millones de copias vendidas y anuncia un nuevo libro sobre mujeres migrantes.
La distinguieron por su idea. TimbuktuMag, una revista de noticias para niños en iPad, recibió premios de diseño cuando apareció en Apple Store. Con ella llegó a Silicon Valley en 2012, junto con Francesca Cavallo. Pero en el epicentro del mundo digital y los proyectos que diseñan el futuro, Elena Favilli reconoció las sombras de una cultura antigua y marcada por la brecha de géneros. En este aspecto, la periodista nacida en Italia y radicada en California dice que se encontró con un entorno más cercano al universo de Pedro Picapiedra. “El éxito no protege del sexismo”, escribió en una columna en el diario británico The Guardian.
Después de escuchar demasiadas veces que su idea era “agradable pero débil” y que “dos chicas” no lograrían comprometer a inversionistas de Silicon Valley, Elena Favilli y Francesca Cavallo se trasladaron a Los Ángeles. En Santa Mónica se rebelaron contra esos presagios y comenzaron a escribir una historia de éxito y feminismo: lanzaron una campaña de crowfunding para publicar un libro de cuentos ilustrados basados en historias reales de grandes mujeres, de distintos ámbitos, desde la política y los negocios a la ciencia, el arte y los deportes.
El proyecto recaudó más de un millón de dólares, y en 2016 publicaron Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, el primer título del naciente sello Rebel Girls. Volumen cuidadosamente ilustrado y editado, el libro apareció en el momento preciso, cuando nuevos aires feministas comenzaban a respirarse en el mundo. De un modo vertiginoso, se posicionó entre los bestsellers de The New York Times, se tradujo a una veintena de idiomas y vendió más de tres millones de ejemplares.
“Ya que tienes este libro en tus manos, no nos queda más que sentir confianza y entusiasmo por el mundo que estamos construyendo juntas. Es un mundo en el que el género no definirá el tamaño de nuestros sueños ni la distancia que podemos recorrer. Será un mundo en el que cada una de nosotras afirmará con confianza: ¡Soy libre!”, anotaron en el primer tomo.
Dos años después lanzaron un segundo volumen, que consolidó la popularidad de la serie Niñas rebeldes. Inspiración y modelo para numerosas publicaciones similares, la saga hoy cuenta más de 5,5 millones de copias vendidas.
Rebel Girls, la compañía fundada por Favilli y ya sin Francesca Cavallo, ha enriquecido su oferta con nuevas publicaciones y productos: entre ellos libros de actividades, dos volúmenes dedicados a pioneras individuales (Madam C. J. Walker funda una empresa y Ada Lovelace. Descifra el código, ambos publicados en Chile por Planeta), y un podcast que registra más de 4,5 millones de descargas.
Nacida en 1982 en Loro Ciuffena, un pueblo de construcciones medievales y rodeado de colinas en el corazón de la Toscana, Elena Favilli dice que era la única niña en su entorno. Y que eso la fortaleció y le enseñó a ser independiente. Una de sus grandes referentes, dice, fue su madre, quien trabajaba y estudiaba. Graduada de la Universidad de Bolonia, se especializó en medios digitales en la U.C. de Berkeley, y ahora, en medio de la pandemia, ha buscado ofrecer contenidos y actividades para que los niños realicen desde sus casas.
“Ha sido difícil ver cómo el virus afecta a mis dos hogares”, dice a través del e-mail. “Soy una afortunada, porque ninguno de mis familiares o amigos ha sido afectado directamente. California fue uno de los primeros estados en imponer restricciones, y mis parientes viven fuera del epicentro italiano. Lo mejor que puedo hacer en este momento es mantenerme ocupada y atender mis necesidades más básicas. Rebel Girls está experimentando muchos cambios emocionantes en este momento: acabo de incorporar un equipo completo de c-suite, por lo que me es más fácil sumergirme en los desarrollos de la compañía. Fuera del trabajo, acabo de comenzar una suscripción a MasterClass. ¡Mi perro Lafayette también me mantiene entretenida!”.
-Se ha dicho que esta es una crisis sin grandes líderes mundiales. ¿Qué piensa de los liderazgos femeninos en este momento (Angela Merkel, Jacinda Ardern, Tsai Ing-Wen)?
-Las mujeres líderes han sido elogiadas por su manejo de esta crisis y no podría estar más de acuerdo. La prueba está en los números. Alemania, Nueva Zelandia y Taiwán tienen tasas de infección más bajas que sus vecinos. Este ha sido un gran momento para las mujeres en la política, especialmente porque, históricamente, nuestro mundo ha dudado de la capacidad de las mujeres para liderar y actuar con decisión. Sé que las chicas jóvenes de todo el mundo están mirando a estas líderes, con los ojos muy abiertos, pensando: “Quiero seguir sus pasos algún día”.
-¿Qué lecciones rescata de esta crisis?
-Esta crisis me recuerda que, dadas las circunstancias correctas, los humanos pueden ser increíblemente adaptables y aceptar el cambio. En cuestión de semanas, el mundo se quedó en casa en forma masiva. Este poder para adaptarse en masa es el mismo poder que las mujeres han estado utilizando durante cientos de años, en la lucha por la igualdad de derechos. Esta pandemia también ha demostrado que necesitamos más mujeres líderes. A pesar de componer menos del 7% de los líderes mundiales, las mujeres han encabezado algunas de las políticas más efectivas en respuesta a la propagación rápida y global del nuevo coronavirus.
-¿Cree que saldremos fortalecidos de esta emergencia? La escritora Isabel Allende dijo hace unos días que esperaba que con esta crisis comenzara el principio del fin del patriarcado.
-Una crisis como esta puede exponer lo mejor y lo peor de la humanidad. De alguna manera, la compasión se ha convertido en sinónimo del virus. En todo el mundo, hemos escuchado historias inspiradoras de personas que sacrifican su propia salud para ayudar a sus comunidades. Pero desafortunadamente, la pandemia también ha exacerbado los problemas existentes en la sociedad. Por ejemplo, la violencia doméstica ha aumentado desde que se promulgaron las órdenes de quedarse en casa. Es un fuerte recordatorio de que, a pesar de los avances que hemos logrado para la igualdad y la seguridad de las mujeres, todavía tenemos un largo camino por recorrer.
-La publicación Niñas rebeldes capturó un momento histórico, una nueva ola feminista en el mundo y desde su lugar aportó a ella. ¿Cómo ha cambiado la situación de las mujeres desde entonces?
-Desde la concepción de Niñas rebeldes en 2015, hemos visto varios cambios positivos para las mujeres en todo el mundo. Niñas rebeldes fue publicado mientras Hillary Clinton se postulaba para presidenta y, aunque perdió, allanó el camino para las nuevas líderes femeninas. Desde entonces, el mundo ha visto un aumento dramático en las mujeres que se postulan para un cargo. Y, por supuesto, sucedió el #MeToo, un momento que unió a las mujeres en torno a una causa común. Las mujeres comienzan a sentirse más cómodas abriéndose respecto de la violencia sexual y encontrando consuelo en sus experiencias compartidas. Antes, la misoginia simplemente era barrida debajo de la alfombra, la ignoramos. Ahora, estamos encontrando las herramientas para luchar contra ella.
-En Chile, las marchas feministas han convocado a cientos de miles de mujeres de todas las edades. Incluso, una performance del colectivo Lastesis se viralizó en numerosos lugares. ¿Ha recibido noticias de ello?
-Sí, he oído hablar de eso en las noticias, es un acto increíblemente conmovedor y poderoso. Tengo que decir que las mujeres en América del Sur han sido una gran inspiración para nosotras en Rebel Girls. Han dado un ejemplo a los manifestantes de todo el mundo. ¡Hacer frente a la injusticia es exactamente lo que significa ser una chica rebelde!
-¿La serie ha encontrado resistencia en algunos sectores? ¿Cómo toma las reacciones en contra?
-En octubre pasado, Cuentos de buenas noches... fue prohibido en Turquía, porque incluye la historia de Coy Mathis, una joven transgénero. Esta historia, en particular, ha encontrado protestas en varios países. Naturalmente, para nosotros es molesto escuchar que algunas personas no están listas para aceptar historias como las de Coy. Pero, en todo caso, es una prueba de que debemos seguir luchando por la igualdad. Estos acontecimientos nos motivan a todos en Rebel Girls, nos recuerdan que nuestros libros tienen poder y nuestra misión es importante
-¿Qué ha sido lo más satisfactorio del fenómeno Niñas rebeldes?
-¡Estoy increíblemente complacida de que mis libros despegaran como lo hicieron! La parte más satisfactoria de construir Rebel Girls ha sido el desarrollo de una comunidad. Por supuesto, la mitad de nuestra audiencia son lectores jóvenes, pero la otra mitad son mujeres que presentan Niñas rebeldes a lectores jóvenes. Regalar un libro de Rebel Girls a una niña es como regalarle una armadura. Cada vez que una mujer regala un libro de las Niñas rebeldes a una niña, trata de asegurarse de que ella no se enfrente a la misma discriminación que las mujeres ya han sufrido durante cientos de años. Que las mujeres apoyen a las jóvenes así es hermoso.
-Sé que prepara una nueva serie dedicada a las mujeres inmigrantes, ¿puedes contarnos de ese proyecto?
-Historias de buenas noches para niñas rebeldes: 100 mujeres inmigrantes que cambiaron el mundo cuenta las historias de 100 mujeres que dejaron sus países de nacimiento para encontrar oportunidades en otros lugares. Últimamente, la inmigración ha estado a la vanguardia del debate político, pero los inmigrantes rara vez tienen voz en la discusión. Como inmigrante, sentí que era importante poner cara a las mujeres que hacen el viaje de un país a otro. Espero que las chicas jóvenes se inspiren en las mujeres de los libros y comiencen a entender la inmigración como una necesidad.
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